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La mala decisión

montiel de arnáiz
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El hecho de que Susana Díaz no haya podido reducir las exigencias de Podemos y Ciudadanos para ser investida presidenta de la Junta denota que no tiene tanto poder orgánico e institucional como podía pensarse o que ponderó mal la capacidad de resiliencia de sus rivales.

Díaz discursea a los andaluces sobre su lucha contra la corrupción y la búsqueda de transparencia pero luego rechaza la firma del pacto anticorrupción que los naranjitos le ponen sobre la mesa –luz, taquígrafo y notario de la plaza– al tiempo que vende las espantás de Griñán y del chantajeado Chaves como un logro personal que debe proveerle con carácter necesario el apoyo para su investidura.

Según qué día, pareció confiar en cerrar un acuerdo con Juan Marín pero tras la intervención ‘Rivera Ex Machina’ todo quedó en agua de borrajas.

Parece que las nuevas formaciones políticas han escarmentado en Maíllo ajeno y han decidido esperar a que vayan transcurriendo las elecciones, a todo trapo.

Son sabedoras de que el apoyo a Susana les costaría un saco de votos fundamentalísimo en nacionales y municipales. Así que nada, a esperar que llegue el 5 de julio. Conclusión: van a hacer sufrir a la trianera.

Si Díaz no transige de aquí a entonces se disolverá el parlamento y habrá que acudir a votar de nuevo en septiembre, lo que debería producir la inmediata dimisión de la líder socialista al ser incapaz de gestionar su propia investidura y demostrarse, por tanto, que el adelanto electoral que promovió Susana Díaz fue una pésima decisión, a la par que egoísta.

El anticipo de las elecciones vestido con ropajes de búsqueda de estabilidad política no ha producido más que una gran inestabilidad, deteriorando la imagen de Susana Díaz tanto en su tierra como en el resto de España.

Estoy persuadido de que en el PSOE querrá alguno darle matarile ya, como ocurre con cualquier persona de ascendente carismático como ella. Nada hay más peligroso que el que perciban tu debilidad, sea o no verdadera. Al suelo, que disparan los nuestros y todo eso. Aunque, por supuesto, habrá quien crea que todo estaba milimétricamente planificado por la ‘Diputada Díaz’ (Teresa dixit), buscando poder dar a luz en el momento plebiscitario más oportuno. Vaya usté a saber.

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