Seguridad Ciudadana

Hurtos cariñosos, falsos revisores y robo de las pensiones, los delitos a los que se enfrenta la tercera edad

Consejos, advertencias, y mejores líneas de comunicación con los mayores evitarán que estas personas tengan que hacer frente a los desaprensivos que se aprovechan de su vulnerabilidad

Los delincuentes se aprovechan de la vulnerabilidad de este colectivo E.C.

Elena Carmona

Siempre dicen que la edad es un grado, pero hay ocasiones donde esa edad se convierte en la tentación de muchos desaprensivos y delincuentes que fichan a personas con más de 65 años para estafarles, robarles o hacer un uso fraudulento de sus datos. Desde la Comisaría de la Policía Nacional de Jerez consideraban más que necesario llevar a cabo una campaña informativa a través de entidades vecinales, centro sociales y distintos colectivos para que esos mayores tuvieran a su mano la información necesaria que permita que no entren por el aro de aquellos que buscan robarles la pensión, o hacerse con sus datos personales o simplemente saquearles la casa.

Las artimañas elegidas por los delincuentes son tanto en la vía pública como en el propio domicilio de su presa. En estos días, por ejemplo, ha aparecido una nueva estafa de personas que se hacen pasar por miembros de una ONG española que ofrece un supuesto servicio de telasistencia. Este fraude iba dirigido a personas mayores de 65 años que se enfrentaban a un hombre y una mujer que se hacían pasar por personal de dicha organización portando un carnet falso y ofreciendo a sus víctimas un servicio de teleasistencia por el cual tienen que abonar una cantidad económica determinada.

Al tratarse de grupos organizados itinerantes se prevé que estas personas también puedan actuar en los municipios del entorno de la localidad jerezana, así como en Cádiz capital.

Frente a este tipo de actuaciones, desde la Policía Nacional intentan dejar bien claro que dicha ONG, que ofrece este importante servicio a la población de avanzada edad, siempre actúa de la misma manera: estableciendo cita previa con los interesados para acceder al domicilio a instalar la teleasistencia; llevan a cabo reuniones previas con el mayor y sus familiares para valorar y alcanzar un acuerdo sobre el servicio, así como nunca pedirán dinero al contado, ya que siempre va domiciliado por cuenta bancaria.

Para este tipo de avisos, la Policía Nacional se apoya en las federaciones de asociaciones de vecinos en el municipio de Jerez con quienes realizan distintas campañas informativas. Con ello buscan «evitar males mayores», a través de la difusión de estas alertas que proceden de una fuente oficial y no de un simple envío masivo de whatsapp, como suele ser habitual. Como ejemplo de esta difusión para dar información a los mayores también está la iniciativa de las charlas que han venido impartiendo a lo largo del pasado mes de octubre donde unas 800 personas de edad avanzada recibieron consejos de seguridad de forma directa.

Sobre la mesa se pusieron cuestiones como los falsos revisores, los robos tras el cobro de la pensión, los carteristas y los hurtos amorosos , entre otros. Tras estas conferencias los mayores se iban con una idea más clara de cómo actuar ante una llamada al telefonillo o una persona que les para por la calle y podría querer dar el cambio de gato por liebre, sin darles opción a reaccionar o a alertar a los agentes de policía.

Según indicaban desde el CNP, en estos momentos existe una mayor incidencia de los hurtos cariñosos, falsos revisores y las pensiones a la hora de cobrarlas. De ahí que fuera necesario llevar a cabo esa campaña informativa a través de las conferencias, los medios de comunicación y el hilo directo con las entidades vecinales y los centros sociales.

En todas las ciudades hay una serie de delincuentes que tienen como objetivo principal el colectivo de los mayores porque son personas más vulnerables, con menos reflejos, menos acceso a la información… Los principales delitos que se pueden encontrar, por ejemplo, cuando están en casa, son los «falsos revisores de gas, luz, agua». Tanto es así que hace solo unos días a la Comisaría llegaba la denuncia de una señora mayor en la zona de Madre de Dios donde un falso revisor de la luz acudía a mirar el contador, los radiadores y acababa robándole de todo.

Entre los consejos para las mujeres reclaman que lleven el bolso en bandolera E.C.

En el domicilio

Lo más cotidiano son los falsos revisores del gas, que es lo que «más miedo le da a las personas mayores. Es que usted tiene una fuga y puede salir volando, o la alcachofa está mal, le rajan la goma…», explican desde la Comisaría. Entonces le hacen un arreglo y le cobran por el arreglo (que han falseado) o entretienen a la víctima y mientras entra otro que le va desvalijando la casa . Para informar a los mayores, la policía les explica cuándo tienen las revisiones. Si tienen gas canalizado –que es cada dos años y viene a través de la empresa donde esté canalizado, llaman por teléfono y advierten de la visita del técnico, llegando incluso a decir el nombre del mismo, y en caso de avería no piden dinero en efectivo , sino que te lo cobran con la factura del gas por el banco- . Con la bombona de butano la revisión es cada cinco años y el propio usuario tiene que buscarse la vida para que le hagan una revisión.

Muchos de los que cometen el fraude son técnicos de gas porque en la cárcel se sacan los módulos y tienen la titulación, que utilizan con empresas piratas o que están estafando. Los mayores «nunca jamás deben abrir la puerta a quien se presente en su domicilio para revisar alguna instalación; siempre deben tener a alguien en casa cuando venga algún revisor. Y si hay que comprobar si son verdaderos, llamemos a un teléfono que busque el dueño del domicilio y compruebe con la empresa que ofrece el servicio, y si ven a sospechosos por el entorno que llamen al 091 para que identifique a quienes hacen esas falsas revisiones».

