Cádiz

Un atasco de aguas fecales provoca el caos en una planta del Puerta del Mar

A las denuncias y quejas por el servicio de limpieza y el retraso en el reparto de las comidas se suma ahora el descontrol por la inundación de varias dependencias

Belén MATA
Actualizado: Guardar
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Los problemas siguen en el hospital Puerta del Mar y la sensación de caos aumenta por días. A las quejas por las deficiencias en el servicio de limpieza de la pasada semana se sumó el lunes el descontrol en el reparto de comidas entre los pacientes, sin embargo, la situación va a peor. Los sindicatos han denunciado que hoy por la mañana empezaron a rezumar aguas fecales por las arquetas de varias dependencias situadas en el pasillo de la planta baja del hospital, junto a la entrada principal. Se trata de uno de los lugares de mayor tránsito de usuarios y trabajadores de todo el hospital.

Además, las aguas residuales se filtraron por el techo hasta caer a los vestuarios del personal femenino de la planta sótano, inundando rápidamente todas las dependencias.

El personal que entró en el turno del tarde tuvo que cambiarse de ropa en unos vestuarios llenos de agua. A las 14,30 horas tuvo lugar otro nuevo atasco en el quirófano de endoscopias de la segunda planta, donde también se inundó una parte de la instalación y fue preciso derribar varias placas de techo.

La situación es insostenible y arrecian las quejas del personal sanitario ante las condiciones precarias en las que desarrollan su trabajo. La plantilla está desbordada. Algunas enfermeras, por ejemplo, aseguran que la mayoría del personal está contratado al 75% y que, por tanto, deben de tener solamente 105 horas de trabajo al mes, algo que no se cumple en absoluto, ya que además de hacer más horas de las debidas, el SAS les hace ver que aun así, deben horas de trabajo, algo que despierta la irascibilidad del personal que intenta hacer su trabajo correctamente pero que se sienten ninguneados. El descontento general reina entre la mayoría de estos trabajadores que insisten en que «para la delegación es un beneficio hacer los menos contratos posibles», lo que pone de manifiesto que «le es indiferente que en el Hospital haya que cerrar habitaciones porque hay gente de vacaciones y los trabajadores no den abasto».

El sindicato Autonomía Obrera ha puesto de manifiesto que la actuación de todo el personal de mantenimiento del hospital y de las pocas trabajadoras de limpieza que hay en el centro fue «ejemplar, algo que, sin embargo, no podemos decir por desgracia de los responsables de la empresa de limpieza y de los cargos directivos del centro».

Según los portavoces de los trabajadores del hospital, «ningún directivo de nivel medio apareció por el centro para coordinar la situación». Las mismas fuentes destacan que solo la encargada de limpieza del centro ha quedado al mando del personal, pero sin capacidad alguna para tomar decisiones de cualquier tipo. Los sindicatos se quejan de que el problema del atasco de ayer y la salida de las aguas fecales fue lo suficientemente grave como para reforzar la plantilla y, sin embargo, la nueva gestora de la limpieza del hospital, la UTE Lisan, declinó esta medida.

Situación precaria

No obstante, en un comunicado firmado por Autonomía Obrera y la CGT destaca que la presión ejercida llevó a a última hora a la dirección del centro a reforzar el servicio para limpiar los vestuarios femeninos. La limpieza de las instalaciones se ha llevado a cabo con bolsas de plástico metidas por sus zapatos y con la misma ropa de trabajo que utilizan en la limpieza de las habitaciones y dependencias de las plantas.

Para colmo, la extracción de las aguas fecales hubo que realizarla con los propios recogedores a modo de pala, porque la única máquina extractora de agua que tiene la empresa en el centro se encontraba desde mediodía inutilizada por falta de batería. Como consecuencia de ello, según la versión sindical, todo el personal que utilizan ese vestuario (y que son varios cientos de trabajadoras enfermeras, auxiliares y personal no sanitario) tuvo que cambiarse prácticamente bañadas en aguas fecales y con el grave riesgo de poder trasladar después esos residuos a sus respectivas unidades en los zapatos o en las salpicaduras de los uniformes.

El sindicato considera que la situación vivida ayer en el Hospital Puerta del Mar demuestra «el enorme error que ha supuesto asignar el contrato de limpieza a una empresa que lo único que ha hecho desde que entró es recortar plantilla». En opinión de la central sindical, el hospital es hoy un «atasco» Los portavoces de los trabajadores insisten en que «esta situación no puede prolongarse por más tiempo y la necesidad de cambios resulta ya perentoria, y el primero de ellos debe ser, retirar la concesión del servicio de limpieza».

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