TRIBUNALES

Aportan nuevos informes médicos del joven que falleció tras la intoxicación del Grimaldi

Estos documentos intentan demostrar que fue la ingesta del bocadillo de tortilla lo que le provocó la muerte

MARÍA ALMAGRO

A la espera de que se le practique la autopsia que lo certifique, la defensa de la familia del joven fallecido tras la masiva intoxicación del Bar Grimaldi ha aportado a la causa nuevas pruebas con el objeto de demostrar que fue la ingesta de un bocadillo de tortilla lo que provocó la muerte de Rubén. El joven isleño de 24 años fue la única víctima mortal del caso más grave de intoxicación masiva que se recuerda en la capital y que ocurrió durante el pasado Carnaval afectando a más de un centenar de personas.

Los documentos entregados son informes médicos sobre la patología previa que sufría el fenecido. En ellos, se constata que dicha enfermedad la sufren otros miembros de su familia y que, aún padeciendo esta dolencia en un estado más grave, no les ha provocado la muerte.

Natural de Cádiz pero residente en San Fernando, Rubén quiso disfrutar del sábado de Carnaval junto a sus amigos. Cuando pasaban por el Mercado decidieron hacer una parada y tomar un bocadillo. Al día siguiente, el joven comenzó a encontrarse cada vez peor. Acudió primero a un centro de salud donde le diagnosticaron una infección alimentaria y le mandaron para casa. Al empeorar, sus padres decidieron llamar al 061 y fue trasladado al Puerta del Mar. Así ingresó en urgencias, donde cada vez estaba más grave hasta que entró en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Allí los médicos intentaron recuperarlo pero finalmente falleció a primeras horas del lunes. El caso de Rubén fue el más grave, pero hubo 114 afectados más . De todos ellos, según fuentes judiciales, sólo un tercio están de momento personados. El Juzgado de instrucción número dos de Cádiz abrió una investigación para determinar si en la intoxicación alimentaria se pudo incurrir en un presunto delito contra la salud pública.

Según la delegación de Salud la pésima manipulación y conservación del producto fue el motivo de este brote masivo. Como explicó entonces el responsable del área en una rueda de prensa, la tortilla estaba «altamente contaminada por su manipulación e higiene». De hecho, los niveles de salmonella encontrados fueron tan elevados que llegaron a sorprender a los propios técnicos que lo estaban analizando.

Las pruebas también revelaron que dos de los manipuladores del establecimiento eran portadores de ‘Salmonela Enteritidis’, que es la misma cepa bacteriana encontrada en las heces de todos los pacientes. El delegado precisó que «eran portadores, no estaban contagiados», con lo que fue una incorrecta elaboración del producto la que terminó por desencadenar ese elevado contagio.

Mientras el dueño del establecimiento, que declaró ante la Policía en calidad de testigo, ha presentado ante la Delegación Provincial de Salud un escrito de alegaciones al acta de cese de actividad dictado por las autoridades de la Junta de Andalucía tras lo sucedido el pasado lunes de Carnaval.

En este escrito, el dueño solicita la reapertura de su negocio, que a día de hoy se mantiene cerrado e incluso se retiró de su fachada el cartel con el nombre del establecimiento.

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