'Casa del Rocío'
Nueva condena de casi dos años para Pacheco por regalar obras a una hermandad a costa de las arcas municipales
Se le considera culpable de prevaricación, falsedad en documento mercantil y fraude a la administración
La Sección Octava de la Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado al exalcalde de Jerez, Pedro Pacheco a un año y diez meses de prisión por el caso ‘Casa del Rocío’, por regalar a la hermandad de El Rocío de Jerez en Almonte unas obras «a costa de las arcas municipales, aprovechándose para ello de la posición que le conferían los cargos» que ostentaba entonces como edil de Urbanismo y primer teniente de alcalde. Lo considera culpable de los delitos de prevaricación, falsedad documental y fraude a la administración.
El exregidor ya cumple en la prisión de Puerto III una pena de cinco años y medio por colocar ‘a dedo’ a dos asesores además de otra –recurrida– de año y medio de cárcel por la venta irregular del solar municipal de la antigua estación de autobuses de Jerez.
En este caso, Pacheco ha sido declarado culpable de fraude a la administración y por ello se le condena a la pena de un año y dos meses de prisión y de seis años de inhabilitación especial para desempeñar un cargo público. Se le absuelve del delito de falsedad en documento oficial. Además, el tribunal ha considerado probado que el exregidor cometió un delito de prevaricación, valorando el atenuante de dilaciones indebidas, y también le condena a una pena de siete años de inhabilitación especial para empleo o cargo público.
Más condenados
Además, la sentencia de la Audiencia también condena al que fue gerente municipal de Urbanismo, Luis Cruz de Sola, a la misma pena de un año y diez meses de prisión y trece de inhabilitación por los mismo delitos. La Sección Octava también considera autor de un delito de fraude al que era hermano mayor de la citada hermandad, Francisco Gómez, al que condena a seis meses de prisión por cooperación necesaria.
Además, el delegado del Área de Recursos del Ayuntamiento, Miguel Ángel Bernal Soto, ha sido condenado a un año y ocho meses de cárcel por fraude y falsedad, mientras que otros tres cargos del Ayuntamiento de Jerez –los directores de los Planes Norte y Sur, Antonio Sánchez, Jesús Bellido y Ramón Rosa- también han sido condenados a ocho meses de prisión por delito de falsedad ya que visaron las facturas falsas por obras que no habían sido hechas. Por su parte, el constructor José Grimaldi ha sido condenado a ocho meses de cárcel, seis meses por falsedad en concurso con un delito de fraude, más otros tres meses por estafa.
Por contra, el arquitecto municipal y el gerente provisional, José Manuel Muñoz Alcántara y José Enrique Agüera, han sido absueltos de los delitos de los que eran acusados.
Según la sentencia, de 87 páginas, el exalcalde de Jerez «ideó y llevó a efecto las actuaciones necesarias» para que la hermandad pudiera reformar la casa, a costa de las arcas municipales.
Todo comenzó a principios de 2006, cuando el que era hermano mayor Francisco Gómez, «entregó personalmente» a Pacheco una carta solicitándole ayuda económica para acondicionar la casa con motivo del 75 aniversario de la hermandad en mayo de 2007. Para tratar esta situación, queda probado para el fallo que el propio Pacheco convocó a los miembros de la junta de gobierno de la citada hermandad a una reunión «en su despacho profesional» de la Gerencia de Urbanismo (GMU). A dicho encuentro en enero de 2006 acudieron además de Pedro Pacheco, el gerente Luis Cruz de Sola, el hermano mayor, otros miembros de la entidad religiosa y el arquitecto municipal. En esta reunión, el propio Pacheco «decidió que el Ayuntamiento de Jerez asumiera el coste íntegro de las obras y se elaborara por un técnico municipal el proyecto».
Así, una vez decidido el proyecto el arquitecto municipal comenzó a redactar el proyecto hasta que en enero de 2007 hubo un nuevo encuentro, en el que se habló sobre la financiación de las obras. Sobre lo que allí ocurrió se trató reiteradamente en sala ya que algunos de sus asistentes negaron haber estado.
