EL PUERTO
Jueves Santo en El Puerto: Que nunca falte la Humildad, que no se acabe la Paciencia
Más de 400 años de historia abanderan a una cofradía que hace algo más de un lustro tuvo que trasladarse de la Capilla de la Aurora al Convento del Espíritu Santo
Un lustro se cumple ya desde que la Real, Muy Antigua y Fervorosa Hermandad del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, Nuestra Señora del Desconsuelo, San Juan Evangelista y San Pedro en sus tres negaciones lleva a cabo su cortejo procesional desde el Espíritu Santo , un Convento que gracias a sus Hermanas Comendadoras es todo un ejemplo de fe y resistencia en épocas de crisis como la que en la actualidad se vive debido al Covid-19. En 2020 ha tocado esperar y no por culpa de esas inclemencias meteorológicas que tantas veces le azotaron en el pasado.
Por aquel entonces, la 'Hermandad de Barrabás y Martillo', previo paso por la Iglesia Mayor Prioral, se trasladó a su nuevo hogar debido al estado ruinoso en el que se encontraba la Capilla de la Aurora , su capilla.
Siempre con Humildad, siempre con Paciencia. Y siempre con la cabeza alta y el corazón abierto, pues esta cofradía del Jueves Santo portuense se ha encargado de demostrar año tras año desde que se fundara en 1.610 en el Monasterio de Santa María de la Victoria, la primera de sus sedes. Mucha historia (El Rey Don Alfonso XIII fue nombrado Hermano Mayor Honorífico en el año 1927) en más de 400 años de fe y devoción.
Con el morado y blanco como emblema y una agrupación musical creada por hermanos de esta cofradía y que acompaña bajo el mismo nombre al Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia en los últimos años, su salida procesional se hubiese llevado a cabo este Jueves Santo entre las cinco de la tarde y las 23.15 horas.
2021 será más diferente que nunca porque será el momento de volver a la calle Zarza para dejar su impronta en las Bodegas Obregón. O volver a pasar por su Capilla de La Aurora antes de hacer la Estación de Penitencia en la Basílica Menor de Nuestra Señora de los Milagros. Todo ello sin olvidar el camino por La Placilla o la presencia por calles como Albareda, Chanca, Ángel Urzáiz y Espíritu Santo, las calles de su nuevo hogar.
Esta vez tocaba ver en directo al restaurado romano de Castillo Lastrucci, gracias a la labor de Daniel Herrera y Blanca García. Un paso más en la reconstrucción de un paso de misterio (sólo queda la restauración del segundo romano tras ser restaurados también Barrabás y Martillo) que no sale al completo desde el año 2013. Tras ellos, el palio de Nuestra Señora del Desconsuelo.
Consuelo no faltará teniendo cerca al Desconsuelo . Y la Paciencia no se marchará porque Humildad nunca le falta.