Semana Santa Jerez 2022

La lluvia dio tregua y Jerez pudo disfrutar del Martes Santo

Seis de las siete cofradías decidieron realizar estación de penitencia a la S.I. Catedral. Tan solo la hermandad de la Defensión se quedó en su templo

Miguel Guerrero

La amenaza de la borrasca ‘Evelyn’ reinó el Martes Santo . No obstante, el tiempo no acabó siendo óbice para que las cofradías salieran a las calles, eso sí, con modificaciones como el retraso de una hora en el paso por palquillo de la jornada. Tan solo la hermandad de la Defensión decidió no salir, sustituyendo su estación de penitencia a la S.I. Catedral por el rezo del Vía-Crucis en el interior del Convento de Capuchinos.

La clave de la jornada se encontraba en la salida de las primeras hermandades. Cuatro cofradías debían poner sus cortejos en las calles en la horquilla que abarca desde las 14:50h. hasta las 16:00h. Finalmente, alrededor de las 15:00h., se decidió retrasar toda la jornada una hora. Así, se conseguiría salvar los chaparrones que a esa hora de la tarde caían sobre la ciudad.

Una vez pasados estos, los partes eran más favorables y las primeras hermandades decidían salir a las calles. A las 16:15h., casi una hora y media después de lo que estaba previsto, la cruz de guía de la Bondad y Misericordia se encontraba en el dintel del santuario de María Auxiliadora. Esta cofradía, cuyo paso de misterio representa la escena del lavatorio de pies, pudo estrenar la jornada del Martes Santo y pisar por primera vez la Carrera Oficial y la Catedral. El problema en su candelabro trasero izquierdo quedó en anécdota ante la trascendencia histórica del día para la hermandad.

En la misma tesitura, tan emotiva, se encontraba la hermandad de la Salvación, la segunda de las cofradías que se estrenaron en esta jornada. La ilusión y las ganas no se vieron truncadas por la lluvia, que había hecho acto de presencia a lo largo del día. No obstante, cuando en la parroquia de Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro se vislumbraron los primeros nazarenos, ya el cielo lucía de forma mucho más favorable.

El barrio de San Benito aplaudió de forma intensa la salida del Santísimo Cristo de la Clemencia y del palio majestuoso de María Santísima de la Salud y Esperanza. La enorme devoción con la que esta hermandad cuenta entres sus vecinos hicieron que estos se volcaran con su hermandad. Los tres años de rezos a sus sagradas imágenes en el interior de la parroquia hicieron más emotivas las estampas que la cofradía dejó por su barrio.

También tuvo que salir más tarde de lo previsto, al igual que todas las del día, la hermandad de San Rafael . Y, de la misma forma, se vio obligada a recortar el recorrido de ida para cumplir con los nuevos horarios de paso en palquillo. La contraprestación merecía la pena: disfrutar de Nuestro Padre Jesús de la Salud, cargando con la cruz vuelta a cuestas, en las calles de Jerez.

La primera parte de la jornada se había logrado salvar con solvencia. Comenzaba entonces la expectación de qué sucedería con las tres hermandades que aún debían echarse a las calles: Desconsuelo, Amor y Defensión. Las dos primeras decidieron sumarse al resto y salieron una hora más tarde de la hora prevista inicialmente. En cambio, la Defensión decidió quedarse en su templo.

Estalló el júbilo en la plaza de San Mateo cuando tanto el paso de misterio como el paso de palio salvaron la complicada salida. La estrechez de las dos puertas de la iglesia dejaron momentos de enorme interés, con desenlace feliz. Sonaron en la plaza las primeras saetas del día para Nuestro Padre y Señor de las Penas y también para María Santísima del Desconsuelo. En el varal derecho primero del palio, la hermandad colocó un lazo con la bandera de Ucrania, pidiendo así por la paz en este país y en el mundo entero.

Que el tiempo respetase, hasta aquel momento, permitió que un año más Jerez saliese al encuentro de la mirada perdida de Nuestra Señora de los Remedios, una de las dolorosas más ilustres de la ciudad. Una mirada que buscaba , en el paso de misterio, a su Hijo crucificado, el Santísimo Cristo del Amor. Le antecedía el paso de Nuestro Padre Jesús del Cautivo, que estrenaba tanto los faldones como parte del dorado.

Sobre las 22:30h, comenzó a llover, generando momentos de incertidumbre entre las juntas de gobierno. Finalmente, todas las cofradías que salieron se volvieron ayer tras refugiarse en los distintos templos, recogiéndose la última -la hermandad del Amor- pasadas las tres y media de la madrugada. La Clemencia fue la única que no regresó a tu templo. Lo hará el Domingo de Resurrección desde la capilla del colegio San José.

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