DÍA DE LA CONSTITUCIÓN 2021

Chiclana conmemora el Día de la Constitución entregando sus Insignias de Oro

Los homenajeados de 2021 han sido la Unión de Viticultores, Josefa Piñero, José Butrón y Mónica Ávila

Galardonados con las Insignias de oro 2021 JPB

José Pedro Botella

Con motivo del Día de la Constitución , este lunes 6 de diciembre las puertas del Teatro Moderno de Chiclana se han abierto de par en par para celebrar la entrega de Insignias de Oro de la ciudad que el Ayuntamiento otorga a entidades o personas reconocidas por su obra.

En este 2021, el Consistorio ha querido homenajear a Josefa Piñero Lema, José Butrón Benítez, Mónica Ávila Ballesteros y la Sociedad Cooperativa Andaluza Unión de Viticultores de Chiclaneros , «personas que han dejado su huella, desde distintos ámbitos profesionales, y han ayudado al buen nombre de Chiclana», explica el alcalde, José María Román Guerrero.

La gala contó con la actuación de la Banda de Música Municipal Maestro Enrique Montero, bajo la dirección de Manuel Forero, cuyos integrantes interpretaron los himnos de España, Andalucía, Chiclana y Europa.

Innovación hotelera

Josefa Piñero Lema y su marido, José Luis Villalobos Belizón, han mostrado su valentía, compromiso y lealtad desde la creación de su negocio, el Hostal Villa. Tras emigrar a Barcelona por oportunidades laborales, la pareja se abre camino en diferentes ámbitos empresariales. En un primer momento se dedicaron a la venta de piezas de trenes hasta que, con el fruto de su trabajo, abrieron este establecimiento hostelero en 1980 en Chiclana. Más tarde, amplían el desarrollo profesional a través de la venta de piezas de barcos y la creación de la sala de bingo en 1987, hasta su clausura en 2008.

Una visión de negocio que persigue la innovación, el crecimiento y tendencia de la zona, convirtiéndose en los pioneros de la ciudad y uno de los hostales más grandes por número de habitaciones en la provincia de Cádiz.

Josefa ha colaborado en innumerables ocasiones con el Ayuntamiento de Chiclana y ha ofrecido su ayuda a todo tipo de asociaciones y personas de a pie que lo han necesitado. Asimismo, en sus habitaciones se han hospedado actores, toreros, trabajadores y músicos. Desde sus inicios ha contado con once trabajadores, sin los que este proyecto no hubiese seguido adelante. Su esfuerzo y capacidad de adaptación en grupo ha conseguido conservar el negocio familiar, incluso en tiempos de pandemia. Destacando que ha sido el único periodo de tiempo que ha permanecido cerrado.

Ahora que han pasado 43 años desde su apertura y tras una gran pérdida, el legado recae sobre sus tres hijos José, Josefa y Ana Villalobos que dirigen y toman las riendas de este negocio. Un establecimiento que se caracteriza por su cercanía, disposición y responsabilidad por creer en el futuro de Chiclana y en su progreso. Esperemos que por muchos años más.

«Este reconocimiento no es solo para mí; es para mis hijos, los trabajadores del hostal y para mi marido», dijo Josefa Piñero Lema visiblemente emocionada.

De repartir a pie a tener 30 trabajadores

José Butrón Benítez forma parte de la tercera generación de una familia de panaderos, fundada por sus abuelos José Butrón y Carmen Macias en el año 1920 en calle Ancha. En 1952, sus padres, Luis Butrón y María Benítez, abrieron su propio negocio en la calle La Vega número 30. En aquel momento, José cursaba sus estudios en el colegio Niño Jesús, donde recibió su primera comunión. Seguidamente, pasaría al colegio los hermanitos en la Alameda del Río, donde se encontraba en aquellos tiempos. Abandonaría sus estudios a sus trece años para trabajar con sus padres en la panadería. Su trabajo nocturno allí fue bastante duro, noches sin luz con hornos de leña, con una fabricación totalmente a mano muy dificultosa incluso llevando a pie la masa a la panadería de su tío Francisco situada en calle Ormaza.

En 1987, José decidió abrir su propia y pequeña panadería, junto a su mujer María, que llamaron 'Panadería José Butrón', situada en la avenida de la Diputación. Allí arrancaron con un panadero, un aprendiz, José y María, donde pasaron momentos difíciles, pero se ganarían la vida con cariño, fe y su buena fabricación por su buen aprendizaje y por los dulces artesanales que realizaba María. Esto les sirvió para ganarse la confianza de los vecinos de la zona y del pueblo de Chiclana.

Poco a poco fueron aumentando y levantando el negocio y la clientela. Posteriormente, abrieron en la calle la Plaza un despacho que tuvo muy buena aceptación por los vecinos, ampliando en otro punto de venta en Fuente Amarga. Actualmente la panadería tiene 27 trabajadores, con sus tres hijos, cuarta generación de panaderos. La empresa de José Butrón colabora en la actualidad con Cáritas en la donación de pan semanalmente y toda aquella organización que requiere de su ayuda.