Pues bien, el tribunal considera probado no sólo que se celebró esta reunión sino que en ella Pedro Pacheco decidió que fuera la Gerencia la que «financiara las obras mediante otras menores municipales ficticias, a lo que se opuso inicialmente Cruz de Sola, que finalmente aceptó la decisión».
Obras y facturas ficticias
Tras dar el visto bueno, lo siguiente fue como ha quedado probado, encontrar la financiación de dichos trabajos. Tras la desaparición de las denominadas 'brigadas de barrio', la Gerencia de Urbanismo se había hecho cargo de ciertas obras municipales. Así Pacheco y Cruz de Sola decidieron que la reforma «se financiase mediante la facturación falsa de las obras menores de los Planes Especiales Norte y Sur de Jerez» que entonces se estaban ejecutando a cargo de la Gerencia de Urbanismo, organismo que dirigía el propio Pacheco como edil responsable del ramo. Según precisa la sentencia, «su intención desde un principio era la no realización de estas obras menores a fin de destinar el dinero previsto para las mismas a financiar las obras de la casa de la hermandad en Huelva». Es decir, la forma de financiación elegida comportaba también, de modo necesario, que la decisión de tal facturación fantasma se llevara a efecto.
Una vez teniendo clara cómo se financiarían, el siguiente paso fue encargar la ejecución de la obra. Se eligió para tal fin a la empresa Jerecom, del constructor José Grimaldi, a quien se le dejó claro que la obra se pagaría «con facturas ficticias» en relación a las obras menores que no se iban a hacer. En este sentido, el tribunal considera probado que con objeto de saltarse los controles en cuanto a las adjudicaciones, el coste de la reforma se fraccionó «indebidamente» para elegir «libremente» al constructor, «con el que previamente se había acordado la ejecución de dichas obras y la no ejecución» de los otros trabajos previstos en barriadas. Grimaldi ha reconocido los hechos que se le imputan y ha participado de manera esencial en el esclarecimiento del caso.
Además, recoge la sentencia, que para este trámite no se hizo «expediente administrativo alguno y ni siquiera se cumplieron con los requisitos legales establecidos para contratos menores, «ya que no existió en ningún momento presupuesto de la obra ni crédito presupuestario ni aprobación del gasto», determina el fallo.
Las obras comenzaron a finales de febrero de 2007 y, durante su ejecución, el tribunal da por válido que hubo al menos dos técnicos municipales que se desplazaron «en varias ocasiones» a Almonte «para asesorar técnicamente a la propiedad». La reforma finalizó el 20 de mayo de 2007 y su coste fue finalmente de 123.627,55 euros.
Cada una de las facturas ficticias se acompañó de un escrito de conformidad o visado en el que se hacía constar «falsamente» que por la empresa Jerecom, Confosur o Alcazar Excavaciones, según el caso, se habían ejecutado esas obras también ficticias. Para ello tuvieron que contar con la connivencia de los técnicos responsables de dichas áreas. Esos visados se remitieron con las facturas al departamento de contabilidad de la Gerencia pero nadie los terminó registrando hasta que tras las elecciones de mayo de 2007, con el cambio de gobierno en Jerez, se detectaron en el departamento de fiscalización. De ahí surgió la denuncia que terminó con este caso en los tribunales.
Durante el juicio Pacheco alegó que el constructor se había «tirado a la piscina sin ningún papel», e hizo las obras «confiado» de que «seguramente cobraría» al ser «cliente» el Ayuntamiento, por aquellos momentos ya gestionado por el PSOE.
Por otra parte, para el tribunal no queda acreditado que la aportación en la causa de Grimaldi fuera por venganza o por interés como estrategia de defensa ya que al asumir los hechos reconoce también su participación en los mismos. Además, añade, hay datos objetivos que lo refrendan y cree que la animadversión del constructor porque retiraron a su empresa de la contratación de obras menores del municipio hubiera sido contra la exalcaldesa Pilar Sánchez y no contra Pacheco, ya que fue la primera la que tomó tal decisión.
Esta sentencia no es firme y cabe interponer recurso de casación.
Con esta nueva condena de año y diez meses, Pedro Pacheco sumaría en total diez años de pena de cárcel, aunque mantiene recurrida ante el Supremo la de año y medio por el caso de la vieja estación de autobuses.
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