Chiclana de la Frontera

El levante no impide vivir un gran sábado de feria en Chiclana

Muchos gaditanos de otras localidades aprovecharon el día para disfrutar en la Feria de San Antonio

Ambiente en la portada de la feria J.M

Jesús Mejías

Llegó el levante al Real de Las Albinas del Torno y lo hizo para quedarse. Segunda jornada de feria en Chiclana de la Frontera marcada por el fuerte viento, incluso con mayor fuerza que el viernes. Con el inicio del fin de semana, la afluencia aumentó desde primeras horas, aunque como en días anteriores, a medida que fueron transcurriendo las horas y bajaban las temperaturas, los chiclaneros y foráneos se dejaban ver por el recinto ferial.

La noche del viernes fue larga. Muchos no tenían que madrugar al día siguiente y las casetas con tintes poco feriantes, parecían más discotecas que una tradicional caseta de feria, tomaban el control. El reguetton se imponía a las sevillanas y comenzaba un fin de semana muy intenso de feria en Chiclana que tendría su segundo capítulo en el sábado.

Una cuarta jornada que comenzó como las anteriores, con la gran mayoría de atracciones cerradas y muchas casetas recuperándose de la fiesta de la noche anterior. Los más jóvenes dormían mientras que los más madrugadores volvían a acercarse al recinto ferial para degustar un buen almuerzo marcado por el viento y el calor, y que era combatido con el vino y el rebujito.

Si el jueves había sido la mujer y el viernes el vino, el sábado se pudo considerar como el día en el que el caballo cobró protagonismo. El recinto Ecuestre Equimar , inaugurado la noche anterior, albergaba una carrera de cintas a las 17.00 horas y a las 22.00 tenía lugar el espectáculo Locura Flamenca y también se producía un espectáculo del equipo nacional de volteo Cortijo Guerra que era presenciado por multitud de asistentes.

Los platos de jamón, gambas y flamenquines se apreciaban en las casetas. Muchos gaditanos de otras localidades aprovechaban la jornada del sábado para acercarse a la feria. Eduardo y Paqui, dos vecinos de La Isla comentaban que «hemos venido hoy a comer porque está esto bastante tranquilo».

«La feria de San Fernando este año no nos gusta, así que hemos aprovechado hoy para venir».

La temperatura no bajaba y el levante continuaba azotando fuerte, provocando en algunos momentos que andar por el recinto ferial fuera casi una odisea.

Antonio es feriante y lleva, como dice, «toda la vida en esto».

«Hoy tiene que ser un día fuerte para nosotros, más que el lunes que es el Día del Niño», y el motivo de su predicción no es otro que «muchos padres traen por última vez a sus hijos el sábado y ya el domingo se van a la playa porque el lunes es fiesta».

«No sabemos si con el levante van a venir más tarde o incluso si van a quedarse en casa, pero de momento la cosa está flojita».

«A lo mejor el lunes se anima, pero como es algo nuevo, tampoco tenemos la certeza de que se vaya a llenar«, aunque si tiene claro que «la gente tiene ganas de feria, eso se nota».

Las ganas de feria y de disfrutar de la propia vida, que durante dos años ha sido bastante complicado, es una realidad. Ana y Mari Carmen , hermanas, viven su primera feria como mayores de edad.

«Cumplimos dieciocho años en mayo y como la pandemia empezó en marzo nos quedamos sin feria, y ahora con veinte estamos disfrutando como nunca».

Bromean señalando que «para nosotros esta es nuestra feria con dieciocho años, estos dos años los dejamos atrás».

A medida que fueron bajando las temperaturas, y como en días anteriores, el ambiente mejoró en en la Feria de San Antonio. Muchos jóvenes de otras localidades comenzaban a aparecer con bolsas llenas de bebidas alcohólicas, como ocurre habitualmente en todas las ferias de la provincia.

Las sevillanas le pasaron el testigo al reguetton, la noche llegó y los chiclaneros y foráneos de otras localidades vivieron una gran jornada de sábado, el principio del fin de una feria apasionante en Chiclana.

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