El alcalde relega a tres concejales para intentar acabar con la parálisis municipal
Descarga de responsabilidad a González Bauza, Camelo y Martínez de Pinillos para repartir sus áreas de trabajo entre Martín Vila, David Navarro y María Romay

El Ayuntamiento de Cádiz anunció ayer, por sorpresa, cambios en su equipo de gobierno . Aunque el alcalde José María González Santos –según el catón de la vieja política partidista– dice en su anuncio que todos los concejales han realizado una espléndida labor, los hechos muestran que relega a tres de ellos , a los que descarga de importantes responsabilidades que distribuye entre otros tres.
Los damnificados son Adrián Martínez de Pinillos (que deja Participación Ciudadana y Fiestas para pasar a la testimonial Juventud y Deportes); Ana Camelo Gragera (que pierde Régimen Interior y se queda con las delegaciones del Mayor y de la Mujer) y González Bauza , (deja la responsabilidad de Personal para quedarse con Medio Ambiente y Régimen Interior).
Estos tres ediles son algunos de los que han participado en las mayores polémicas generadas en los 14 meses de vigencia del nuevo gobierno municipal. La retirada del busto de Mercedes Fórmica (a la que luego el gobierno municipal de Madrid dedicó una calle), los cambios en la Fundación de la Mujer , las protestas del colectivo de mujeres maltratadas , el intento de reforma integral del Patronato de Carnaval o la denuncia contra el anterior gobierno municipal por la contaminación del agua potable en el barrio de Loreto son algunos de los episodios en los que estos tres concejales han tenido un papel relevante.
Aunque el alcalde José María González justifica la modificación con los habituales agradecimientos y con el tópico propósito de la reactivación, resalta que la hiciera pública ayer, en una nota municipal emitida en uno de los domingos con menos actividad institucional y administrativa del mes del año con menos actividad institucional y administrativa, en mitad de un puente festivo de agosto, nada menos. En términos políticos, no puede ocultarse más, podría considerarse que anuncia esos cambios con nocturnidad , lo que viene a demostrar que son obligados por circunstancias que le desagradan.
Ese malestar político estaría relacionado con la parálisis que sufre la gestión municipal desde junio de 2015. La incapacidad para llegar a acuerdos con la oposición en los plenos (más allá del respaldo socialista para la toma de posesión del alcalde y el gobierno Podemos y Ganemos) ha provocado una situación de bloqueo técnico que José María González trata de combatir sin éxito hasta el momento.
Con los presupuestos aprobados por la puerta de atrás (en Junta de Gobierno) y con planes de promoción de vivienda, empleo y ayuda social que han sido modificados a su voluntad por PP, PSOE o Ciudadanos para permitir su aprobación, el ejecutivo local necesita un urgente impulso antes de llegar al ecuador de su mandato (para el que faltan nueve meses).
Ese propósito pasa, a la vista de los cambios, por potenciar a los concejales que –según el regidor y su equipo de trabajo más cercano– han dado mejor rendimiento y, sobre todo, están más capacitados para un diálogo con PSOE y Ciudadanos (el PP se da por amortizado) que se ha revelado imprescindible para dar cualquier paso.
Así, María Romay asume las tres parcelas que tenía Martínez de Pinillos: Participación Ciudadana, Transparencia y Fiestas. Como propina promocional, se hará cargo de una delegación a estrenar: la de Protección Animal.
Martín Vila , primer teniente de alcalde y delegado de Urbanismo, se hace con Mantenimiento Urbano, también hasta ahora en manos de Martínez de Pinillos y objeto de críticas casi unánimes por el creciente estado de abandono de la ciudad.
David Navarro , el hombre fuerte del nuevo gobierno, el delegado de Hacienda y Policía Local, ya saturado de responsabilidades según ha declarado en varias ocasiones el propio alcalde, pasa a encargarse de Personal en detrimento de otro de los apartados: Manuel González Bauza.
Según la nota oficial del Ayuntamiento, todos estos cambios hacen que las delegaciones queden aglutinadas en cuatro grandes áreas: Justicia Social, Ciudad Sostenible, Política Municipal y Empleo y Desarrollo Local. Estarán coordinadas, respectivamente, por María Romay, Martín Vila, David Navarro y Laura Giménez .
El alcalde resume los cambios con un canto al optimismo y una confesión de inexperiencia implícita que ya da por superada: «Comienza un nuevo tiempo en el Ayuntamiento de Cádiz. Una etapa en la que este equipo de gobierno está engrasado ya al cien por cien, preparado para los retos de esta ciudad», dice José María González.