«Mi hermana se ha ido haciendo lo que más le gustaba, viajar»
Humberto Jiménez, hermano de Esperanza, la portuense fallecida en Brasil, desistió ir con ella por la falta de seguridad del país carioca

Habían pasado las seis y cuarto de la tarde de este lunes cuando Humberto Jiménez recibió por teléfono una de las peores noticias que podía tener. «Me llamó mi hermano. Me dijo que habían tenido un accidente muy grande y que Esperanza había fallecido de un tiro en la cabeza». A casi cinco mil kilómetros de distancia y entre el dolor, la conmoción y la incertidumbre es difícil digerir algo como que la Policía haya matado a un ser tan querido y que no puedas hacer nada. La vida de la conocida empresaria portuense Esperanza Jiménez se iba en la favela la Rocinha de Brasil porque, según la versión oficial cuestionada por los testigos, se saltaron un control policial en Largo Boiadeiro . Los agentes, inmersos en los peligrosos ajustes de cuentas entre narcotraficantes, abrieron fuego contra el coche en el que viajaba Esperanza junto su hermano José Luis, su cuñada y un ciudadano italiano sin saber quién iba en su interior. En ese mismo instante, en El Puerto, dejaban a una familia rota de dolor.
Jubilada desde hace años, Esperanza, una mujer de enorme vitalidad, se había dedicado a viajar por el mundo, a cumplir su sueño de conocer nuevos lugares con quien quisiera acompañarla en la aventura. « Siempre andaba liada preparando el nuevo viaje …», cuenta su hermano. «Hacía unos veinte días había estado en Malaui, atravesando el lago, y ahora tenía previsto ir a Estados Unidos con una amiga». Humberto, quien todavía está digiriendo lo ocurrido, iba a ir a Brasil con ella. «Me lo contó pero le dije que no porque allí la vida no vale nada, no hay seguridad y me quedé aquí».
«Amaba viajar y al final se ha ido haciendo lo que más le gustaba…», cuenta emocionado el hermano que además, nada más conocer la fatal noticia, tuvo que ponerse a localizar a las dos hijas de la fallecida que residen en Alemania y en Mallorca. «Es muy duro para todos». Una de las jóvenes se encontraba además de viaje en Bali y su localización ha sido más complicada aún.
Ahora no dejan de recibir noticias según avanza la investigación por la prensa. Para Humberto es «extraño» que la bala como han dicho entrara por un lado del vehículo y le diera a su hermana en el cuello cuando ésta viajaba en el centro. «No sé cómo le pudo dar», se pregunta. «Es todo muy raro. Dicen que no se saltaron ningún control porque de hecho ya habían visto la favela, empezó a llover y llamaron para que les recogieran. Ya se estaban marchando ».
De momento siguen a la espera de que las autoridades brasileñas les permitan repatriar el cadáver de Esperanza. La Embajada de España en Brasil y el Consulado en Río de Janeiro están respaldando a los familiares de la víctima allí e intentando que la investigación abierta esclarezca de verdad las circunstancias de tan trágico final. «Es muy difícil hacerte la idea así, a tantos kilómetros y sin poderla ver…».
Humberto dice que se ha ido «la simpatía de la familia», que su hermana Esperanza era una gran mujer, trabajadora incansable, extrovertida y ansiosa de conocer mundo. «Un día me dijo que ella quería viajar toda la vida hasta que se muriera… y así ha sido» .
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