Joyas arquitectónicas sin señor ni comprador
Actualizado:Resulta chocante que el casco histórico de Cádiz siga contando con un puñado de casas palacio, auténticas joyas de la arquitectura más representativa de la ciudad, que se mantienen cerradas a cal y canto desde hace años. La mayoría de ellas contaron con ambiciosos proyectos de rehabilitación que arrancaron y no concluyeron o que simplemente se quedaron en el boceto.
Especialmente llamativa es la situación de la Casa del Almirante situada en el barrio de El Pópulo, un Bien de Interés Cultural (BIC) que estuvo en vías de convertirse en el primer hotel de cinco estrellas de la capital. El promotor y arquitecto Honorio Aguilar dirigió unos trabajos que arrancaron en 2008 y se paralizaron en 2010. Actualmente el edificio, que fue construido en 1690 por orden del almirante don Diego de Barrios, está en manos de la entidad bancaria BBVA, que lo ha sacado a subasta en más de una ocasión sin que haya surgido comprador.
En idéntica situación se encuentra el palacete barroco de la calle Sagasta número 1, que permanece cerrado después de que varios proyectos que se plantearon entre sus paredes (hotel, oficinas, viviendas de lujos…) se quedaran tan sólo en el intento. El Banco Sabadell es el actual propietario del inmueble y Solvia, su inmobiliaria, la que lo ha sacado a subasta por 1,67 millones de euros, un precio irrisorio en comparación a los 6 millones que costaba hace pocos años.
De entre los muchos edificios de estas características que existen en el centro de Cádiz, también cabe destacar el palacio de estilo isabelino que se encuentra en la plaza de San Agustín, antigua sede de Caja Postal. Construido en 1860, tiene tres plantas, 12 dormitorios, 5 baños y un total de 1200 metros cuadrados. Actualmente, varios portales web inmobiliarios anuncian su venta por la cifra de 1,89 millones.