La necesidad devuelve las 'toy' y los kayaks a las peligrosas aguas del Estrecho

Falta de trabajo, salarios exiguos o la inestabilidad de un país a causa de la guerra u otros conflictos. Esas son tres de las causas más comunes que empujan a personas de todo el mundo a abandonar su país o región en busca de un futuro mejor.

Entre África y Europa el Estrecho de Gibraltar es una de las rutas migratorias de acceso al viejo continente y, la costa sur de Cádiz, la puerta de entrada. Con la crisis migratoria que alcanzó su cénit en 2015 -y ahora un tanto olvidada por la pandemia del Covid- las pateras han vuelto al litoral de la provincia, sobre todo al Estrecho.

Ayer una patera con unas 50 personas de origen magrebí llegaba a la playa de Cortadura, en Cádiz . Apenas 24 horas después, ocho inmigrantes procedentes de Marruecos han llegado este martes por la mañana hasta la Bahía de Algeciras en cuatro embarcaciones diferentes, entre ellas, una balsa de juguete tipo 'toy' en la que viajaban tres personas y varios kayaks. Días atrás otra 'toy' cruzó las peligrosas aguas que unen la Península Ibérica y el Norte de África. En julio, también se registraron varios casos. Es un hecho: las embarcaciones más vulnerables han vuelto al tablero migratorio de la provincia gaditana. Con ellas, la visibilidad de un drama humano que no hace sino crecer.

Según han señalado a Europa Press fuentes de Salvamento Marítimo, las embarcaciones fueron avistadas por un ferry y posteriormente, la Salvamar Denébola fue la encargada de rescatar a estas personas a cinco millas al sur de la Bahía de Algeciras.

En primer lugar, a las 9.15 horas, llegaron tres personas a bordo de una barca tipo 'toy' . Acto seguido, a las 9.31 horas, llegó un kayak con una persona y después, a las 9.36 horas y a las 9.42 horas, llegaron otros dos kayak más, en los que viajaban dos personas en cada uno.