Coronavirus
Ambulancias para Covid-19, desinfectadas en el parking de la Zona Franca de Cádiz
La representación de los trabajadores denuncia en los juzgados a la principal empresa de traslados sanitarios de la provincia
Dos técnicos de ambulancias bajan del vehículo tras el traslado de un paciente con posible Covid-19. Están en pleno parking de la Zona Franca , el espacio con más empresas por metro cuadrado de Cádiz. El vídeo muestra que, a escasos metros, decenas de empleados han dejado sus coches privados aparcados como cada día. Los técnicos sanitarios abren la puerta trasera de la ambulancia y se disponen a limpiar con un cubo de fregona y lejía el espacio donde minutos antes ha sido atendido el enfermo. Ambos se ayudan a quitarse los EPI en plena calle.
Es la situación que han vivido los trabajadores de Servicios Sociosanitarios Generales de Andalucía (SSGA), la principal empresa de transporte sanitario en Cádiz , durante la pandemia. Los trabajadores se han vestido en plena calle hasta hace dos semanas, cuando se cedió a la empresa una nave de reciclado de aceite semiabandonada para evitar posibles contagios en la zona.
Allí ahora pueden desinfectar el vehículo con la máquina de ozono, pero apenas cuentan con una sola ducha habilitada para más de 30 personas. «Tenemos que volver a casa asustados, con la misma ropa que hemos trabajado . Tenemos familia e hijos y el miedo va más allá de lo personal», explica uno de los empleados de la empresa.
«Siempre hemos estado 'robando' material en el hospital, pero ahora que no pueden dar la empresa ha dado problemas»
La representación de los trabajadores explotó la semana pasada y denunció ante los juzgados a SSGA. En la demanda interpuesta, a la que ha tenido acceso este medio, se repasa la escasez de material que aseguran soportar: «tres pares de guantes y dos mascarillas quirúrgicas por semana» . Las pocas mascarillas FFP2 de las que disponen, que son las que según la orden del Ministerio de Sanidad deben usar todos los técnicos sanitarios, sólo están a disposición de los técnicos que hacen traslados para pacientes de Covid-19, siempre según los denunciantes.
«Además, antes los monos eran de usar y tirar, pero ahora se cambian cuando se parten. Te dure un día o 15», detalla José Porras, uno de los delegados sindicales de UGT y secretario general de la Federación de los empleados de los servicios públicos en Cádiz. Este medio intentó contactar ayer con la empresa en cuestión, pero no consiguió respuesta.
La limitación de estos materiales, aseguran, ha sido impuesta desde el inicio de la crisis del coronavirus. «En la vida mi empresa nos han surtido de guantes. Siempre hemos estado ‘robando’ en el hospital . Entrábamos y cogíamos guantes... Ahora, cuando el hospital ha dicho que no podía dar material, la empresa ha dado problemas», explica uno de los representantes sindicales, que asegura que los miembros de la plantilla han usado material de donaciones de empresas en varias ocasiones.
El grupo SSG cuenta con el 75 por ciento de la participación en la Unión Temporal de Empresas (UTE) a la que el SAS adjudicó los servicios de ambulancia en la provincia de Cádiz por 79,3 millones de euros para un periodo de cuatro años . Hace siete meses se amplió el precio del contrato en cinco millones por el incremento de servicios en base a unas previsiones de las propias empresas. Entre los compromisos de la UTE estaba el «proporcionar a los trabajadores equipos de protección individual (EPI) adecuados frente a aquellos riesgos que no se hayan podido evitar», con mención especial a «las medidas preventivas en caso de transporte de pacientes con enfermedades infecciosas».
El SAS adjudicó por 85 millones en cuatro años los servicios de ambulancia en Cádiz a una UTE en la que SSG es la empresa mayoritaria
Los trabajadores reconocen que la responsabilidad no es del SAS (Servicio Andaluz de Salud), que de por sí ya aporta material a la empresa ante esta situación excepcional.
La flota no suele trabajar con infecciosos, pero ante las necesidades de la crisis del coronavirus el SAS y el 061 requirieron habilitar uno de los vehículos para el traslado exclusivo de pacientes que pudieran estar contagiados. Entre otras cuestiones, la representación laboral denuncia que el tipo de ambulancia utilizada no cumple con el protocolo marcado por el Ministerio de Sanidad . «Los vehiculos que usamos son colectivos. Y ese tipo de servicios se debería hacer, en teoría, con ambulancias individuales o tipo B», explican.
Los trabajadores, expuestos:«Volvemos a casa asustados, con la misma ropa del trabajo»
Los traslados ofrecidos por la empresa, argumentan desde la representación sindical, se han reducido «entre un 70 y un 80%» tras la limitación de servicios en los hospitales durante la pandemia. «Ahora es cuando menos servicios hay. No estamos haciendo consultas ni rehabilitaciones. Pero el concierto es el mismo y ellos siguen cobrando igual», explican los representantes sindicales.
De hecho, recuerdan, la empresa planteó en un primer momento un ERTE a los sindicatos, tal y como rememoran los representantes laborales. Una vez denegado, se solicitó que algunos trabajadores se acogieran a un permiso retribuido recuperable , considerando sus servicios «como no esenciales», según el escrito enviado por la dirección a los representantes laborales. Las condiciones del Gobierno estipulaban que los técnicos eran personal esencial, por lo que el intento fue frustrado.