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ADIP se manifiesta por la ruta negra del patrimonio gaditano

La iniciativa se celebra este jueves en la plaza Fray Félix

antonio m. de la vega
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La Asociación para la Difusión y la Investigación del Patrimonio Cultural gaditano (ADIP) va a llevar a cabo mañana una manifestación pacífico por el patrimonio abandonado de Cádiz. Se trata de una iniciativa con la que se pretende dar a conocer al mayor público posible, algunos de los puntos negros en cuanto a la conservación patrimonial de la ciudad.

Esta manifestación-ruta comenzará a las 20.00 horas en la plaza Fray Félix. No se trata de una elección casual. El presidente de ADIP, Moisés Camacho, explica que precisamente el barrio de El Pópulo es un punto principal en cuanto a la localización de elementos patrimoniales de primer nivel, al tiempo que la mayoría se encuentran abandonados o en desuso. Pone como ejemplos el Teatro Romano, «símbolo de nuestro patrimonio y del abandono del mismo», el Castillo de la Villa (ubicado bajo la guardería municipal), la Torre del Sagrario, la portada de la Catedral, el espacio Entrecatedrales, el yacimiento de la Casa del Obispo Casa del Almirante o la Capilla Real del Pópulo, que el Obispado cerró hace prácticamente un año.

Pero la ruta no concluirá allí. Llevará a quienes quieran sumarse a esta acción reivindicativa a lugares como Sagasta, 1, para ver uno de los principales ejemplos de arquitectura isabelina de Andalucía. Un edificio propiedad de la inmobiliaria del Banco Sabadell, en venta y con un nivel de conservación más que cuestionable. También se pasará por la calle Nueva, donde se acumulan varios edificios del siglo XVIII abandonados. Se irá parando en cada punto para dar información. Lo mismo se hará antes de iniciar el recorrido, cuando los miembros del colectivo hablarán sobre varios espacios, como el Fuerte de Cortadura, «que ahora se usa como aparcamiento». También se pondrá atención al estado del lienzo de muralla de la ciudad y sus baluartes.

Comenta Camacho que «una ciudad que quiere vivir del turismo tiene que preservar su patrimonio», además de considerar que «tenemos la obligación de dejarlo como legado a las próximas generaciones».

El objetivo de esta actividad es «que la gente tenga conciencia de que existen esos edificios y dar un toque de atención a las administraciones públicas y los propietarios privados para que el patrimonio no se pierda y sea puesto en valor en un futuro».