Agricultura
Reclama el consumo de girasol y oliva frente a los casi dos millones de toneladas de aceite de palma que se importan
Asaja Cádiz considera que España debe imitar a los franceses que optan por la producción autóctona frente a la importación de este aceite que está deforestando zonas de Malasia e Indonesia

El presidente de Asaja- Cádiz , Pedro Gallardo, ha reclamado el consumo de aceite de girasol y de oliva para hacer frente a la importante cantidad de aceite de palm a que se viene importando en el territorio nacional. Los datos son escalofriantes, máxime en un país y una comunidad como la andaluza donde existe una importante producción de aceite de oliva y de aceite de girasol.
«Mientras que en el año 2000, España importaba 36.000 toneladas de aceite de palma; prácticamente nada y España produce una media de un millón de toneladas de aceite de girasol; en el año 2010 España ya importaba 400.000 toneladas de aceite de palma y en 2019 estamos en casi dos millones de toneladas», explica Gallardo, quien afirma que «importamos más aceite de palma que aceite de oliva producimos». Como ejemplos de productos, que se pueden comprobar en los propios s upermercados , y donde se utiliza el aceite de palma están las galletas y los helados . «Unos productos que hace 20 años no utilizaban para su producción el aceite de palma, sino que utilizaban cualquiera de nuestros aceites».
Sin embargo, Francia importa 170.000 toneladas de palma, «la décima parte de lo que importa España». Los consumidores de ese país «están concienciados de que hay que primar la producción nacional y autóctona». Asimismo, está convencido de que el consumidor no va a percibir ningún incremento en el precio de cualquier producto que adquiriese y que utilizase aceite de girasol, por ejemplo, frente al aceite de palma.
Datos de aceite de oliva y de girasol
La previsión del aceite de oliva respecto a la campaña en curso 2019-2020 es de 983.680 toneladas a nivel andaluz, un 32,70 por ciento menos con respecto a la campaña anterior; mientras que en la provincia de Cádiz será de 8.500 toneladas, un 31,80 por ciento menos con respecto a la campaña anterior.
En cuanto al girasol, los datos con respecto a su producción será a nivel autonómico de 301.872; de los que en Cádiz se prevén 90.259 toneladas, el 29,90 por ciento del total.
Considera fundamental que «España incentive la economía circular y, por tanto, apoye el aceite de girasol frente al aceite de palma». El presidente de Asaja-Cádiz, no sólo ha reconocido los valores nutricionales del aceite de girasol «un producto tan nuestro», frente a los efectos sobre la salud del aceite de palma sino que además ha incidido en la respetuosa producción del girasol en comparación con la deforestación que se está practicando en Indonesia y Malasia para sacar adelante el aceite de palma «arrasando hectáreas de selva a su paso».
Sobre el aceite de palma
Según el Ministerio de Sanidad, el aceite de palma, aunque es de origen vegetal, contiene casi un 50% de ácidos grasos saturados , sobre todo el ácido palmítico. La presentación más utilizada (refinado) no aporta sabor, es muy estable y no se enrancia ni oxida fácilmente. También aporta textura sólida y no se hidrogena por lo que ha sustituido en muchos alimentos a las grasas trans. Además, mantiene bien sus propiedades cuando se elevan las temperaturas por lo que se utilizan en alimentos que se van a freír o que se desean que se conserven en temperaturas más altas.
En cuanto a la peligrosidad de su uso, indica que este tipo de grasa no es recomendable en el contexto de una dieta saludabl e, ya que eleva el colesterol y puede favorecer la arteriosclerosis y enfermedades cardiovasculares. No obstante, no existen, a día de hoy, motivos de seguridad alimentaria que justifiquen una prohibición.
En cuanto a las recomendaciones de consumo, explica que en términos generales es recomendable llevar una dieta variada y equilibrada que se conforme con diferentes tipos de alimentos y de distintas procedencias, para que sea rica nutricionalmente. «Es importante la calidad de la grasa que se consume a través de los alimentos, y es recomendable una reducción en la ingesta grasas saturadas», limitando su consumo a menos del 10% de las calorías totales de la dieta diaria. Asimismo se d ebe favorecer el consumo de grasas insaturadas, preferiblemente monoinsaturadas como las del aceite de oliva .