Los afectados de Los Chinchorros ven ya cercana la solución

El eterno conflicto de Los Chinchorros, en Cádiz, podría llegar a su fin o, al menos, vivir una tregua duradera. La promotora Arrecife 2010 SL está ultimando los acuerdos con los compradores y los que entregaron sus propiedades a cambio de viviendas para cumplir con las condiciones del contrato firmado hace ya más de diez años. La durísima negociación que han mantenido la constructora y los afectados termina al fin en un diálogo, «la única vía razonable», admite Marcelo Villacorta, el portavoz de la plataforma que representa a las más de cien personas que aspiraban a ser propietarios algún día de uno de estos pisos, casi a pie de playa.

En esta ocasión, dice estar convencido de que «la solución podría estar cercana» y el motivo por el que lo admite de una manera tan tajante es que «hasta ahora no habían propuesto el cumplimiento del contrato y el respeto de los derechos que en él se reconocen», aclara.

En estas últimas semanas los representantes de la promotora Arrecife 2010 se están reuniendo uno por uno con los firmantes, tanto compradores como permutantes para ver cada situación. «La salida será la misma, pero es necesario analizar desde qué punto parte cada afectado», indica.

Por el momento esta ronda servirá para saber si hay unanimidad entre los afectados y una vez que la empresa cuente con ello, se reunirán con la entidad bancaria que le concedió el crédito y el Ayuntamiento de Cádiz. El portavoz de la plataforma resalta que una vez con el visto bueno de todas las partes habrá que modificar el proceso concursal en el que aún está inmersa la compañía para crear ese convenio de acreedores.

Negociación con el banco

Dado este paso, el mayor escollo será la negociación con el banco al que se pide una quita del crédito y la condonación de la deuda derivada de los intereses. De salir el plan adelante, las obras se podrían retomar con la intención de construir los casi cien pisos y garajes de renta libre y los otros 78 de VPO.

Marcelo Villacorta admite que hablar de plazos es aún prematuro, aunque confía en que la tramitación sería rápida y, si todo sale bien, podría estar resuelta a lo largo de este año. Ver al fin desatascado este conflicto es para él casi como un sueño, asegura. Es la misma sensación de la del resto de afectados que aún no las tienen todas consigo tras una lucha que dura más de diez años.