En domicilio también suelen presentarse personas que dicen proceder de organismos oficiales, que no suelen pedir dinero, sino que piden información para arreglar la documentación para que su víctima pueda acceder a un «supuesto desfase» que hay en el cobro, por ejemplo, de su pensión. «A la gente se le hace los ojos chiribitas solo pensando que va a tener más colchón en la pensión. Juegan con la necesidad de la gente». Nunca ningún organismo va a ir a domicilio a arreglar un papel porque suelen avisar por carta de cualquier error que haya que subsanar. «No deben dar ni la tarjeta ni el DNI porque pueden usar esos datos para una estafa o para contratar líneas telefónicas»

La Policía ofrece una serie de consejos para evitar que les roben la pensión E.C.

Los timos

Los mayores también son objetivo para aquellos que se dedican a los timos . El de la estampita y el del tocomocho siguen funcionando. Adrián y Rocío han sido los encargados de impartir estas charlas a los mayores. La diferencia está en que hoy en día cambian los protagonistas y aparece una persona que dice encontrarse en situación irregular y que por ello no puede cobrar un décimo de lotería que ha resultado ganador y que está valorado en 10.000 euros; aparece un gancho con el periódico y confirman el número del cupón; y entonces se le plantea a la víctima la posibilidad de que ella vaya a cobrarlo bajo el pago de la mitad del cobro al timador. Un ejemplo en el que aún siguen cayendo muchas personas a pesar de que existe mucha información y que se trata de un timo conocido.

En las oficinas bancarias

Los mayores también deben estar alerta a la hora de acceder a la oficina bancaria para cobrar a la pensión . Son una presa muy sencilla desde el punto de vista en que llegan el mismo día que la cobran, a primera hora de la mañana, cuando ya hay gente que se dedica a vigilarlos y a estar pendientes de sus movimientos: cuánto sacan, dónde se lo meten, para buscar cualquier momento de roce y de empujón, para quitarte el dinero.

Hay gente que vive de eso: de sustraer el dinero que haya podido sacar su víctima del banco. Por eso, los agentes policiales aconsejan a los mayores que no se retiren del mostrador sin terminar la operación y guardar el dinero; y si es en bolso, debe ir en bandolera, llevarlo delante y no ir después a un lugar con bulla.

El modus operandi de estos delincuentes se centran en dos personas controlando: uno dentro y otro fuera del banco, y mujeres en el exterior que hacen de carterista. «No se ve raro si se te pone una mujer pegada en un puesto», por ejemplo, preguntando por cuánto vale el kilo de ternera o quién es la última, o si hoy tiene oferta en las lechugas. Por eso, los mayores deben «desconfiar de quien intenta el contacto mínimo, con un pequeño empujón».

También dentro de los cajeros está el método de la siembra , que tiene como objetivo a los mayores de 65 años, a los que se les sustrae las tarjetas bancarias en los cajeros. Mientras la víctima saca dinero, uno que tiene detrás observa el número secreto de la víctima cuando opera en el cajero; colocan 10 o 20 euros en el suelo junto a la víctima, espera a que termine la operación y retire su dinero y justo antes de retirar la tarjeta de la ranura, le tocan la espalda, llaman su atención con la excusa del billete y mientras la víctima se agacha, cambian su tarjeta por otra de similares características. Los delincuentes en cuestión de segundos ya tienen la tarjeta y el pin, mientras que la víctima no se ha percatado de ningún movimiento. Entre los consejos, la Policía pide que no se pierda de vista en ningún momento ni el dinero ni la tarjeta.

Hurto amoroso

Ahora está muy de moda el conocido como «hurto amoroso», del que apenas se recibe información porque «la gente por vergüenza no denuncia». En Jerez se tiene constancia de casos en diferentes zonas de la ciudad, desde la avenida Europa, hasta la barriada de La Coronación, pasando por la zona centro, junto a Correos. Son muchas chicas jóvenes las que se han insinuado a señores mayo res , que al final lo que se han llevado es el abrazo y un disgusto importante al percatarse que ya no llevaba la cadena al cuello. En los datos de la Comisaría existen varios perfiles de mujeres que se dedican a insinuarse a hombres de una edad avanzada, así como también hay constancia de otro tipo de delincuentes que buscan la empatía en la víctima de distintas maneras: o haciéndose pasar por un primo al que hace tiempo que no ves y te dan varios abrazos ; para que al final se acaben dando cuenta de su confusión o hasta aquellas que van directamente a la víctima y le preguntan por el hospital, haciéndolo de manera apurada, cuando le dan la información, abrazan a su presa y así le quitan la cadena, el reloj o lo que encuentren.

Los delincuentes buscan a víctimas mayores de 65 años a las que poder estafar E.C.

Incluso los hay que en deferencia por el buen trato recibido regalan una cadena, valorada como una baratija, que en cuestión de segundos han colgado del cuello de su víctima y se han apropiado de la que llevaba colgando.

Como estos delitos también están los gorrillas que asiduamente acuden a la misma zona y donde ven a las mismas señoras mayores tomando café y le reclaman que le den algo de limosna. En ocasiones, las situaciones se han puesto tensas llegándoles a escupir, insultar y amenazar. También, pero con menor incidencia, continúan los tirones de los bolsos, para lo que se aconseja que «no hagan frente» porque las consecuencias de una caída puede ser peor que el valor de lo que llevan en ese bolso.

Como conclusión ante los delitos a los que se pueden enfrentar los mayores, desde la Comisaría piden que siempre llamen a la policía para cualquier cosa y que no duden en hacerlo.

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