EL PUERTO
«Vi como el campanario y la veleta se vinieron abajo, fue impresionante»
Eran más o menos las cuatro de la tarde cuando en la calle Durango se escuchó un estruendo. «Algunos pensaron que se trataba de un terremoto», cuenta una vecina. Pero no. Uno de los cuatro castilletes que quedan en El Puerto se venía abajo . Una torre de dos aguas de una gran valía histórica cedía y se precipitaba sin causar ningún herido.
«No pasó nada pero fue un susto tremendo». Allan Mitchell, un canadiense afincado en la ciudad lo vio todo. «Escuché el ruido y cuando me asomé no me lo podía creer. De repente ví como el campanario y la veleta se caían », recuerda. «Tal y como estaba, es normal que pasara. De hecho sigue habiendo una grieta enorme». Además este vecino alerta de que aún estando sujetas hay quien desmonta los puntales y se los lleva para venderlos como chatarra.
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