Semana Santa Jerez
Esplendoroso Miércoles Santo con pleno de cofradías en las calles de Jerez
La meteorología, a diferencia de los dos días anteriores, acompañó para que las seis hermandades hicieran estación de penitencia a la S.I. Catedral
Tras dos jornadas en las que la lluvia hizo acto de presencia, por fin se deparaban partes meteorológicos favorables para el M iércoles Santo. Día, por tanto, tranquilo en cuanto a la meteorología. Fue una jornada hasta cierto punto nublada en la que el sol se entremezclaban con esas nubes mientras las seis hermandades se encontraban en las calles de Jerez. En el caso del Miércoles Santo, los cofrades que realizan estación de penitencia en esta jornada tenían, si cabe más ganas todavía, pues hay que recordar que el tiempo truncó las salidas del año 2019.
La primera en salir fue la hermandad del So berano Poder, para cumplir un año más con su proeza: desde su barrio de la Granja hasta el centro de la ciudad. Alrededor de doce horas –desde las 14:50h. que salió el cortejo desde la parroquia Santa María Madre de la Iglesia hasta las 2:35h. que regresó- de devoción a Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder. Su barrio y Jerez arroparon al formidable paso de misterio en todo momento, tanto en los momentos en los que la cofradía recorrió más rápido las largas avenidas como cuando se vivieron momentos más pausados ya en las calles céntricas.
Poco después, se abrieron las puertas de la parroquia de las Viñas para que la hermandad del Consuelo del Pelirón comenzase su estación de penitencia. Tanto la salida como la recogida de la cofradía en este templo fue una de las novedades de la jornada. Se vivirá, probablemente, también en años posteriores, hasta que estos cofrades vean cumplido su sueño y se haya construido su capilla en el barrio del Pelirón. Destacó de manera muy especial el saludo de Nuestro Señor del Amparo y de María Santísima del Consuelo al convento de las hermanas de la Cruz, muy vinculadas a la corporación y que es su sede provisional mientras se construye la capilla.
Desde el barrio de San Mateo, se echó a las calles en esta jornada la segunda de las hermandades de este ilustre barrio jerezano. La hermandad de Santa Marta puso su cruz de guía en una plaza que esperaba abarrotada la salida de la cofradía, esperando al misterio y a Madre de Dios del Patrocinio. El conjunto escultórico del paso de misterio mostraba un detalle muy especial. El luto que impera entorno al Santísimo Cristo de la Caridad fue más intenso. Penas y Lágrimas de María Santísima , Santa Marta y el resto de imágenes del misterio lucían ropaje completamente negro, en homenaje a todos los fallecidos tanto por la pandemia como por otras tragedias como la guerra.
Y en esta jornada del Miércoles Santo, Jerez se reencontró con varias de sus grandes devociones en las calles. La primera, Nuestro Padre Jesús de la Salud en sus Tres Caídas. De nuevo, miles de jerezanos y jerezanas se agolpaban tras los pasos del Señor caído implorando salud para ellos y los suyos. Este fue el segundo año en el que el Santísimo Cristo de la Salud pudo procesionar por la ciudad. El año 2018, el último en el que la cofradía salió a las calles, fue el del estreno. Por tanto, ha habido que esperar demasiado para presenciar el llanto de María Santísima de los Dolores. Por ello, los cofrades disfrutaron de manera sublime con las estampas que ofreció la Virgen, sobre todo, cuando salió de Catedral y regresó a su templo. Esa parte del recorrido le sienta de manera espectacular al maravilloso palio de los Dolores.
Al otro lado del centro, la Virgen lloraba también por calle Medina bajo un palio azul turquesa. Contemplaba, al igual que lo hacían los jerezanos, a su Hijo siendo flagelado. Desde la parroquia de los Descalzos procesionó la hermandad de la Amargura. El imponente paso de misterio de la Sagrada Flagelación de Nuestro Señor Jesucristo salvaba las estrecheces de las calles del centro buscando la Carrera Oficial. En el recorrido de vuelta, uno de los momentos culmen de la cofradía y de toda la Semana Santa fue la revirá en la plaza de las Angustias de María Santísima de la Amargura con la marcha “Amarguras”. Cientos de cofrades quisieron contemplar la vuelta de este momento tan jerezano.
Por último, desde el flamenco barrio de Santiago, se demostró que sus vecinos tenían ganas de cantarle a Nuestro Padre Jesús del Prendimiento. Hubo numerosas saetas a la salida de la cofradía y durante todo el trayecto. El Miércoles Santo es uno de los días más grandes de Santiago, y de Jerez. Porque el Prendimiento es Jerez. La exquisitez del misterio se extiende al palio. María Santísima del Desamparo, la vecina más flamenca del barrio, derramó su gracia por las calles por las que pasaba. La restauración del palio está dotándole de mayor magnificencia, si cabe.
De nuevo, Jerez disfrutó de una de sus jornadas más insigne con un Miércoles Santo esplendoroso.