Condenado el falso inspector Lobón
Este vecino de Cádiz ha sido sentenciado a ocho meses de cárcel por trato denigrante a una excompañera de trabajo
Actualizado: GuardarEn noviembre de 2013, la Comisaría provincial de Cádiz informaba del extraño caso de un sujeto que se había hecho pasar por un agente de Policía para ligar con una excompañera de trabajo. La noticia, ampliamente difundida por redes sociales, fue motivo de múltiples comentarios. Un año y medio después, el juzgado de Instrucción nº 4 de Cádiz ha condenado al falso inspector Lobón, quien reconoció los hechos y de esta manera evitó la celebración del juicio.
La sentencia, alcanzada por conformidad y a la que ha tenido acceso este medio, fija para Francisco M. R., periodista de profesión, una pena de ocho meses de cárcel, el pago de una indemnización de 3.000 euros y la prohibición a acercarse a la víctima a menos de 150 metros durante 16 meses.
Como el procesado no tenía antecedentes, no ingresará en prisión y al reconocer los hechos, ha visto reducida la pena estipulada en el Código Penal (un año) en un tercio.
Aunque la Policía Nacional lo detuvo como presunto autor de un delito de usurpación de funciones públicas por hacerse pasar por inspector, Francisco M. R. ha sido condenado finalmente por un delito de trato denigrante. Si bien en el capítulo de hechos probados de la sentencia, se hace constar que este vecino de Cádiz simuló ser un agente con el único fin de mantener el contacto con su excompañera de trabajo, a la que durante meses envió correos electrónicos solicitándole consejos personales y ayuda a pesar de no tener apenas relación con la víctima.
Creó una ficción
«En todos los casos, el acusado pretendía relacionarse con la víctima y mantener contacto, a pesar de la negativa de ésta, para lo que se hizo pasar por dos personas distintas, creando una ficción» que mantuviera viva la conexión con la afectada.
Esta mujer necesitó de tratamiento psicológico debido a la situación que creó el falso inspector Lobón ya que a pesar de negarse a las proposiciones que le hacía, Francisco M. R. no cesó en sus intentos de acercamiento.
Una de esas proposiciones que tuvo que soportar la víctima fue formulada, «antes de la Navidad de 2012». En esa ocasión -relata la sentencia- Francisco volvió a contactar con ella para comentarle que quería someterse a una operación «dado el escaso tamaño de su pene» y que quería mandarle una fotografía para que pudiera constatarlo.
Ante la negativa de la víctima, este vecino de Cádiz comenzó a crear falsas identidades como un inspector de Policía o un perfil anónimo en facebook, de nombre el vengador enfurecido, para poder seguir contactando con su antigua compañera, quien desbordada por los acontecimientos terminó acudiendo a la Comisaría y allí comprobó que no existía ningún inspector de apellido Lobón.