TURISMO
La falta de Gobierno retrasa el hotel del faro de Trafalgar
El proyecto sigue en una fase inicial de su tramitación a falta de que el Ministerio de Fomento y Puertos del Estado den el visto bueno para poder avanzar
El proyecto que iba a convertir el faro de Trafalgar en un hotel sigue en suspenso. Desde su anuncio a finales del año pasado no se ha movido ni un tabique a la espera de un rosario de permisos que tienen que emitir las distintas administraciones. La empresa Floatel, que resultó adjudicataria del edificio en el concurso público, está a la espera de la aprobación definitiva del Ministerio de Fomento y de Puertos del Estado, como confirma José Luis Blanco , presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz . «Es simplemente un trámite, pero está retrasando los plazos», asegura y el motivo no es otro que la falta de Gobierno. «Mientras el Ministerio siga en funciones es complicado», indica el responsable de la APBC, que es la que tiene competencia sobre esta edificación.
La propuesta de la compañía alemana fue la más valorada durante el proceso y así se trasladó a Puertos del Estado a finales del año pasado para su tramitación definitiva, pero las dos convocatorias de elecciones han ido retrasándolo irremediablemente. La firma turística tenía previsto ponerlo en funcionamiento en 2017 y no quiere renunciar a este horizonte, pues los trabajos para adaptarlo llevarían apenas unos meses. El empresario gaditano Miguel Ramos, uno de los socios de Floatel , asegura que «ya se contaba con que la tramitación sería larga». Aclara que « han de intervenir multitud de administraciones y estamos dentro de los plazos que planteamos al principio». Sin embargo, la falta de un Gobierno para sacar adelante esta iniciativa le impide dar una fecha para su puesta en funcionamiento.
Ramos destaca que «al tratarse de una concesión se necesitan informes de cada autoridad competente». El faro estaría en manos de esta empresa durante treinta años con la posibilidad de prorrogarse otros diez. Lo que sí ilusiona a este empresario es que «hasta ahora no hemos tenido ninguna noticia negativa y todo sigue su curso». Valora que «el proyecto está muy pensado y muy medido», con lo que no habría que de hayar obstáculo alguno.
La iniciativa presentado por Floatel incluye un establecimiento hotelero con tres apartamentos turísticos (con la categoría cuatro llaves) y varios centros de interpretación sobre la Batalla de Trafalgar, el Tómbolo y el uso y utilidad de los faros. Además incorpora una zona de restauración con horarios limitados para ir acorde con el paraje relajado y natural en el que se encuentra esta torre vigía.
Otro de los mayores atractivos es que se podrá visitar el propio faro hasta el nivel inferior a la lente y, como valor añadido, la oferta de Floatel presenta la recuperación de la Torre Almenara como privilegiado punto de observación del paisaje. El objetivo es convertir el espacio en «el referente turístico de la comarca de La Janda, con una visión respetuosa con el Medio Ambiente», explica Ramos.
La APBC considera que la remodelación del Faro de Trafalgar tendrá un impacto económico en el entorno y que servirá, además, de elemento dinamizador.
Igualmente destaca la connotación econóliga como que no hay un incremento del espacio construido, el fomento de la bicicleta, la recuperación de las aguas residuales para regar los pequeños espacios ajardinados que se proponen y la ausencia de actividades que generen ruido y suciedad.