
Cuidado con enfermar en agosto en Cádiz
Algunos usuarios denuncian la falta de atención debido a los recortes de personal
Actualizado: GuardarSi hay algo que teman algunas personas durante el verano es ponerse enfermo. Largas colas en Urgencias, falta de personal, habitaciones cerradas. Ése es el recibimiento que tiene cualquier enfermo que acude al Hospital Universitario en el periodo estival. Ni que decir tiene que cuando uno va a Urgencias sabe que tiene que armarse de paciencia y aguantar durante horas en la sala de espera hasta conocer el parte médico. La falta de personal es notable y eso es justo lo que denuncian algunos usuarios que han estado varios días hospitalizados en el Puerta del Mar.
Por un lado, Ana Belén relata la historia vivida durante doce días junto a su hermano Juan Luis, «hemos tenido muy mala experiencia durante los días que hemos estado en la cuarta planta del centro hospitalario».
Esta joven asegura que pasaron siete horas en Urgencias y que aun sabiendo el propio personal que a su hermano se le derivaría a una habitación, lo mantuvieron, tal y como viene siendo habitual, en una interminable espera.
Pero la queja no se reduce a eso, sino que además, tras dos días sin pasar el médico por la planta, Ana Belén denuncia la falta de atención por parte de las enfermeras del control, ya que ante el dolor de su hermano, respondían que no podían hacer nada, sin saber que realmente este chico de 26 años se quejaba porque llevaba días con la vía cogida de forma incorrecta. Además, recalca que le ubicaron en una planta equivocada debido al cierre de numerosas habitaciones, estando en continuo movimiento y dejándoles finalmente junto a un señor mayor que estaba en estado terminal, «situación que no favorecía en absoluto la mejoría de mi hermano».
Asimismo, algo tan cotidiano como debe ser cambiar un gotero en un hospital se vuelve tarea difícil cuando una enfermera tiene que hacer el trabajo de tres. Y justo eso es lo que denuncian también algunas de ellas que ven cómo trabajan en condiciones precarias. Y es que, en estos momentos, en el Hospital se encuentran mezclados enfermos con distintas patologías, incluso algunos con aislamiento de contacto, tienen que padecer junto a otros infecciosos y ser tratados con materiales que carecen de exclusividad, ya que en algunos controles hay solamente un aparato para tomar la tensión a todos los enfermos.
De este modo, se dibuja un panorama decrépito en el que la ausencia de enfermeras es palpable, ya que atienden al reclamo de pacientes mucho tiempo después del aviso, bandejas del almuerzo que se acumulan y se juntan con las de la merienda y falta de higiene en algunos baños que concentran pañales de hace varios días que a veces se llevan sin limpiar. Así, lo describen algunas enfermeras que muestran su total disconformidad ante los recortes del SAS que, aunque no sólo se produzcan durante el periodo estival, «en verano se recrudece».
Una de las enfermeras ha confesado a este medio que a los supervisores no les importa la descoordinación de los equipos, ya que «simplemente mueven a sus peones al antojo de un planillo para ir cubriendo huecos, tratándolos incluso con actitud chulesca». A veces, recalca, «nos cambian de planta diciéndonos que estaremos arropadas por otra compañera y nos encontramos solas con una chica de prácticas, por lo que se pierde la calidad asistencial», sentencia.