El 'pequeño Nicolás' rueda en Cádiz
Un cine club graba una película para promocionar la ciudad en un proyecto educativo
Actualizado:Un chaval joven, elegantemente vestido, toma un café en el Royalty de Cádiz. No parece desentonar en el ambiente, es elegante y le dirige una sonrisa a todo el que le mira. Domina la escena, pese a su juventud. Le da palique a un camarero, hace esfuerzos por caerle bien, aunque con cierto aire de suficiencia. De pronto, ese mismo camarero le trae la dolorosa, la cuenta, y parece que al chico le entra una llamada en su móvil. Parece ser que le habla su prima Susana al teléfono, Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía para más señas. Por lo visto, en el establecimiento no hay cobertura. Sale a la calle. Y se va corriendo, zafándose de pagar la cuenta. Corten. La escena en el Café Royalty ha concluido con éxito y la asociación Cine Club Claudio Guerin dirige sus pasos al Parador Atlántico para grabar otra secuencia. Porque en el mundo del cine nada es lo que parece, aunque sea por una buena causa. Y es que ayer Cádiz, acostumbrada a ser escenario de tantos y tantos rodajes, acogió uno más.
Sin embargo, aunque fuera pequeño y modesto, éste tenía algo que le hacía diferente: su finalidad. Como explicaba a este medio Juan Antonio Cuevas, el objetivo es grabar una película con fines benéficos y educativos, sin que medie interés económico alguno. «Lo que pretendemos es que los jóvenes interesados por el mundo audiovisual, aprendan sus entresijos». Y eso fue lo que les llevó ayer desde Sevilla a Cádiz, para desarrollar una historia basada en las peripecias «de un pícaro moderno, un 'pequeño Nicolás'».
«Buscamos contar una historia que sirva de excusa para mostrar la ciudad». Quien lo explica es esa suerte de pequeño Nicolás en la ficción, mientras descansa entre escena y escena. En la vida real se llama Alberto Arroyo, es de Dos Hermanas, tiene 18 años y le apasiona todo lo audiovisual. «Estoy muy ilusionado porque es mi primera película». Espera que no sea la última, por eso se esfuerza en que todo salga perfecto.
Y eso que el día de ayer no estuvo exento de sobresaltos. Un pequeño percance les llevó a acumular retrasos en el día de rodaje que salvarán en los días que seguirán grabando a lo largo del fin de semana.
Ayer mismo, arrancaron con el rodaje de planos al amanecer desde la Torre Tavira. Posteriormente, grabaron en puntos como la iglesia de Santa María con el Nazareno. Ya durante la tarde, además del Royalty, apostaron por grabar vistas desde el Parador y planos en las inmediaciones de La Caleta. Igualmente, Arroyo tenía previsto completar una escena de un baño en la recoleta playa. Pero no se quedará ahí, en la lista de secuencias a grabar están localizaciones como la Plaza de las Flores, el Mercado de Abastos o la plaza de la Catedral. Incluso, tenían previsto grabar un cameo con el concejal Martín Vila en el Ayuntamiento, pero el contratiempo se lo impidió.
En total, en la jornada de ayer eran unas cuatro personas las que participaron en el rodaje, entre ellos, el realizador Alfonso Vidán. «Somos muchas personas más, pero en el trabajo de campo no podemos estar todos», reconoce. De hecho, hasta su cine club llegan «tanto estudiantes de audiovisuales que quieren entrar en contacto con la práctica o jóvenes que están interesados en general». Aunque tienen claro qué grabarán, aún no tienen definido cuál será el resultado: «No sé si será un largometraje o un corto, aún tenemos que decidirlo».
Antes de eso y de marcharse de Cádiz, no descartan grabar nuevos planos, entre ellos en las ruinas del Teatro Romano. Y es que tienen claro que una de sus máximas es «el interés por todo lo cultural». De ahí que se muestren especialmente interesados por llegar a todos los atractivos culturales y patrimoniales de la ciudad. Todo ello, de la mano de un pícaro que seguro que este fin de semana dará que hablar por Cádiz.