Del Cádiz 'hippie-chic' a la 'crème' de Sotogrande
El ‘famoseo’ disfruta de sus vacaciones en la provincia: dónde se alojan, dónde comen, cuánto les cuesta...
Las interminables y blancas playas gaditanas comenzaron a acoger desde los años 80 a celebridades de todo pelaje que preferían huir del bullicioso ambiente de Levante para buscar el anonimato bohemio o el glamur elitista, pues esta costa tiene sobrada oferta de ambas cualidades.
Sean cuales sean las preferencias, no es lugar para alojarse en hoteles. Aquí o se tiene casa o se alquila, y como la fama llama a la fama, casi todos se concentran en dos zonas de ambientes muy diferentes: la urbanización Sotogrande y la localidad de Zahara de los Atunes y alrededores. Rosario Flores, el Gran Wyoming, Maribel Verdú, Aitana Sánchez Gijón o Imanol Arias tienen su segundo hogar en los arenales que se extienden entre Conil y la playa de Bolonia.
Otros visitantes habituales suelen rentar propiedades exclusivas por entre 150 y 300 euros diarios. El plan es descansar en un plácido retiro, acudiendo a casa de amigos o a chiringuitos de obligada visita, como el Carbones 13 (Tarifa), propiedad de Raquel Meroño, en el que se puede compartir una impresionante vista del Estrecho junto a Estefanía Luyk, el cantante Dani Martín o las actrices Cayetana Guillén Cuervo, Bibiana Fernández y Blanca Suárez. No es barato –un botellín de cerveza cuesta 3,5 euros–, pero es lo que tiene contar con compañía conocida ‘bohemian chic’. Esta parte de la costa es de chanclas y pareo, aunque de marca, claro.
Apetece sentir el salitre y comer al sol en otros bares de playa que han logrado su fama gracias al estilo de su clientela. Por ejemplo, La Torre (El Palmar), donde mientras te tomas un mojito (7 euros) probablemente veas en la mesa de al lado a Hugo Silva con alguna de sus muchas amigas descansando de sus habituales jornadas practicando el surf. Algo más sofisticado es el gastrobar Arohaz, degustado, entre otros, por los actores Miguel Ángel Silvestre y Álex González (entre 35 y 50 euros).
El Campero es el restaurante por el que todos ellos pasan en algún momento del verano. Ese templo del atún de almadraba (entre 60 y 80 euros de presupuesto mínimo por comensal) cada día recibe a famosos casual, pero de buen comer, como Joaquín Sabina o Cristina Pedroche con su marido, David Muñoz. Y para terminar la jornada, de vuelta junto al mar para tomar un cóctel (por no menos de 15 euros) en clubes de moda como el Alhma Beach (en El Palmar) o el Wet Café (situado en Tarifa).
Refugio de las élites
Al otro lado del Estrecho, Sotogrande cambia el paisaje popular de pinos y arena por el manto verde de los campos de golf, y las tablas de surf y las barcas de pescadores por veleros y yates de al menos 20 metros de eslora, en los que se dejan ver apellidos ilustres y plebeyos escogidos: Rafael Medina (duque de Feria) y su mujer, Laura Vecino, Carlos Fitz-James Stuart (duque de Alba) con sus hijos Fernando y Carlos, apasionados de la vela, Jaime de Marichalar, Eugenia Martínez de Irujo, Beatriz de Orleáns, los Mora-Figueroa, los Villar-Mir, algún Hohenlohe, Ana Rosa Quintana, Inés Sastre, el Juli y Rosario Domecq... Muchos de ellos tienen residencia habitual, otros alquilan por cantidades que pueden oscilar entre los 3.500 euros semanales –si se trata de modestas casas de verano– y al menos los 25.000 euros semanales de villas de lujo cercanas al atraque de embarcaciones.
Por supuesto, también hay una amplia oferta de barcos que generalmente se rentan por semanas: un catamarán puede rondar los 3.000 euros; un yate a la altura de lo que se espera en Sotogrande, los 10.000 euros. El golf es la principal actividad social. Para pertenecer oficialmente a esta comunidad veraniega hay que ser socio del Real Club de Golf Valderrama, donde han jugado los más importantes profesionales del mundo.
También hay otros espacios para las reuniones de socialités. El restaurante Qvo (donde se puede comer por unos razonables 50 euros) es uno de los más frecuentados. Durante el almuerzo es posible encontrarse con Pitita Ridruejo, Patricia Rato o Isabel Sartorius. El Beach Club Trocadero Sotogrande (con precios similares) es el preferido de Eugenia Silva y María León. Y si se desea una cocina más cuidada y una bodega extensa, es recomendable visitar el asador La Quinta (no menos de 80 euros), que parece que dejó muy satisfecho al actor británico Hugh Grant. Cuatro locales suelen concentrar el ocio nocturno en la zona: las terrazas del club Octógono, el chiringuito Carrero, el propio Trocadero y, claro está, el Grey Goose After Polo, que ofrece, según reza su publicidad, «música de calidad y caras guapas». Probablemente se refieran a habituales como la modelo y actriz francesa Laetitia Casta, Tamara Falcó o Patricia Olmedilla. Las copas no bajan de los 15 euros. ocio nocturno Nada mejor para recuperarse de las madrugadas sin fin que un buen brunch matutino y tomarlo, por ejemplo, en el Real Club Marítimo, otro de los selectos entornos de Sotogrande frecuentado solo por linajes reconocidos y fortunas incalculables. Es el caso de los Álvarez Guerra, los Benjumea, los Garrigues Walker, los Vallejo-Nágera o los Entrecanales, además de casi todos los mencionados antes.
Y más tarde, vuelta a empezar: travesías en barco, golf, polo, almuerzos con sabor a mar... Tan solo otro largo y cálido verano en las costas de Cádiz.