Covid Andalucía
Gibraltar estrena con cautela la nueva normalidad
Con el 70 por ciento de la población vacunada, los gibraltareños ya no tienen toque de queda y las mascarillas no son obligatorias en espacios al aire libre, aunque sigue habiendo restricciones y mucho temor al Covid-19
Sólo unos metros separan La Línea de la Concepción (Cádiz) de Gibraltar . La Verja que antaño representó un muro infranqueable se ha convertido ahora en símbolo de esperanza para quienes están a este lado. Gibraltar, con una población de poco más de 33.700 habitantes, es ahora el espejo donde mirarse para conocer cómo será la nueva normalidad cuando se alcance la inmunidad de rebaño en España. Ya han sido inoculadas en el Peñón 58.756 dosis de la vacuna de Pfizer y hay 27.662 personas inmunizadas . Entre ellas hay más de 2.300 trabajadores transfronterizos, la mayoría de los cuales son españoles.
Con el 70 por ciento de la población inmunizada , Gibraltar ya disfruta de esa nueva normalidad tan ansiada por el resto de la humanidad. Las mascarillas no son obligatorias en espacios públicos -sí en espacios cerrados y el transporte público- y no hay toque de queda. Las reuniones de más de 16 personas no están permitidas. Salvo eso, los gibraltareños respiran ya mucho más aliviados aunque persisten el temor al Covid-19, que ha dejado 94 muertos en la colonia británica, el miedo al contagio y las dudas sobre cuánto tiempo durará la inmunidad de la vacuna y si se será eficaz con las nuevas cepas.
ABC ha querido conocer cómo es esta nueva normalidad. Lo primero que llama la atención al disponernos a entrar al Peñón por la Aduana de La Línea de la Concepción es que mientras los agentes españoles llevan mascarillas, los gibraltareños no. Tampoco piden ninguna justificación para entrar a Gibraltar, sólo el DNI. La mejora de la incidencia del coronavirus en el Peñón y la avanzada campaña de vacunación hacen además que desde este martes, gibraltareños y residentes en el Peñón puedan cruzar la Verja sin limitaciones para entrar en La Línea, según publicó este lunes el Boletín Oficial del Estado (BOE).
En circunstancias normales, la Aduana habría sido un hervidero de peatones y vehículos un Lunes Santo pero apenas hay trasiego . En el autobús que nos lleva a la plaza del Reloj , un cartel nos recuerda el uso obligatorio de mascarilla. Ya no hay que esperar a que el bus esté lleno de viajeros y el conductor inicia la ruta con escasas personas a bordo.
Café con churros en familia en Casemates
Y llegamos a Casemates, la plaza con más vida de Gibraltar . Llena de restaurantes, bares y comercios, observamos ya a mucha gente sin mascarilla. Allí hablamos con Sussane , una sanitaria gibraltareña ya vacunada. En una mezcla única de castellano e inglés, nos cuenta sus impresiones: «Hemos vivido un año con muchos retos y hay sido muy estresante a nivel sanitario. La última ola ha sido además muy dura por tantas muertes como hemos tenido. Sin embargo, gracias al Gobierno de Gibraltar y al de Inglaterra, que nos ha dado las vacunas, podemos volver a una cierta normalidad. Ahora podemos salir sin mascarillas. Sentir el aire en la cara y poder tomar un café con churros o con unas tostadas con tu familia es una alegría».
El Covid-19 también ha dado al traste con el turismo en el Peñón, por lo que accedemos a una Main Street -la calle principal de Gibraltar- relativamente tranquila. Entramos un comercio, donde la mascarilla y el gel hidroalcohólico son obligatorios. José Manuel Rocha, es un trabajador transfronterizo. Es de La Línea de la Concepción y tiene 46 años. Aún no se ha vacunado pero recibirá pronto la primera dosis de Pfizer –en Gibraltar no se ha administrado la fórmula de AstraZeneca pese a haber sido desarrollada por un laboratorio británico-sueco-. «El ánimo va levantándose poco a poco. Lo hemos pasado muy mal durante este último año, aunque ya vamos viendo un rayito de luz », cuenta.
En nuestro recorrido vemos a muchos viandantes sin mascarilla y a grupos de personas conversando animadamente. También vemos besos y abrazos. Más cautos se muestran Dougas y Bibiane . Este matrimonio va con mascarilla: «Tenemos un poquito de recelo y vamos con mucho cuidado. Nosotros nos hemos vacunado pero seguimos sin poder ver a nuestros hijos, nietos y bisnieto. No nos hemos reunido ni en Navidades ni en cumpleaños, y así seguimos. No está demostrado que no podamos contagiar y ellos no se han vacunado, así que hay que tener mucha precaución porque el coronavirus sigue con nosotros. Hay que ir muy poco a poco».
«Este virus ha llegado para quedarse»
Eva trabaja en un comercio de moda. Es española pero vive en Gibraltar y está casada con un gibraltareño. «Cuando he salido a la calle he visto a mucha gente y me he puesto la mascarilla. Este virus ha llegado para quedarse. No sabemos tampoco durante cuánto tiempo son eficaces las vacunas, por lo que debemos seguir teniendo mucho cuidado », nos cuenta. Su suegra murió por Covid hace unas semanas.
Julian y Alexandra caminan de la mano y sin mascarillas por Main Street. Tienen 19 y 17 años y se confiesan aliviados. Son la imagen de la felicidad y de la esperanza, de todo lo bueno que está por llegar si el Covid-19 y las vacunas lo permiten.