TRIBUNALES
Uno de los acusados del robo de Gordillo, en el banquillo
El estonio Tamur A., en prisión preventiva, se enfrenta a ocho años de cárcel

Tamur A., el estonio acusado de haber formado parte de la banda de ladrones que robó en la joyería Gordillo de Cádiz se sienta este viernes en el banquillo. La Fiscalía solicita para Tamur A. más de ocho años de cárcel en total. Cinco como presunto autor de un delito de robo con violencia, otro por pertenencia a organización criminal, otro año más por falsedad documental y quince meses por lesiones. El juicio se celebra hoy después de que fuera suspendido el pasado 22 de septiembre por la falta de un intérprete.
El arrestado, de 43 años, se encontraba en Finlandia trabajando en el momento de su detención. Era fontanero en el país nórdico y allí fue localizado después de que el fiscal emitiera una orden de detención y extradición tras valorar las pruebas que sostendrían su participación en los hechos. Su localización fue fruto del arduo trabajo de investigación realizado por los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría Provincial de Cádiz quienes ya, en el momento del atraco, tan solo horas después, lo pudieron identificar.
Como se recordará, el asalto a la joyería de la calle San Francisco se produjo una tarde lluviosa a principios de abril de 2016. Fue el día 4. Justamente a las 18.58 horas, tres hombres de apariencia nórdica, camuflados con gorras e incluso alguno con vestimenta militar, asaltaron el establecimiento.
El supuesto cabecilla, repetía
Fue en cuestión de unos dos minutos. Uno de ellos se encargó de tapar con una tela negra y ventosas el escaparate para que no se viera desde fuera lo que hacían. La Policía sospecha que este individuo era el que dirigía la operación. El ADN que se extrajo coincide con el que se encontró en el anterior atraco en 2011 por lo que todo apunta que esta persona ya conocía el local y pudo dar instrucciones a los otros dos.
El trabajo policial con respecto a este sospechoso se hizo pero el problema para su identificación transciende al terreno institucional ya que no existe un acuerdo con Estonia para poder cruzar estos datos con la base del país báltico, lo que ha supuesto un evidente lastre para poder coger a los otros dos autores.
El trabajo policial con respecto a este sospechoso se hizo pero el problema para su identificación transciende al terreno institucional ya que no existe un acuerdo con Estonia para poder cruzar estos datos con la base del país báltico, lo que ha supuesto un evidente lastre para poder coger a los otros dos autores.
Pero Tamur no tuvo escapatoria. Se le identificó, e incluso se dio con él, tan solo horas después de que entrara a la fuerza en Gordillo. Según las pruebas que se manejan, se le acusa de ser el ladrón que accedió a la tienda en segundo lugar, después de que su otro compinche irrumpiera dando un manotazo en la cara al vigilante que le tiró al suelo y le amenazara con una pistola.
El único detenido pudo huir del lugar pero los agentes de la UDEV lo cercaron cuando comprobaron que se había registrado en un hostal de la calle Plocia. Había dado una identidad sustraída. Es decir, utilizó el nombre de un ciudadano estonio (Ruslav O. ) que meses antes había denunciado en su país que le habían robado su identificación. De ahí que a Tamur se le acuse de un delito de falsedad documental.
Tras realizar más gestiones, los policías localizaron al acusado en Cádiz cuando ya estaba a punto de marcharse. Incluso, según fuentes consultadas, se le vio tirar un móvil y una tarjeta que más tarde se recuperó. Los agentes llegaron incluso a estar con él en la estación. Allí comprobaron que viajaba con la maleta vacía (lo que demostraría que no era un turista). Además negó los hechos al ser preguntado y dio respuestas «esquivas» sobre los motivos de su estancia en la ciudad. Sin embargo, por decisión judicial, lo tuvieron que dejar marchar.