«Hay que abandonar la política de la subvención que compra voluntades»
Ana Mestre García es la número 1 de la candidatura del PP al Parlamento Andaluz por la provincia de Cádiz
Actualizado:La renuncia sorpresa de Antonio Sanz a encabezar la lista del PP por la provincia para el Parlamento Andaluz tras ser designado delegado del Gobierno en Andalucía ha puesto en primera línea de la batalla política a Ana Mestre.
Exconcejala del Ayuntamiento de Cádiz, candidata a la Alcaldía de Sanlúcar de Barrameda y parlamentaria en la última legislatura, es uno de los valores emergentes del partido. Se enfrenta al reto mayúsculo de empalmar dos campañas electorales y, al menos aparentemente, le sobran fuerzas.
-¿Cómo afronta esta campaña como número 1 del PP por Cádiz y con las Municipales a la vuelta de la esquina?
-Con muchísima organización, coordinación y ante todo responsabilidad. Creo que es la forma para hacer las cosas correctamente, con el rigor que requieren y afrontando el reto, que es apasionante. Además, con mayor responsabilidad al liderar la lista. Afortunadamente no me es ajeno el partido ni la organización de la campaña y además cuento con un equipo en el PP de Cádiz que me lo hace todo más fácil.
-¿Cuál es la receta del PP andaluz para combatir la lacra del paro en Cádiz?
-Ante todo tenemos que alejarnos de las subvenciones para pasar a los incentivos. Hay que cambiar el modelo económico de Andalucía e intentar reactivar la economía de los ciudadanos, para empezar, y de aquellos que generan riqueza para continuar. Me refiero a los autónomos, a la vez que facilitar a los emprendedores los proyectos empresariales desarrollando suelo industrial y dando facilidades para la contratación. Para eso el PP ha presentado una serie de iniciativas en materia de empleo y para los autónomos que dinamizarán la economía. Una de ellas, en favor de los nuevos autónomos, sería la cuota cero, con la que no pagarían su Seguridad Social durante seis meses, con ayudas de entre 800 y 1.200 euros. Otra sería la ampliación de los 426 euros a parados de larga duración hasta dos años, además de ayudas a las empresas que hagan contratos indefinidos a personas con este perfil. Hay otras muchas medidas, pero solo la rebaja en el tramo del IRPF autonómico a las rentas medias y bajas puede suponer un ahorro de 450 euros en los bolsillos de los ciudadanos.
-En esta provincia tan diversa, y a veces dividida, ¿se puede establecer una estrategia global de despegue?
-Hemos empezado desde hace más de cuatro años lo que llamamos el ‘PP Útil’, que pasa por trabajar unidos por la provincia. Tenemos que abandonar los localismos. Se está haciendo mucho esfuerzo. La Zona Franca está desarrollando suelo competitivo en la provincia. Queremos impulsar la provincia como espacio logístico y apostamos por Las Aletas. Pero no queremos caer en esa reindustrialización ficticia que los diversos gobiernos socialistas de la Junta de Andalucía han llevado a cabo en la provincia. Han hecho que se pierdan miles de millones de euros en la provincia y eso es inconcebible.
-Hablan de incentivos para el empleo y un aumento de las ayudas sociales. ¿Cómo cuadra ese propósito con unas arcas que no pasan por su mejor momento?
-La Junta de Andalucía tiene un presupuesto de treinta mil millones de euros. Todos estamos viendo los cientos de millones que se han quedado entre unos pocos en los casos de corrupción de la formación y de los ERE. Dinero ha habido, el problema es cómo se ha distribuido, que se ha quedado en los entornos del PSOE y de la Junta de Andalucía, pero nunca ha llegado a la gente. Lo que hay es que saber redistribuir los recursos, marcar unas prioridades y abandonar la política de la subvención como compra de voluntades para que verdaderamente se optimice cada euro que se invierte. El Gobierno andaluz ha devuelto a España unos 220 millones porque ha sido incapaz de ejecutarlos en materia de empleo. ¿Cómo es explica eso con la mayor tasa de desempleo? No se han sabido aprovechar ni los recursos propios ni los que han venido.
-¿Cree que la corrupción es algo generalizado en el Gobierno andaluz o se puede hablar de manzanas podridas?
-Esto ha sido una trama. Se ha eliminado cualquier tipo de control en el repartoi de los fondos con un único fin: que el dinero fuera a quien a la Junta de Andalucía le interesaba beneficiar. Esto es una red que se ha gestado a lo largo de muchos años.
-¿Les puede pesar a ustedes levar a dos imputados en su lista?
-No tiene nada que ver. En este caso son casos administrativos que derivan de la gestión municipal.
-¿Si el PP gobierna en la Junta son recuperables proyectos que requieren una gran inversión como la Ciudad de la Justicia o el nuevo hospital de Cádiz?
-Sí. Es que no hay más remedio. Si queremos que la justicia sea ágil hay que invertir en sus infraestructuras. En materia sanitaria estamos pagando nuestros impuestos y el servicio va cada día a peor. Es vergonzoso ahora mismo tener que ir a una Urgencia sanitaria en esta provincia. Si queremos dar un servicio sanitario de calidad hay que invertir en personal e infraestructuras.
-Las encuestas no les son favorables, ¿cómo las valoran?
-Después de lo que pasó hace tres años ni siquiera las valoro. El día de la verdad será el 22 de marzo.
-¿Cómo les afectará la llegada de los nuevos partidos?
-En política el oportunismo perjudica siempre a los ciudadanos. Cuando se habla con demagogia, con el todo es posible y el todo está mal, menos lo que yo hago, no hay credibilidad. Unos vienen de salvapatrias, otros quieren dar lecciones cuando de su escasa gestión municipal se traduce todo lo contrario de los que venden. Resulta triste que de la desgracia ajena se quieran ganar votos. La democracia se fraguó en grandes pactos. Hay que cambiar cosas, pero no se puede lanzar el mensaje de que el sistema falla. La raza, no la casta, es la que determina la acción política de una persona o un partido. Con raza se cambia una sociedad y se solucionan problemas.
-¿Ve posible un gran pacto entre PP y PSOE en la Junta de Andalucía?
-Juanma Moreno se ha comprometido a que si por él es se votará a la lista más votada. Pero Susana Díaz desprecia el diálogo y hasta ahora es incapaz de apoyar esa opción si nosotros sacamos un voto más que ella. Nosotros apostamos por que gobierne la lista más votada porque necesitamos estabilidad y salir del hoyo en que nos encontramos. ¿Hacia dónde vamos con experimentos, con pactos tripartitos? No nos lo podemos permitir. Lo que necesitamos de verdad es renovación. Y si no gusta, a los cuatro años se cambia el voto. Esa es nuestra riqueza.