Barrios Cádiz
El naufragio del barrio de La Laguna: entre la suciedad y el abandono
Comerciantes y vecinos denuncian el deplorable estado que presentan las calles, plazas y parques del barrio más poblado de Cádiz
El descuidado aspecto del barrio de La Laguna, el más poblado de Cádiz capital con más de 20.000 residentes , aumenta año tras año. Vecinos, comerciantes y hosteleros han vuelto a alzar la voz para denunciar el aspecto de una zona de la ciudad que sufre con fuerza el vandalismo y los actos incívicos de los ciudadanos, así como la dejadez por parte de los responsables municipales, que siguen sin responder al continuo llamamiento de los afectados.
No cabe duda de que los impuestos de los 20.000 vecinos, casi 5.000 viviendas y más de 400 comercios con los que cuenta el barrio, no repercuten de forma proporcional en las escasas cinco hectáreas que conforman el también llamado barrio de los pintores. Desde hace años, la zona pide auxilio ante equipamientos que se deterioran y no son repuestos, algo que afea la imagen de un barrio cada vez más sucio y deteriorado.
Precisamente, con el arte de pintar ironiza uno de los comerciantes de la zona, que se queja de los graffitis que inundan algunas de las paredes de plazas y calles y que demuestran que «ni siquiera se acuerdan de darle una manita de pintura de vez en cuando», apunta uno de los empresarios que desde hace meses se encarga él mismo de limpiar los alrededores de su local, huyendo del olor a orines que cada mañana percibe al abrir las puertas de su negocio.
Una versión que el afectado corrobora señalando hacia la plaza Pintor Meléndez, donde se perciben muestras de este cuestionado arte callejero y que se repiten por todos los rincones de la plaza, que destaca también por su descuidado aspecto, con bancos sucios y paredes completamente negras de la humedad. Una acumulación de desperfectos que llevan años sin ser arreglados.
Precisamente, son los parques, plazas y jardines de La Laguna los que más sacan a luz el deterioro de la zona. Los jardines están sin apenas plantas o flores y predomina la basura vertida en muchos de los parterres. Un ejemplo de ellos es el Parque Reina Sofía, donde es imposible sentarse en los bancos, que están llenos de excrementos de palomas.
También hay basura en los alrededores, las paredes están pintadas con frases que indican incluso «una zona Vip» que deja mucho que desear y algunas colillas y papeles se dejan ver por el suelo de la zona de juegos infantiles.
«Hemos dejado de venir porque da asco. Mi hija es pequeña y coge las colillas del suelo, y encima con el coronavirus me da un poco de miedo», asegura esta madre de familia que atraviesa de paso el parque después de hacer la compra.
La escasez de limpieza en el barrio también es uno de los puntos que más coinciden en denunciar los vecinos. Así lo aseguran José María y Esteban, vecinos de la zona , que aseguran que sólo se baldea un día a la semana, los martes, y de una manera poco efectiva. «Pasa el camión y comienzan a echar agua con mangueras, pero muy rápido y desde lejos. Hasta aquí suelen llegar sólo unas gotitas que salpican. Da igual cómo quede. En cinco minutos se han hecho prácticamente la calle entera. Y parece que sólo echan agua, porque no sale ni la suciedad ni parece que huela a detergente o algún producto que ayude a quitar las manchas», comentan estos vecinos descontentos.
Poco baldeo
Otro residentes denuncian incluso que cuando baldean, toda la basura acumulada es arrastrada por el agua y llega a los garajes de la zona, que se llenan de basura, que después tienen que ocuparse de recoger. «Lo dejan aún peor de como estaba, la verdad», apunta este afectado, que asegura haber llamado en varias ocasiones para manifestar su disconformidad con las labores de limpieza.
Y un capítulo aparte merece la cantidad de excrementos de animales y restos de orina que se divisan en casi todas las esquinas y sobre la fachada de los comercios. «Y con un chorro de agua de pasada no se soluciona esto. Habrá que pararse y echar agua o vinagre, que es lo que quita estas manchas. Se lo hemos dicho a los trabajadores y hemos llamado por teléfono pero no nos hacen caso», comenta otro de los afectados, que denuncia el poco civismo que existe también entre algunos vecinos del barrio.
Todo esto ha generado un gran decontento entre los habitantes de la zona, que incluso aseguran haber visto alguna rata correteando por las calles. «Hace poco iba para la playa y vi una rata en Alonso Cano, cosa que no me extraña tal y como está esto de abandonado», agrega este vecino.
Toda una retahíla de quejas que se pueden percibir en un simple paseo por las calles de un barrio que cuando llega el verano ve cómo se multiplican sus problemas, ya que cuenta con numerosas viviendas destinadas a uso turístico o segunda residencia, que suele ocuparse entre los meses de julio y septiembre. «Es decir, que los problemas van a crecer aún más, así que no sé dónde vamos a llegar como no le metan mano a esto pronto», comenta uno de los empresarios de la zona, que también se queja de la falta de aparcamiento y de lo que este déficit supone también para el desarrollo de su actividad. «Nos vendieron el soterramiento como el paraíso y parece que con eso ya lo han hecho todo. Nos estamos desangrando y nos están dejando moriri», concluye.