Alejo Vidal-Quadras:

«Adoptar como socio al nacionalismo identitario y transformar una monarquía en una partitocracia, dos errores de los últimos 40 años»

El que fuera vicepresidente del Parlamento europeo participa en el Aula de Cultura de Vista Hermosa con la charla ‘España 1978-2020. Aciertos y errores de cuatro décadas'

Alejo Vidal-Quadras y algunos de los asistentes

Elena Carmona

Con muchísimo sentido del humor, el que fuera vicepresidente del Parlamento europeo, Alejo Vidal-Quadras impartía una conferencia en el Aula RCG Vista Hermosa, sobre la ‘España 1978-2020. Aciertos y errores de cuatro décadas ’. Con un aforo casi al completo, aludía a la presencia del ministro Fernando García Marlaska ante las interferencias que estaba planteando el sistema sonoro, metiéndose en el bolsillo a una audiencia que estaba deseosa de escuchar sus planteamientos. El que fuera presidente del PP catalán, y que consiguiera los mejores resultados de este partido en Cataluña fue esquemático, incisivo a la vez que contundente a la hora de dibujar un contexto general en este país que ya era «preocupante antes de la pandemia . Nuestra democracia liberal es el más logrado de los sistemas políticos de la historia de la humanidad y aunque conseguía un proceso sin precedentes, es perfectible».

Vidal-Quadras aseguró que el sistema requiere reformas que «eviten abusos y supongan mejoras sustanciales». En ese sentido afirmó que el sistema está siendo «cuestionado, estigmatizado y violentamente agredido de manera sistematizada por foros y partidos que bajo el pretexto de buscar soluciones lo único que tienen como fin es la destrucción de nuestra democracia». El modus operandi de estos foros y partidos es «sustituir los presupuestos éticos, los valores, las estructuras constitucionales por otros que lejos de corregir, laminan las libertades y generan problemas». Por ello, considera que la situación actual de España es de «extraordinaria gravedad y hace prever un futuro oscuro para la democracia».

Planteó entonces tres aciertos y dos errores en estos últimos 40 años de historia. Como acierto, la Transición en sí, considerada como un ejercicio ejemplar de generosidad, patriotismo y sin precedentes: «Se cerraba un pasado sin rencor y apertura a un futuro cuajado de esperanza«, alumbrando la que «podía haber sido la mejor Constitución que pudo haber tenido España desde 1812». Se apagaron fuegos como el religioso y el militar, pero quedaba pendiente «la materialización del sentimiento nacional», donde País Vasco y Cataluña tenían un papel importante. Un segundo acierto era la recuperación de la monarquía parlamentaria y democrática como forma de Estado . Alejo Vidal-Quadras se refirió a las «campañas de descrédito y demagógicas de quienes quieren liquidar España», señalando el Ave de la Meca, que «no tiene recorrido jurídico» o los «posibles errores en la vida persona del Rey Emérito que languidecen frente a los servicios dados», poniéndolo incluso como uno de los cuatro mejores reinados de la nación, a la altura de Carlos I, entre otros.

El tercer acierto fue la incorporación a la Unión Europea, que representó la «plena homologación con el mundo occidental democrático».

En cuanto a los errores señaló uno de carácter moral y político: «considerar al nacionalismo identitario una política a la que se puede tratar con igualdad, adoptarla como socio y confiar en que cumplirán sus pactos. Eso es un error». Y en segundo lugar señaló la transformación gradual y continua de la monarquía en una partitocracia ». Ambos errores han deteriorado la democracia, las cuentas públicas están desequilibradas y el Parlamento fragmentado, sin consenso con gobiernos débiles que tienen como objetivo liquidar la democracia. Esa particocracia «corrupta» venía provocada en 1985 con la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que permitió el reparto de órganos constitucionales y reguladores por cuotas de partido.

Repasó acontecimientos como el 23F o la ofensiva independentista de Cataluña, criticando a los últimos jefes de Gobierno de España y a los máximos responsables de los partidos políticos que no son conscientes de las «necesidades que agobian a la ciudadanía y no las atienden con sentido de Estado y con altura de miras». El ex vicepresidente del Parlamento europeo quiso terminar con un mensaje de ánimo «insuflando en la nación el hálito poderoso de la fe, la confianza en las posibilidades porque todos los que estamos somos españoles porque queremos serlo y para conservarla hay que bajar la mirada a quienes pretendan arrebatárnosla».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación