CHICLANA

La Barrosa, Sancti Petri y la Loma del Puerco recuperan el pulso

Los chiringuitos y restaurantes de la zona costera de Chiclana apuntan a que el número de clientes superan las expectativas de los hosteleros, aunque obtengan un 50% menos de ingresos respecto a anteriores veranos

Perspectiva del comienzo del Paseo Marítimo de La Barrosa JPB

José Pedro Botella

El sector de la hostelería ha sido uno de los más perjudicado durante el confinamiento . A la paralización de su actividad hay que sumarle los correspondientes ERTEs, pagos vigentes a proveedores, alquileres y costes de seguros. «Fueron unos meses muy duros, justo antes de que iniciásemos nuestra actividad más fuerte», valora el dueño del chiringuito 'Apretaito', en Sancti Petri. La vuelta tampoco estuvo libre de obstáculos. El miedo a la enfermedad, las restricciones de aforo, las recomendaciones de mascarillas y la higienización permanente han supuesto la reducción del número de clientes. Para combatir los posibles cierres de los locales hosteleros, el Ayuntamiento de Chiclana procedió a reducir en un 25% «el importe del canon municipal o tasas a liquidar durante el presente ejercicio 2020 a los chiringuitos, kioskos, sombrillas y hamacas, así como actividades náuticas que se desarrollan a lo largo del litoral». Esta medida, junto a la –aparentemente– buena cantidad de clientes en la mayoría de chiringuitos y restaurantes de la zona costera del municipio, está permitiendo que los beneficios actuales superen las expectativas, aunque reciban en torno a un « 50% menos de ingresos » respecto a anteriores veranos.

La Barrosa más «vacía» que se recuerda

«La cosa está muy parada» , reconocen desde el restaurante 'Aguaviva' . «Estamos arrancando muy poco a poco. Esperábamos algo más de afluencia, pero la gente está con bastante miedo», explican. Esto se debería, según afirman, a que no se recordaba una playa de La Barrosa tan «vacía». La mayor parte de concentración de público se sitúa cerca de Atenas Playa, junto al límite con la Loma del Puerco. Las primeras pistas de La Barrosa no parecen «llenarse como antes», lo que perjudicaría a este negocio ubicado en pleno comienzo del Paseo Marítimo de La Barrosa.

El restaurante 'Popeye' cuenta con una fiel clientela. Tras reanudar su actividad el pasado 1 de julio, con una renovada terraza exterior, el negocio hostelero tuvo que renunciar el servicio a domicilio que prestaban durante el confinamiento debido a «la cantidad de reservas para estos meses de verano y con el propósito de dar siempre el mejor servicio a nuestros clientes y no saturar la cocina». Actualmente, la capacidad máxima que ofrece el restaurante próximo a la playa de La Barrosa es de «unos cien comensales» . «Estamos trabajando muy bien, se están mejorando nuestras expectativas. La gente está acudiendo, los vemos responsables y concienciados», comentan desde el restaurante 'Popeye'.

Optimismo en la Loma del Puerco

El chiringuito 'La Loma' centra su público en amantes de la gastronomía que quieran degustar sus «arroces, cocina mediterránea, frituras y atún rojo de almadraba». Pese a que, como consecuencias de la crisis del coronavirus, se hayan «eliminado un montón de mesas» –confirma el gerente– « nos esperábamos menos clientes , estamos al 50 o 60% de nuestra capacidad, eso es el 100% de la actualidad». «No estamos cumpliendo los objetivos», explica. 'La Loma' trata de «cubrir todos los gastos este año y olvidarse de problemas ». Además, el propietario insta al Gobierno municipal a «eliminar las concepciones administrativas». Esto podría facilitar «la contratación de más empleados».

Pese a contar con un amplio espacio en la playa de la Loma del Puerco, el chiringuito 'Albatros' ha limitado su aforo a 40 personas. En líneas general, el negocio considera que «las expectativas se están superando». Sin embargo, dentro del chiringuito no quieren pecar de optimistas: «el verano aún no ha concluido, quizás en estos meses estamos aguantando el tirón, pero habrá que ver en octubre». En cualquier caso, desde 'Albatros' aseguran que la situación para la vuelta al trabajo de su negocio « no era tan crítica como se había planteado inicialmente».

Sancti Petri pendiente de las mareas

El chiringuito 'Bongo' cuenta con una clientela «principalmente nacional». Aun con la reducción del aforo, han seguido manteniendo las a ctuaciones y eventos en directo en un escenario frente al mar, algo considerado como «la especialidad de la casa». «Nuestro espacio de terraza es reducido. Pese a que podemos poner el 100% de las mesas, al dejar la distancia de seguridad perdemos la mitad», lamentan desde el establecimiento. Sin embargo, el principal problema aparece en los aforos de la playa Sancti Petri: «si cierran la playa por superarse o acercarse al máximo de la capacidad de personas, perdemos potenciales clientes». « Cuando tenemos pleamar no queda espacio para casi nadie porque esta playa es muy estrecha en comparación con otras de Chiclana», detallan.

Por su parte, el chiringuito 'Apretaito' –paradójicamente– destaca la responsabilidad de su clientela y el respeto «por la distancia de seguridad y por evitar cualquier tipo de aglomeración o embudo». Este local, próximo al Espigón de Sancti Petri, suele contar con un público «principalmente joven, aunque no por ello poco concienciado», indica el dueño del chiringuito. Desde 'Apretaito' confirman las «buenas sensaciones» respecto a las previsiones iniciales. No obstante, el gerente realiza una advertencia general: «aunque parezca que todo está marchando, no debemos confiarnos, la enfermedad sigue ahí ».

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