El colectivo de desempleados y las vendedoras ambulantes, al fondo, este lunes en San Juan de Dios
El colectivo de desempleados y las vendedoras ambulantes, al fondo, este lunes en San Juan de Dios - Antonio Vázquez
ciudadanía

La vida sigue igual en San Juan de Dios

Parados de larga duración y vendedoras ambulantes se concentran estos días frente al Ayuntamiento a la espera de que se resuelvan sus reivindicaciones

Antonio M. de la Vega
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Con Podemos como con el PP, seguramente como con cualquier otro que llegara al Ayuntamiento, para la mayoría de los gaditanos la vida sigue igual. La misma gente, con la misma cara o con otra distinta, sigue apostada en la plaza de San Juan de Dios clamando justicia, para ellos, para los suyos, para la ciudad.

Otros concejales, con las mismas responsabilidades que los anteriores, siguen pasando junto a ellos, como antes, casi siempre rapidito y mirando de reojo, quizá para que no se note mucho que la respuesta tampoco ha cambiado.

Y los miles de gaditanos que pasan a diario por allí tampoco han cambiado su actitud, la de la indiferencia, la curiosidad. Pocos son los que se paran para leer lo que pone en las pancartas que alfombran el suelo.

Hace años que esta imagen de la plaza del Ayuntamiento es habitual. Desapareció durante un tiempo, apenas unas semanas, entre los días previos a las elecciones y los posteriores. Sus protagonistas confiaban en que algo cambiaría, en que quizá no tuvieran que seguir movilizándose a diario, pero todo sigue igual.

Los parados han vuelto a las puertas del Ayuntamiento con su petición de trabajo. El grupo que desde hace casi un mes se aposta a las puertas del Consistorio es el mismo que llevaba prácticamente dos años ante la puerta del IFEF. No obtuvieron respuesta del PP. Ahora se quejan de que nada es diferente con Por Cádiz sí se puede. «Hemos hablado con la concejala de Fomento -Laura Jiménez- y nos dice que no pueden hacer nada por nosotros», explican. El argumento que esgrimen desde el equipo de Gobierno es que se han encontrado «con una deuda muy grande», cuentan estos parados, que no terminan de entender que tiene que ver la deuda con su reclamación, «que las empresas municipales contraten a gente de Cádiz».

Este colectivo de parados ha solicitado una reunión con el alcalde, se lo recuerdan cada vez que pueden a los concejales que pasan por allí, pero de momento no tienen respuesta. Eso sí, dicen que el teniente de alcalde Manuel González Bauza les ha recomendado que vayan a manifestarse a las puertas del INEM.

Dicen que el cambio de Gobierno ha sido para ellos «a peor, porque estamos igual que con Teófila, pero ahora encima la única respuesta que nos dan es que la culpa la tienen los de antes».

Artesanos

Y ellos son los más persistentes, pero no los únicos. Desde el pasado viernes hay otro grupo de personas que se manifiesta de forma silenciosa justo bajo los soportales del Ayuntamiento. Se trata de varios vendedores ambulantes que habitualmente ubican sus pequeños puestos de artesanía, pintura o bisutería en el tramo de la calle Compañía más próximo a la Catedral, junto a la iglesia de Santiago.

Este lunes eran tres las representantes de este colectivo las que se apostaban en San Juan de Dios junto a los carteles que denuncian que están siendo sometidos a una auténtica persecución. «Represión policial» es el término que utilizan. Cuentan que son varias familias en situación de «extrema pobreza. No cobramos nada y no recibimos ninguna ayuda. De lo único que vivimos es de lo poco que podemos vender en nuestros puestos».

Reconocen que no tienen licencia, pero llevan años colocándose casi a diario en el mismo sitio y los problemas nunca llegaron a mayores. «Antes la Policía pasaba por allí y en ocasiones teníamos que desmontar los puestos, pero a veces se hacía la vista gorda porque entendían que no tenemos ni para comer. Teníamos un permiso de ocupación de la vía pública, pero nos lo quitaron», explican.

Aseguran que antes de las elecciones aumentaron los controles policiales y que desde entonces la situación ha ido a peor. Dirigen sus reivindicaciones a la concejala de Comercio, Laura Jiménez. Cuentan que hace más de un mes se reunieron con ella y con dos técnicos municipales. Allí les expusieron su situación y la respuesta fue que para continuar con su actividad tenían que darse de alta como autónomos y pagar las tasas y seguros correspondientes. Los artesanos se comprometieron a ello, pero los técnicos les advirtieron que se esperasen a contar con los permisos para poder vender.

Dicen que la concejala les dijo que se aprobarían en la siguiente Junta de Gobierno, pero ni en esa ni en las siguientes se ha arreglado el asunto. Lo peor, dicen, es que desde que se produjera esa reunión los controles de la Policía han ido a más. «Vienen todos los días, nos amenazan con quitarnos las cosas que vendemos. El otro día incluso hicieron llorar a una compañera», aseveran.

Este lunes estos vendedores se sentían especialmente desanimados después de haberse sentido «insultados» por la concejala Jiménez. «Ha pasado por aquí y cuando hemos querido hablar con ella nos ha dicho que somos ilegales, que no nos pueden dar la licencia porque si lo hace estaría cometiendo prevaricación y nos ha dejado con la palabra en la boca. No entendemos nada», dicen.

Estarán en San Juan de Dios hasta que les den una respuesta. El viernes tienen pensado ir al Pleno y han presentado en el Registro las firmas de una treintena de comerciantes de las calles Compañía y Pelota y de la plaza de la Catedral con las que les muestran su apoyo. Sus palabras, sus caras, transmiten desesperación. También decepción, sobre todo porque «en campaña estuvieron hablando con nosotros y nos dijeron que si salían iban a arreglar nuestra situación». «Y yo cambié mi voto para dárselo a ellos», concluye una de las vendedoras.

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