Denuncian la acumulación de residuos y escombros en El Marquesado

Toneladas de muebles antiguos en mal estado, latas vacías de pintura, aparatos eléctricos obsoletos, envases de plástico, colchones y otros residuos orgánicos se amontonan en Camino de la Paloma de la Paz , una de las principales y más concurridas vías de El Marquesado que, además, sirve de conexión entre la Carretera del Marquesado y la Carretera Pinar de los Franceses. «El mal estado de los contenedores en muchas áreas se está convirtiendo en una pesadilla, las personas que hacen esto deberían ser sancionadas», reclama Jacky, residente de la zona. Si la preocupación por la deposición y recogida de basuras ya era un tema recurrente en El Marquesado , ahora la población del diseminado lamenta –aún más– los hechos denunciados ante la crisis sanitaria acontecida por la irrupción del coronavirus y la necesidad de aumentar las medidas de higiene.

«He escrito a Chiclana Natural para denunciar la situación», explica Jacky. Sin embargo, otros vecinos no parecen entusiasmados ni conformes con la denuncia y señalan el «comportamiento incívico» de parte de la población : «hay gente que cree que el carril es una pocilga», opina Belén. El caso de Camino de la Paloma de la Paz no es el único ejemplo de la falta de concienciación de algunos residentes de El Marquesado, «cerca de Camino de Montejícar se concentra tanta basura que parece un vertedero» , lamenta Isabel, vecina secundada por Susana, otra residente que también señala hacia Camino de los Andes: «todos los días tiran muebles y, aunque se recoja, al día siguiente el carril está lleno otra vez».

En esta misma línea, el presidente de la Federación de la Asociación de Vecinos de Chiclana Norte, Manuel Pérez indica la recurrencia de estas faltas, «estamos hartos de estas conductas , la falta de civismo es notable». Según Manuel Pérez, estas malas prácticas vecinales que dificultan la convivencia son realizadas porque «la gente queda impune». La seguridad es «escasa» en esta zona de Chiclana. « Las patrullas de la Policía Local no suelen pasar por el diseminado a no ser que reciban avisos o alertas», cuenta Manuel Pérez. La falta de iluminación en los carriles también permite la actuación incívica de los vecinos, además se producen colisiones entre vehículos con los propios contenedores de basuras por la baja visibilidad y la estrechez de las calles. «Si hubiese más servicio de vigilancia la gente se comportaría porque tendría miedo, también se deberían poner reflectantes en los cubos para evitar los accidentes», opina Pérez.

La mayoría de los carriles son senderos de tierra adecuados –algunos mejor que otros– por los propios residentes de El Marquesado. Estas vías presentan una estrechez, antes mencionada, que imposibilita que dos vehículos circulen en un mismo espacio de tiempo. Debido a estas características de las vías, el servicio de recogida de vidrio, envases y papel no pasan por El Marquesado . « No se puede reciclar en todo el Marquesado, es algo que venimos reclamando durante años», denuncia Manuel Pérez. El problema del reciclaje repercute en el almacenamiento de las basuras, «como todo el mundo tira sus residuos en un mismo contenedor, éste se llena y se acaba depositando en el suelo, luego proliferan ratas e insectos que van a estos desechos », explica José María Palomino , secretario de la Federación de la Asociación de Vecinos de Chiclana Norte.

Desde esta semana, efectivos de Chiclana Natural han comenzado a desbrozar los caminos de Llobregat, de la Paloma de la Paz y de la Juerga. Esta limpieza se realiza con el fin de « reducir las posibilidades de que se generen incendios accidentales debido a las matas en los senderos y a los fuertes vientos que puedan conducir el fuego», indica José María Palomino. El peligro de incendio aumenta al amontonarse basura en los carriles, desde la Federación de la Asociación de Vecinos de Chiclana Norte solicita a los residentes de El Marquesado «adoptar un comportamiento responsable» para reducir los riesgos y mejorar la salubridad del diseminado.