«La arquitectura frágil necesita de mantenimiento»

El arquitecto gaditano Julio Malo de Molina defiende que esta es una estructura concebida con inteligencia pero reconoce que hubo una mala ejecución en la obra

M. Landeta

El arquitecto gaditano Julio Malo de Molina defiende que esta es una estructura concebida con inteligencia pero reconoce que hubo una mala ejecución en la obra. Según apunta, la pérgola presentaba desde su inauguración desperfectos, aunque no graves, que son «producto de la fragilidad» de estos materiales en una situación tan expuesta a la humedad salina. «Toda la arquitectura que no es ciclópea, necesita de un mantenimiento constante como también ocurre en el Mirador Entre Catedrales y en el Paseo Marítimo», comenta.

El arquitecto explica que el uso de materiales como piedra o el hormigón hidrófugo pueden ser más adecuados cuando lo que se persigue es que la obra sea duradera porque no requieren de muchos cuidados posteriores y tampoco es tan necesario el remplazo de piezas. Para Malo de Molina, resulta más acertado el diseño del mirador que su ejecución pero puntualiza que esta afirmación vale también para las otras obras que sin embargo no presentan un aspecto tan descuidado.

Entre los puntos más positivos del proyecto destaca el paseo por la borda superior que logra que «elevándose escasos tres metros de la rasante» se pueda disfrutar de una sensación similar a la que se tiene en la cubierta de un barco con «excelentes vistas de la Alameda, el Castillo de San Sebastián y la Avanzada de Santa Isabel». Lo peor, el parking que se encuentra debajo y ha deteriorado la muralla hasta el punto de tener que protegerla mediante esa escollera de bloques de hormigón.

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