PROYECTOS
El Ayuntamiento de Cádiz le da la espalda a la iniciativa privada
Solares baldíos y proyectos iniciados no reciben ningún impulso por parte del Consistorio
Los inversores y promotores privados no parecen haber encontrado un aliado en el Ayuntamiento de Cádiz para el desarrollo de proyectos, a juzgar por la situación de los espacios de interés que siguen aún sin una salida. El equipo de Gobierno se ha dado prisa para tumbar procesos ya iniciados, pero no muestra esa misma celeridad para agilizar otros que permitirían la puesta en marcha de iniciativas que creen empleo.
Ya durante el último Pleno ordinario se abordó la situación de uno de estos espacios de oportunidad. Se trata de las bóvedas de San Carlos que se iban a destinar a uso turístico y cultural una vez finalizada la obra de la doble rodadura. Hace varias semanas que ese acceso se abrió al tráfico sin que se haya hecho referencia a los locales que debían de albergar comercios de artesanía, establecimientos de ocio, hostelería y uso turístico. Sin embargo, no todos parece que irán destinados a la inversión privada. El equipo de José María González cederá varias de las bóvedas ubicadas en la calle San Germán para la instalación del comedor escolar que desde hace años viene reclamando el colegio Celestino Mutis. También avanzaron que plantean descartar el uso hostelero para dar un carácter más cultural al enclave, a pesar de que en la zona no hay otra oferta de este tipo y que se quería aprovechar el tránsito de turistas para atraer el interés.
Sin embargo, un ejemplo mucho más claro es la situación de la parcela del Campo de las Balas que ya contaba con un procedimiento abierto para su subasta por un precio mínimo de 3,1 millones de euros para levantar un hotel, como anunció la anterior regidora, Teófila Martínez. La empresa que presentara la mejor oferta no solo levantaría este alojamiento junto al Parador Atlántico , sino que terminaría de reurbanizar el paseo, completando así todo el mirador al mar desde el Castillo de Santa Catalina hasta el Baluarte de la Candelaria . Pero el actual equipo de Gobierno decidió suspender el procedimiento al considerar que la operación no daría el suficiente rédito a la ciudad y planteó la fórmula de la concesión por un tiempo determinado en lugar de la venta. El requisito es mucho menos atractivo, ya que el tiempo de explotación es muy limitado para una inversión tan importante. La decisión fue tomada a principios de agosto y hasta ahora no ha habido ninguna otra propuesta para dar un uso a este espacio, que sigue siendo explotado como aparcamiento.
Tampoco se ha redactado aún la nueva oferta para la adjudicación de un quiosco bar en los bajos de la Pérgola de Santa Bárbara . El Consistorio ya lanzó una primera oferta que quedó desierta y ahora se plantea un nuevo intento con mejoras. De contar con un interesado, sería el único uso que tendría este equipamiento heredado del anterior mandato, en el que también se proyectó una sala de estudio que no ha llegado a instalarse.
Y rodeado de polémica, incluido el cruce de acusaciones entre administraciones, sigue su curso la tramitación de la residencia Tiempo Libre , donde está previsto levantar un gran hotel de iniciativa privada. Ese acuerdo firmado entre la Junta y el anterior equipo de Gobierno que no termina de gustar al actual. A pesar de que el Pleno aprobó mantener el plan inicial, concejales de Ganar Cádiz y Por Cádiz sí se Puede han manifestado su deseo de que continúe siendo un equipamiento público ligado al turismo social. Y para ello han organizado jornadas en las que han defendido la permanencia del actual edificio y que la gestión siga en manos de la administración andaluza, aún sin tener en cuenta lo poco que ayuda a la atracción de inversiones esa bronca política.
Ni a la residencia Tiempo Libre ni al proyecto del mercado gastonómico de la vieja estación , que se estanca sin que Adif le proporcione los servicios necesarios. El Ayuntamiento también dice no poder hacerle frente al coste de llevar los suministros hasta este enclave para desarrollar el proyecto, que conllevaría una inversión de nueve millones y la creación de 400 puestos de trabajo. Si bien es cierto que el convenio de la plaza de Sevilla recoge que ha de ser la empresa estatal la encargada de estos trabajos, el Consistorio tampoco ve posible asumirla con fondos municipales, teniendo en cuenta que el desembolso rondaría los dos millones de euros.
Y sin moverse de la zona, apenas cruzando la calle, el puerto de Cádiz tiene en su mano el único espacio de crecimiento que le queda a la ciudad. Los 300.000 metros cuadrados que se liberarán cuando la nueva terminal de contenedores entre en funcionamiento siguen a la espera de propuestas y el inicio de la tramitación que permita su desarrollo. Faltan aún tres años para eso, pero se pueden quedar cortos si se tiene en cuenta la enorme carga administrativa que conlleva un cambio de este tipo y el hecho que de ni el anterior equipo de Gobierno ni el actual hayan planteado aún qué quieren hacer en este suelo.
Por el momento el único avance que se ha producido es la creación de una comisión entre la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento gaditano para analizar propuestas y definir los usos. Se formalizó el pasado mes de noviembre, pero no habrá un nuevo encuentro hasta después de las fiestas. Por lo pronto, el Consistorio ya ha avanzado lo que no quiere, que es la creación de un nuevo aparcamiento en superficie, pero aún no ha ofrecido pistas sobre lo que quiere.
El primer teniente de alcalde, Martín Vila , niega que se estén poniendo obstáculos a la iniciativa privada y defiende las decisiones adoptadas en cada caso, empezando por la parcela del Campo de las Balas, de la que asegura que «ni siquiera se llegó a realizar el proyecto de reparcelación para sacarla a subasta». En declaraciones a este medio asegura que «este equipo de Gobierno no es partidario de la despatrimonialización del suelo público» y por eso se ha planteado una alternativa de concesión que para que la propiedad siempre sea revertida a la ciudad.
Tampoco dice estar dilatando la tramitación de la Residencia Tiempo Libre, que según explica, está pendiente del documento de Estrategia Ambiental que ha requerido la propia Junta. «Otra cosa es que no estemos de acuerdo con su derribo y defendamos un modelo de turismo social y de gestión pública», señala el responsable de Urbanismo. Pero al margen de esa predisposición, garantiza que el proceso sigue adelante «con la mayor celeridad». La misma que dice tener para volver a sacar a concurso el quiosco bar de la Pérgola, ahora que la zona es más transitada y los gaditanos se familiarizan con este nuevo equipamiento. Y no cierra la puerta a otro tipo de iniciativas de carácter privado que generen empleo y actividad.
Respecto a las bóvedas de San Carlos, Vila señala que ha de ser un equipamiento «que complemente la oferta» que se centra en el uso cultural y ha destacado la necesidad del Colegio Celestino Mutis de contar con un espacio extra para instalar el comedor, ya que actualmente es necesario realizar hasta tres turnos para atender a todos los escolares.
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