¿Sabía usted que pudo ser serrimareño en lugar de gaditano?
Un miembro del PCE de Cádiz propuso a finales de los años 70 cambiar el nombre de la provincia por el de ‘Sierras y Mares’
Actualizado:Recuerdan los más veteranos del lugar, y de ello da fe el recorte de prensa que acompaña a estas líneas, que en el verano de 1979 se produjo en Cádiz, y para ser más exactos en su ubicación física, en el paseo de Santa Bárbara, un hecho que causó gran revuelo en la capital y más allá de sus fronteras. Fue durante la III Conferencia del Comité Provincial del Partido Comunista de España. Y en un contexto ideológico bien diferente al que vivimos en la actualidad.
Un miembro de aquella formación política propuso que se cambiara la denominación de la provincia de Cádiz alegando que una parte importante de sus habitantes no se sentían identificados con el gentilicio de «gaditanos». Según su planteamiento, de las cuatro comarcas en las que se divide la provincia, las de la Sierra, el Campo de Gibraltar, el Marco de Jerez y la Bahía de Cádiz, solo la última armonizaba con el calificativo de «gaditano», pues el resto de ellas no asumían tal apelativo -entendía- por la distancia que existe con la capital y las deficientes comunicaciones que entonces había con ella. Es más, la situación geográfica de estas comarcas favorecía que hubiera más contacto con la Serranía de Ronda o con Sevilla.
Ante tal panorama, la propuesta de aquel integrante del PCE gaditano, que llegó a ser diputado provincial, fue la de cambiar el nombre de la provincia de Cádiz por el de 'Sierras y Mares', apuntado además que el gentilicio que correspondería a la nueva designación de la provincia sería 'serrimareño'.
El padre de aquella idea, asumida por muy pocos y criticada por la gran mayoría, fue Horacio Lara, secretario provincial del partido. «Se debe a que la provincia es policéntrica y, además, está bañada por dos mares y una serranía», explicó entonces Lara. Una proposición que a día de hoy sería tomada a broma, pero que en aquel momento, más allá del nombre elegido, contaba con unas bases en las que apoyarse.
Los autores Juan José Téllez y Pablo Juliá mencionan este acontecimiento en el libro 'Crónica de un sueño: Memoria de la transición democrática en Cádiz (1973-1983)', título que además nos sitúa a la perfección en el contexto que existía en la provincia en los albores de los años 80.
Recogen en la publicación que durante aquellos años el Pleno del Ayuntamiento de Algeciras reclamó la capitalidad de Andalucía y su consideración como sede del futuro Gobierno autonómico aludiendo a razones geográficas e históricas. Aunque Cádiz tampoco se quedó atrás en la pelea, pues también se sumó a la puja por convertirse en sede del Gobierno de Andalucía. Incluso San Fernando reclamó la del Parlamento andaluz.
Hablamos de una etapa en la que los encontronazos entre el Campo de Gibraltar, el Marco de Jerez y la Bahía de Cádiz estaban al orden del día. Una situación de la que hoy, por suerte, quedan mínimas manifestaciones que han hecho ruido, sobre todo, en el ámbito deportivo. Y no solo eso, sino un periodo en el que cambiar el nombre a las regiones de España no resultaba nada extraño. Logroño, por ejemplo, pasó a denominarse La Rioja; el nombre de Santander cambió por el de Cantabria, y el de Oviedo por Asturias.
Un político «novato»
De aquella «anécdota» se acuerda aún el que fuera alcalde de Cádiz, Carlos Díaz, que había tomado el bastón de mando del Ayuntamiento de Cádiz pocos meses antes. Precisamente, pactando con el PCE de Lara y el Partido Socialista de Andalucía. «Llamó mucho la atención aquella propuesta, propia de un político novato», rescata el entonces líder del PSOE, que asegura que «tenía muy buena relación con Horacio, siempre aportaba buenas ideas y razonamientos, excepto en lo relativo a esta denominación».
Carlos Díaz asegura que «eran los primeros tiempos de la democracia y entonces había muchas diferencias con el Campo de Gibraltar. Con la Sierra, por ejemplo, nunca ha existido ningún tipo de rivalidad».