Mónica, 'La Chiclanera'

Mónica Ávila Ballesteros nació en Chiclana en 1949 en la zona de la banda y se crió en la calle Corredera junto con sus seis hermanos, una infancia que recuerda «con la alegría y el entusiasmo transmitido por sus padres que siempre tenían las puertas abiertas para todos los vecinos y amigos de todos ellos». Muchos de esos encuentros fueron propiciados por su hermano Manolo, que tenía una estrecha relación con Rancapino, Camarón, Pansequito o Cojo Peroche.

Con 18 años conoció al matador de toros linense Aurelio Núñez, un hombre que, además de destacar en su profesión, brillaba por su bondad y saber estar, acompañando y animando a su mujer en toda su trayectoria y con toda su admiración. Tras contraer matrimonio, a sus 21 años se marcharon para Madrid y fue ahí donde Mónica decidió dedicarse profesionalmente al mundo del arte. Fueron años de esplendor en las Salas Rocieras. Radio Intercontinental respaldó su carrera artística mediante galas por todo el territorio nacional compartiendo escenario con grandes artistas como Juanito Valderrama, Manolo Escobar o Perlita de Huelva.

En cada concierto presumía de su tierra, su playa de La Barrosa y su gente. Por ello era conocida como 'Mónica la Chiclanera'. Con 52 años decidió retirarse del mundo artístico para volver a Chiclana a cuidar de sus padres y su nieto, adaptándose a una nueva forma de vida que le dio la oportunidad de reencontrarse con sus raíces y convertirse en la matriarca de toda la familia. Como en casa de su madre, pero ahora es la suya o cualquier lugar de Chiclana donde Mónica es capaz de propiciar un encuentro de arte, de autenticidad , de generosidad, de flamencura y «age», así como le transmitieron sus padres y ella a sus hijas y sobrinas que la tienen como referente y maestra.

«Siempre es bonito ver un teatro como este tan lleno y para un acto como este. La Insignia de Oro es una distinción muy grande para una chiclanera que voló muy joven», se sinceró Mónica Ávila Ballesteros quien dedicó su galardón a sus hermanos y a su marido.

Denominación Jerez-Xérès-Sherry

La Sociedad Cooperativa Andaluza 'Unión de Viticultores Chiclanero' fue fundada en 1991, cuando un grupo de viticultores formado por 300 socios deciden, ante la grave situación financiera por la que atravesaba la Cooperativa del Campo 'San Juan Bautista', emprender un nuevo camino asociativo.

Su primer presidente provisional fue Manuel Fernández de Alba, que permaneció en el cargo durante dos años hasta la convocatoria de elecciones, en las que fue refrendado como primer presidente del Consejo Rector por cuatro años más. En las siguientes elecciones fue elegido presidente Manuel Manzano Ortiz, continuando en el cargo desde entonces y hasta la actualidad.

En 1996, la nueva cooperativa compra en el polígono industrial de El Torno once naves en la calle de la Madera número 5 para la construcción y adaptación de sus nuevas instalaciones. Dos años más tarde, se pisa por primera vez la uva en ellas con un lagar de acero inoxidable adaptado y transformado para dar cabida suficiente a la cosecha anual. A ello se le añade la compra de nueva maquinaria como desvinadores, prensas y recolectores. En los siguientes años, la bodega se consolida en la zona de producción del Marco de Jerez, siendo la primera en vender sus finos 'Chiclanero' y 'Salinas'; el oloroso 'Sarmiento'; el moscatel 'Don Matías' y el vino de mesa, 'Viña Iro'.

A lo largo de todo este tiempo la cooperativa ha pasado de ser zona de producción, a zona de crianza dentro del Marco de Jerez y su Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry. Un paso importantísimo para sus vinos. Mientras tanto prosigue su automatización, añadiendo nuevas tecnologías a la bodega como la toma de muestras in situ, antes de entrar la uva en el lagar, a las que se añaden las relativas al proceso de recolección del mosto, la vinificación, el cuidado y el esmero del enólogo. Todo ello unido a la calidad final de sus vinos ha supuesto, junto a las redes sociales y la venta por Internet a través de su página web, un nuevo impulso en el mercado nacional e internacional para esta entidad que es referente de los vinos de Chiclana en el mundo.

La cooperativa cuenta actualmente con 120 socios. Sus 215 hectáreas de viñas producen el 90% del mosto de Chiclana, repartido por distintos pagos para la elaboración de sus vinos. En los últimos tiempos, se ha unido a ellos la solera de fino 'Palillo' y otras marcas de la bodega de Miguel Guerra, abriendo sus vinos no solo al consumo local y de la Bahía, sino también otros de la geografía española y al extranjero.

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