Metiendo a la moda en cintura

«Hay personas que nacen para hacer cosas grandes y otras que son felices haciendo justo lo contrario, pequeñas cosas. Y eso me ocurre a mí, veo la belleza en objetos que para algunos son insignificantes, piezas que me inspiran, materiales que, unidos, crean algo único, diferente y especial. El metal, el encaje, las cintas, el cuero… materia viva que hace de la nada un complemento perfecto. Me inspiro en la fauna y flora de la naturaleza que nos rodea, que es la que crea, por sí sola, la verdadera belleza. Me gusta crear y mostrar, ofrecerte lo que quizá buscas para que forme parte de ti, de un momento, de un día especial, de un recuerdo, que te enamores como yo lo hago tratando cada uno de sus materiales, tanto que al verlo quieras decir «Be Mine!».

Así se presenta Isabel Maeso Ruiz (Cádiz, 1979), una gaditana afincada en Madrid y también una licenciada en Periodismo inmersa en el variopinto mundo de la moda. Se dedica a meterla en cintura, aunque no es ningún castigo, sino toda una pasión. Ha montado un negocio on line en el que vende cinturones femeninos hechos a mano y para ello ha creado una página web: www.bemineshop.com.

Cabe hacerse la pregunta de si la moda siempre está de moda... Isabel Maeso la responde: «La moda es algo muy subjetivo, un concepto inventado para seguir produciendo y que nunca dejemos de comprar... Sin duda, prefiero la gente que tiene su propio estilo: personal y único. De hecho, en mi caso, huyo de todo aquello que pone de moda la típica famosa o bloguera de turno que hace que se agoten las existencias en todas las tiendas. Yo disfruto buscando y comprando justo lo que nadie tiene, aunque a veces no lo consiga. De hecho los cinturones femeninos que elaboro son atemporales, no siguen ninguna moda, especiales y van con cualquier estilo».

Y de la moda en general, a la particular. A su negocio... «Emprender no deja de ser una aventura, pero internet ha abierto un universo de posibilidades para quienes tienen algo que ofrecer y la ilusión de salir adelante con lo que verdaderamente les hace felices y les motiva. Yo estudié Periodismo por verdadera vocación, pero la realidad me demostró que era una profesión muy dura y poco valorada en todos los sentidos, con mucho intrusismo. Hoy en día me atrae más el mundo on line, creo que ofrece muchas posibilidades y me fascina», confiesa.

¿Y por qué exclusivamente on line? «Porque tras finalizar un Master de redes sociales y marketing digital, sobre las empresas virtuales, la dinámica del nuevo cliente 2.0 y los nuevos hábitos de consumo, me animé a ser yo esa nueva empresaria. En vez de trabajar promocionando webs ajenas quise poner en marcha un proyecto que aunara mis dos grandes pasiones: el diseño y elaboración de complementos para la mujer y el mundo virtual enfocado a los negocios y a su promoción», explica esta gaditana afincada en la capital de España.

El proyecto llevaba tiempo en su cabeza. «Desde que empecé a comprar ropa y complementos por internet, hace ya varios años, buscando precidamente esa exclusividad, siempre imaginé tener mi propia web. Que fuera de cinturones elaborados a mano ya surgió casi por casualidad, empecé a hacerlos para mí con la ayuda de mi madre, que siempre me ha inculcado el amor por la costura».

Y vio la luz hace un par de meses. «A finales de mayo, abrí el negocio una vez que conseguí materiales y diseños que llegaran al nivel que deseaba para crear una web de calidad y con la esencia que pretendía. Cinturones únicos, especiales y a un precio asequible. Lancé una primera colección, pero no paro de trabajar y de crear nuevos modelos, los cuales presenté en un ‘showroom’ el 30 de julio en Cádiz: una experiencia que no olvidaré».

El ‘showroom’... «Me animó a hacerlo otra gaditana afincada en Madrid, emprendedora de pro y comercianta nata, creadora de ‘Pink Hormiga’ y ‘Con un toque de Arte’, Carmen Domínguez, con experiencia en este tipo de fórmula de venta. Es un concepto distinto al que hago habitualmente, no deja de ser un reto para mí, pero es muy enriquecedor. Tienes contacto directo con el cliente, ves su cara al ver tu producto, cuánto le gusta, te cuenta lo especial que es... ves cómo le queda... y eso me encanta... a cada pieza que sale de mi taller le he puesto el alma y conocer quién lo va a lucir me hace especial ilusión», detalla Isabel.

«Sola... para lo bueno y para lo malo», apunta para comentar que no tiene socio ni socia. «Ser mi propia jefa y no tener horarios fijos no tiene precio. Es un proyecto que en principio no tiene demasiadas pretensiones, aunque, si soy sincera, mi verdadero sueño es vivir de él... o al menos sobrevivir».

No tiene acento madrileño, pero huye de chovinismos gaditanos: «Salí de casa con 18 años a estudiar fuera y desde esa edad he vivido en otras ciudades, por lo que el desarraigo lo llevo con mucha naturalidad. Pero adoro mi tierra y la casualidad hizo que me casara con otro gaditano que trabajaba y vivía también fuera. Cádiz es nuestra ciudad y la provincia ideal para recargar pilas y volver con fuerza a nuestra rutina en Madrid».

El presente debe desembocar en el futuro. «Por ahora sólo vendo cinturones, estando centrada en la colección que ofrezco en la web y en los nuevos diseños, pero tengo muchas ideas y seguramente para primeros de año ofrezca nuevos productos. La única condición, lo que quiero mantener, es que sean siempre hechos a mano, de calidad y lo más originales que pueda. Trabajo para España y Portugal, pero estoy gestionando la participación en una web multimarca que vende a toda Europa, un escaparate impagable que puede que me obligue a dar el salto definitivo», piensa en voz alta Isabel Maeso poniendo el punto y final a sus palabras y un punto y aparte a su proyecto.