Expectación y decepción a la orilla de Cádiz por la inauguración del puente
Centenares de gaditanos dan la bienvenida al nuevo viaducto en la glorieta de El Corte Inglés, donde muchos esperaban la apertura al tráfico de la nueva infraestrcutura
Actualizado: GuardarCuando un día está marcado en rojo en el calendario se palpa en el ambiente desde que el sol asoma en el horizonte. Y a pesar de que el día ha despertado con nubes, Cádiz ha brillado con luz propia al mediodía de este jueves histórico en el que se daba la bienvenida al nuevo puente de la Constitución de 1812.
No ha existido otra conversación en las calles, en el autobús, en el bar donde desayunamos cada mañana, en el quiosco donde compramos la prensa diaria. Un acontecimiento que se ha vivido con especial intensidad en el entorno del barrio de Astilleros, zona donde la colosal estructura penetra en la ciudad y centro neurálgico de la concentración de los vecinos de Cádiz.
Centenares de gaditanos se aglomeraban en el entorno de la glorieta situada frente a El Corte Inglés cuando el reloj marcaba las doce del mediodía, la hora a la que estaba previsto que arrancara el acto de inauguración en mitad del puente.
Muchos de ellos empezaron a tomar el lugar mucho antes de las once de la mañana, la mayoría con numerosas preguntas aún rondándole la cabeza. ¿A qué hora lo abren al tráfico? ¿Va a venir Rajoy hasta aquí? ¿Vamos a poder pasear por el puente? Y es que la puesta de largo de la infraestructura ha estado acompañada de cierta confusión y decepción entre la ciudadanía, que en gran parte esperaba que la ceremonia también se trasladara a suelo capitalino y, sobre todo, que se vieran los primeros coches circulando sobre el nuevo puente.
La primera opción, que ya se había desechado desde el Ministerio de Fomento por motivos de seguridad, era desconocida por algunos de los asistentes. La segunda, la de la apertura del tráfico, sí que sorprendió a numerosos gaditanos, que emprendieron el camino de vuelta a casa bastante desengañados.
Además, pasado el mediodía y con un sol de justicia, se ha vivido el único momento comprometido de la mañana. Un nutrido grupo de asistentes ha abucheado y silbado a las autoridades que viajaban en los autobuses que recorrían el puente cuando éstos se aproximaban a la entrada de Cádiz durante su recorrido sobre el tablero. Así, se han podido oír reivindicaciones sobre el problema del paro en la ciudad y algún que otro 'piropo' al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Para los más veteranos del lugar era irremediable recordar un acontecimiento de similar relevancia que tuvo lugar en Cádiz en octubre de 1969, cuando se estrenó el puente José León de Carranza. «También estuve en aquella inauguración. Fue tres días antes de casarse mi cuñada. Me acuerdo perfectamente, rescata de la memoria Francisca Díaz, que a sus casi 80 años vestía sus mejores galas para vivir tan importante evento.
«Yo lo veo muy pegado al otro, lo podían haber puesto un poco más separado», charlaba Francisca, que como muchos otros gaditanos espera que el nuevo viaducto «traiga trabajo para los jóvenes».
Manuel, natural de Cádiz y residente en San Fernando, aseguraba que «he seguido la obra desde que pusieron la primera piedra. Ya está terminado y supone un paso de gigante para la ciudad. La única pena es que no hayamos podido recrearnos paseando sobre él como hice en el puente Carranza. Hubiéramos podido ver su altura y su verdadera magnitud».
Este gaditano mostraba sus impresiones sobre el coloso de la Bahía junto al quiosco de la ONCE que se ubica junto a la glorieta, donde trabaja desde hace una década un conocido chirigotero: Andrés Gatica. «Yo me he comido la obra entera desde aquí. Pero a todo el que me preguntaba que cómo iba el puente no le decía nada si no me compraba un cupón», bromeaba.
Incluso banderines de España, como los que en su día grande lució el viejo puente Carranza, se han podido ver. «Pues claro que me los he traído», comentaba Celsa Carril, que compartía tertulia con su hermana Mari Carmen y otras dos amigas a la espera de que los acontecimientos se fueran sucediendo sobre el tablero del puente.
«Nosotras entendemos que por seguridad el puente no se abra, podría haber algún peligro con tanta gente andando por allí arriba... eso sí, podían haberlo inaugurado el sábado, que me venía mejor a mí y a mucha más gente», espetaba Mari Carmen.
Los signos de exclamación se han multiplicado en las bocas de los gaditanos, proyectándose expresiones para todos los gustos y de todos los colores. «¡El puente es impresionante, se ve desde Media Sidonia!».«¡Antonio trae al perro, vamos a hacerle una foto con el puente detrás que es un día histórico!». «¡Uy, uy el puente, qué alto... yo ahí no me subo!». «¡Menos puente y más trabajo, hombre!».
Los móviles, tablets, cámara de fotos y videocámaras se han convertido también en protagonistas de la mañana y los 'selfies' con el nuevo puente como telón de fondo han proliferado. Nadie quería peder la oportunidad de inmortalizar un momento tan esperado como el que se ha vivido durante la jornada.
Y como ya ocurriera durante el paso de la Vuelta a España por la capital, la zona de restauración de El Corte Inglés se ha convertido en el balcón más privilegiado para tratar de ver lo que ocurría en mitad de la Bahía.
FOTOS: Imágenes de la inauguración del puente de Cádiz
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