Hostelería Cádiz

Los bares de Candelaria, en pie de guerra tras la nueva restricción del Ayuntamiento a las terrazas

Los empresarios eliminan las mesas de la calle tras la obligación de colocarlas en la calzada y reducir el horario

Nuria Agrafojo

La hostelería ha sido, sin duda, uno de los sectores económicos de la ciudad más castigado por la crisis del coronavirus. Desde hace algo más de un año, los negocios se han visto obligados a cerrar sus puertas durante meses, restringir los horarios y reducir los aforos, unas trabas que han hecho tambalear la supervivencia de muchos establecimientos, que ahora comienzan a tomar aire.

Sin embargo, ni siquiera en esta situación parece que desde el Ayuntamiento de Cádiz estén dispuestos a facilitar la recuperación de estos empresarios, que el pasado fin de semana volvieron a sufrir un nuevo varapalo por parte de la Delegación Municipal de Urbanismo, que ha añadido una traba más para el mantenimiento de las terrazas en la Plaza de Candelaria de la capital.

Según los propietarios de los negocios de esta zona, desde el Ayuntamiento de Cádiz se les ha negado un espacio en el interior de la plaza, al entender que ésta debe ser peatonal y estar disponible para los ciudadanos. Por ello, ha desplazado las terrazas de estos cinco bares y restaurantes a la calzada, además de recortarles mesas y reducir el horario de apertura.

El traslado de las terrazas a un espacio ínfimo de la carretera ha hecho que las mesas y sillas se queden justo al lado de los vehículos que siguen pasando a toda velocidad y aunque han colocado hitos de separación, es insuficiente para permitir que la clientela pueda disfrutar con tranquilidad de su estancia.

De hecho, el espacio disponible para las terrazas es insuficiente para el ancho de una mesa pequeña, por lo que los comensales acaban comiendo en plena calzada. Y, por supuesto, al haber menos espacio, también se ha tenido que reducir el número de mesas.

La zona habilitada es tan pequeña que ni siquiera permite dar cabida a una sombrilla abierta , por lo que estos restaurantes tampoco pueden instalarla, ya que cuando pasa una furgoneta o camión, hay que cerrarla y volverla abrir tras su marcha. Una situación completamente incompatible con el trabajo de un negocio de hostelería. Además de que este nuevo espacio tampoco permite mantener la distancia de seguridad con los bancos de la plaza.

Negocios sin terrazas

El Ayuntamiento también les ha recortado el horario de las terrazas y ha cortado de raíz los desayunos que algunos de estos negocios ofertaban a primera hora de la mañana. Desde ahora, los empresarios sólo pueden hacer uso de esta zona a partir de las 13 horas, por lo que pierden el servicio de desayuno.

Sin embargo, los problemas no acaban ahí. Cuál ha sido la sorpresa de algunos de estos empresarios cuando el fin de semana se disponían a montar sus terrazas, en la zona acotada para ello, cuando se han encontrado coches aparcados. Ante esta situación, la única alternativa que han recibido es llamar a la grúa y previa denuncia por su parte, esperar a que ésta pudiera realizar el servicio, perdiendo así parte de su horario de terrazas.

Una rocambolesca situación, un nuevo obstáculo en el camino, que ha llevado a algunos de los afectados a retirar el servicio de terraza justo en el momento en el que ésto es lo más demandado.

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