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La nueva cara de Cádiz no consigue que los barrios olviden sus achaques
La Barriada de la Paz se convertirá en la gran fachada de la ciudad con la apertura del segundo puente
Actualizado: GuardarLa apertura del segundo puente y antes que eso el paso por el mismo del pelotón de la Vuelta Ciclista a España –el próximo martes– por fin van a permitir contemplar en todo su esplendor, de una forma distinta, con una perspectiva completa, esa nueva gran fachada de la que desde hace años se viene hablando. La que hasta ahora ha sido la ventana trasera de la ciudad se va a convertir en puerta principal. El paseo marítimo Puntales-La Paz y su continuación hacia el barrio de Astilleros será a partir de ahora la primera imagen que se lleven quienes entren a la capital por el puente de la Constitución de 1812, y ya se sabe que la primera impresión es la que más cuenta.
Este nuevo paseo, el segundo más largo de Cádiz, y que ha cambiado por completo la relación de los barrios más próximos a la Bahía con el mar, se ha convertido en uno de los lugares favoritos para el paseo y la práctica deportiva de miles de gaditanos, convirtiéndose en un polo de atracción hacia esta zona de la ciudad. El ancho total del paseo marítimo, medido desde el bordillo interior del estacionamiento hasta la balaustrada, es de 16 metros, aunque el acerado se queda en 13,20 metros de ancho si se tiene en cuenta que toda la vía peatonal va flanqueada por un carril-bici de 2,8 metros de anchura. Se prolonga junto a la Bahía durante 1,1 kilómetros.
El paseo que de momento este martes verán cientos de miles de espectadores a través de la televisión fue inaugurado en diciembre del año 2010, en perfecto estado para la que entonces se esperaba iba a ser próxima inauguración del segundo puente. Han pasado varios años, pero su estado de mantenimiento es más que aceptable, a pesar de haberse convertido en objetivo recurrente de los vándalos.
Esta misma semana la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Cádiz y exalcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, destacaba que una vez que se abra el nuevo viaducto, «desde la parte más alta es desde donde van a poder comprobar perfectamente que Cádiz está entre dos aguas. Entre la Bahía y el mar abierto. Vamos a ver una nueva ciudad con todo el frente de la Barriada de la Paz, una imagen que solo han podido disfrutar los que han paseado en barco por la Bahía o han visitado el muelle de La Cabezuela. Es impresionante cómo se ve Cádiz desde esa altura. Es otro concepto de la ciudad donde uno vive».
Ciertamente será una imagen nueva, que se convertirá en espectacular tras la imponente silueta del segundo puente. Pero detrás de esa bonita fachada sigue habiendo problemas sin solucionar. Así lo manifiestan los vecinos de los barrios que más se van a ver afectados con la apertura al tráfico del puente, previsiblemente, a mediados del mes de septiembre.
La presidenta de la Asociación de Vecinos Bahía Gaditana, Manoli Molina, advierte de la necesidad de reasfaltar la avenida de la Bahía, que será una de las salidas naturales de los vehículos que desemboquen en la ciudad por el nuevo acceso. No se trata solo de que no esté en perfectas condiciones, sino que el temor es que empeore rápidamente una vez que empiecen a circular por esta vía los camiones que entren en Cádiz por el segundo puente y se dirijan a la Zona Franca. «Esta avenida no se hizo pensando en que pudiera acoger el tráfico de vehículos pesados, pero nos tememos que va a ser así, porque los camiones que lleguen desde la zona de la Cabezuela no van a llegar hasta la plaza de Sevilla para darse luego la vuelta», dice. Molina añade que hay una profunda preocupación entre los vecinos de la Barriada de la Paz por el aumento de los ruidos que esto puede provocar.
Pero la cosa no queda ahí, también reclaman desde el colectivo vecinal información sobre qué va a pasar con el Piojito, que cada lunes se coloca en el paseo de la Bahía. No consiguieron que el anterior equipo de Gobierno les diera una respuesta al respecto, y ya se ha pedido por escrito una reunión con el nuevo alcalde. La única respuesta que han recibido hasta el momento por parte del equipo de Gobierno es que «son nuevos», por lo que les toca esperar.
Obras a medias
Y una vez que se cruza la avenida de la Bahía los problemas siguen existiendo, porque las obras que inició hace unos meses Aguas de Cádiz para mejorar las conducciones y reparar el asfalto de los patios interiores de la Barriada de la Paz están paralizadas a la espera de que el nuevo equipo de Gobierno aclare el nuevo organigrama de la empresa municipal y dé la orden de continuar con unos trabajos que se han quedado a medias.
Al respecto, Manoli Molina asegura que son constantes las quejas de los vecinos por la presencia de ratas en estos patios y por el temor de que, habida cuenta del mal estado de los mismos, se produzcan filtraciones en los sótanos de los inmuebles una vez que lleguen las lluvias.
Otro de los barrios que va a cambiar su tranquila rutina diaria con la apertura del puente es el de Astilleros. El presidente de la Asociación de Vecinos, Luis Arenal, advierte de que «el barrio no está preparado para tanto flujo de vehículos». Al igual que la presidenta de Bahía Gaditana, Arenal se muestra radicalmente en contra de que los camiones que lleguen por el puente continúen su recorrido por la avenida de Las Cortes. «Si el planteamiento es que todo el tráfico se desvíe hacia Las Cortes nosotros cortamos la carretera». Propone como alternativa «que los camiones pesados cojan por la avenida de Huelva y sigan por San Severiano. Es la forma de evitar las molestias nocturnas a un mayor número de vecinos. Así el paso de los camiones afectaría a cuatro bloques y no a los dieciocho de Astilleros», explica el portavoz vecinal, que entiende que este sería el mal menor.
Desde el colectivo también se ha pedido una reunión urgente con el equipo de Gobierno, una vez que se ha mantenido una breve entrevista con el concejal de Participación Ciudadana para tener una primera toma de contacto. Los vecinos quieren exponer al nuevo gobierno local algunas de sus reivindicaciones históricas. Una de las que más les urge es la relativa a la construcción de nuevas zonas de aparcamiento. Recuerdan que con la construcción de la Casa de las Artes se perdieron 450 plazas en la zona y desde entonces vienen reclamando una solución. El problema del aparcamiento se verá incrementado con el aumento del tráfico en el barrio.
Arenal propone la construcción de un aparcamiento subterráneo entre la piscina de Astilleros y la avenida de la Bahía. En caso de que esa solución no se considere idónea, también propone que se habilite un aparcamiento en superficie en una zona sin uso de la factoría de Navantia situada tras el Parque de Bomberos, que, según cuenta, tendría capacidad para al menos 200 coches y costaría «un tercio de la inversión necesaria para un parking subterráneo».
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