«El profesor debe ser siempre un referente para el alumno»
El Consejo Escolar Municipal ha reconocido su trayectoria educativa como docente de Educación Física implicado con sus alumnos
Actualizado:Francisco Vaca ha desarrollado casi toda su andadura profesional en el IES Columela, vinculado desde que terminó prácticamente la carrera en 1978, ostentando cargos como jefe de estudios y, finalmente, sus últimos cinco años los ha vivido como director del centro que le vio crecer como profesional. De toda su trayectoria, Vaca también ha recordado que sus primeros pinitos fueron en el colegio Argantonio.
– ¿Cómo ha acogido la distinción que le ha otorgado el Consejo Escolar?–Todo un honor que tu propia ciudad reconozca tus méritos profesionales, unos méritos que no son sólo míos sino de toda la gente con la que he colaborado y trabajado durante todo este tiempo.
–Ahora, desde la barrera, ¿cómo ve el panorama educativo?–Desde una doble vertiente, con la tranquilidad del deber cumplido pero también con la preocupación de los tiempos en los que estamos y de las dificultades que tiene la educación en nuestro país.
–Desde que comenzó su carrera, la evolución del sector ha sido palpable...–He conocido todos los sistemas habidos y por haber, nunca he dudado de los que han querido mejorar el sistema, pero la realidad es que no se ha mejorado; en mi opinión adolece de mucho apoyo y he notado una bajada en la formación y los valores del alumnado, éstos se han dejado de lado y tampoco se han dado todos los medios suficientes. Además, de los sucesivos cambios en la Ley, ya que todos los que llegan al poder quiere cambiar el sistema educativo y no se dan cuenta que éste debe ser estable, si no es un fracaso.
–En la docencia hay que dar un paso más que impartir una lección...–El Instituto Columela es un centro público y tiene una solera y categoría que pocos centros tienen a nivel nacional. Para ser profesor, a parte de tener una gran experiencia, requiere una gran formación específica en muchas de las áreas que este centro ofrece. La gran habilidad que hemos tenido los cargos directivos es saber aunar las distintas formaciones para hacer un equipo que trabaje por el bien del alumno y creo que lo hemos logrado con creces.
– ¿De qué forma luchó contra el absentismo escolar?–En este caso, sí me voy a apuntar el mérito junto al Inspector Jefe de Seguridad Ciudadana de la Policía Local, Antonio Rivas, ya que fuimos impulsores cuando aún en España no existían programas de absentismo en el país, empezamos en el Columela junto a la policía de barrio y la colaboración de los servicios sociales. Fuimos pioneros y es un orgullo que tenemos junto a la directiva de ese momento. En 2005 se instauró en los centros pero nosotros ya lo habíamos puesto en práctica años antes.
–¿Qué proyectos llevó a cabo durante toda su trayectoria?-En 1983 presenté un proyecto con el que recibimos un premio, también al tiempo me nombraron coordinador del área de Educación Física y puede decirse que fui el primer técnico del país dentro del sistema educativo. También estuve trabajando hasta los 90 en el plan integral de Educación Física para Andalucía, un área que no existía como tal.
–¿Qué le ha aportado a título personal su labor como docente?–Una satisfacción personal muy grande porque yo tenía vocación y incluso dejé pasar muy buenas oportunidades laborales por quedarme en Cádiz, por amor a mi ciudad y por reconocer las necesidades que tenía la zona en cuanto a la formación de los jóvenes, por eso quise quedarme y aunque trabajé en la Consejería de Educación, siempre mi ciudad de residencia fue ésta.
–¿La educación debe ser jerárquica o sin barreras entre alumno y profesor?–Lo correcto es dejar claro que el profesor tiene una autoridad por su conocimiento y saber estar y siempre debe ser un ejemplo para el alumno, entonces confían en ti y el buen clima viene solo. Los alumnos tienen que tener un referente para cumplir las normas, porque no puedes exigir puntualidad si no eres puntual.
–¿Qué consejos le daría a los docentes que están empezando?–Que sean atrevidos, porque noto que los jóvenes quieren que se lo den todo hecho, también tener vocación, confiar en los alumnos, porque son todos buenas personas pero cometen los pecados propios de esta etapa, por lo que hay que estudiarlos dentro de su contexto. La varita mágica del docente es trabajar en equipo y que éste sea competente.
–¿Cómo es su vida ahora sin la docencia?–Sigo en contacto con mi centro y en contacto con algunos que fueron mis alumnos, ahora me dedico a mi familia, a mi mujer que siempre me ha ayudado mucho. También tengo en mente escribir un libro para que la ciudad conozca, desde mi punto de vista y mi experiencia como director, cómo son los equipos, alumnos y padres, cómo funciona un centro por dentro y cómo pueden resolverse los problemas que surgen.