Narcotráfico en Campo de Gibraltar
Lucha contra los narcos: igualdad de fuerzas sobre el mar
Interior y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial firman un convenio para desarrollar un prototipo de embarcación más rápida, segura y eficaz que las narcolanchas
Ser más rápidos, seguros y eficaces en la lucha contra el narcotráfico que se libra en el mar. Es el objetivo, hasta ahora frustrado, del convenio que el Ministerio del Interior, a través de la Dirección General de la Guardia Civil, ha suscrito con el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial del Ministerio de Ciencia e Innovación, relativo a la contratación precomercial de servicios de I+D en materia de interceptación del tráfico de droga en el mar, un acuerdo con una vigencia de cuatro años prorrogable a otros cuatro y financiado con Fondos Europeos.
Con ello se pretende dotar a la Guardia Civil de soluciones innovadoras que respondan a retos tecnológicos para reducir el tráfico de drogas por vía marítima y mejorar la seguridad de las unidades de la Guardia Civil en misiones de interceptación, consideradas de alto riesgo por la temeridad de los pilotos de las narcolanchas.
El convenio, publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 21 de julio, tiene como objetivo crear un prototipo de embarcación más rápida que las narcolanchas, prohibidas desde 2018 pero que los ilícitos siguen utilizando para introducir hasta tres toneladas de hachís por trayecto. Estas semirrígidas alcanzan los 60 nudos (110 kilómetros por hora ) frente a las embarcaciones ‘Rodman55’ de la Guardia Civil, las más rápidas de todo el inventario, que alcanzan una velocidad máxima de 50 nudos (92 kilómetros/hora).
Las semirrígidas, ilegales desde 2018, alcanzan los 60 nudos (110 kms/h) frente a los 50 de las Rodman55 de la Guardia Civil
Pero también se busca seguridad para evitar accidentes en el mar, como han ocurrido. Y es que las narcolanchas han sido diseñadas con el fin exclusivo de permitir la mayor cantidad de carga y velocidad posible, sin importar la seguridad de sus ocupantes ni el medioambiente.
«Queremos ir un paso por delante»
Hay más. Otro objetivo es que esta nueva arma de la Guardia Civil pueda también ser pilotada a nivel remoto para realizar funciones de vigilancia y ponérselo aún más difícil a los narcos. Se trata de todo un reto tecnológico que pondría fin a la desventaja que hasta ahora viene soportando la Guardia Civil y que funcionará en tres modos: control manual desde la embarcación, en remoto y modo autónomo.
Así lo explica a LA VOZ el teniente coronel Eduardo Lobo, del Servicio Marítimo de la Guardia Civil: « Queremos ir un paso por delante . Lo que estamos buscando es velocidad y seguridad, tanto para nuestros agentes como para quienes perseguimos porque hemos tenido ya varios accidentes. Tiene que ser algo innovador y lo que nos han propuesto es buscar unas lanchas que alcancen más de 60 nudos y que puedan navegar en tres modalidades: control manual desde la embarcación; manual en remoto, es decir, que tenga la tripulación a bordo pero el barco navegue solo para que los agentes se dediquen únicamente a parar a los ilícitos; y en tercer lugar, en autónomo, sin nadie a bordo».
Se pretende que los diferentes sistemas que formen parte de la embarcación sean respetuosos con el medioambiente.
Además del control manual, podrá ser pilotada a nivel remoto y en modo autónomo, sin nadie a bordo
La Guardia Civil ya utiliza narcolanchas que han sido interceptadas a los ilícitos si bien esta solución tampoco cubre todas las necesidades. «Aunque las embarcaciones y la velocidad son las mismas, los agentes no son tan temerarios . Por tanto, además de velocidad, queremos que esté dotada de un sistema capaz de detener a las embarcaciones a las que perseguimos sin tener que llegar al contacto físico y la posible colisión», explica el teniente coronel Lobo.
«La gran cantidad de kilómetros de costa de fácil acceso ha permitido que los criminales se valieran de embarcaciones de bajo coste y altas prestaciones para el desembarco de la mercancía. El gran trabajo ha reducido de manera drástica el número de embarcaciones que intentan desembarcar en las costas. Pero continúa siendo una de las principales formas de acceso de sustancias ilegales, especialmente para el hachís y la cocaína. Los traficantes disponen de presupuestos prácticamente ilimitados, lo que les permite el acceso a las últimas tecnologías y disponer de mejores embarcaciones», señala el BOE.
Las pruebas del prototipo se desarrollarán en Andalucía y el simulador para formar a las tripulaciones será instalado en la escuela de Guardacostas de la Guardia Civil en la provincia.