Albert Rivera y Juan Marín, de Ciudadanos, en el acto celebrado este sábado en Cádiz
Albert Rivera y Juan Marín, de Ciudadanos, en el acto celebrado este sábado en Cádiz - antonio vázquez
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Albert Rivera enseña músculo en Cádiz

Cientos de personas arropan a los candidatos de Ciudadanos en su defensa del cambio en Andalucía

Antonio M. de la vega
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El gran salón multiusos del Parador Hotel Atlántico de Cádiz se ha llenado esta mañana de gente que quería conocer a fondo la propuesta de Ciudadanos. Eso, aparte de ver de cerca a su líder nacional, el televisivo Albert Rivera.

Rivera defendió ante un público entregado sus propuestas de cambio, para España y para Andalucía. Un cambio, que según dijo, pasa en primer lugar «por devolverle el gobierno de la Junta a los andaluces. Se lo vamos a devolver para que quien gobierne Andalucía sea menos corrupto y más decente».

La lucha contra la corrupción fue uno de los principales argumentos defendidos por Rivera, que acusó a PSOE y PP de taparse el uno al otro para no perder su posición de poder durante los últimos 30 años.

Lanzó en ese sentido un «aviso a gobernantes»: «Quien lleve un imputado por corrupción en sus listas que ni descuelgue el teléfono para llamarnos el día 23 de marzo, porque no se lo vamos a coger», en referencia a posibles pactos en la Junta de Andalucía.

Tanto Rivera como el candidato de Ciudadanos a la Presidencia de la Junta de Andalucía, el sanluqueño Juan Marín, defendieron otras medidas concretas con las que se presenta el partido naranja a las urnas en Andalucía, pero también en el resto de España.

Hablaron de la necesidad de la necesidad de crear empleo y reactivar la economía. Para ello hablan de «incentivar la contratación, no los despidos» y medidas como que los autónomos paguen una cuota inicial de 50 euros y a partir del segundo año de actividad paguen según los beneficios obtenidos. También proponen una reducción de costes en materia de Seguridad Social y una rebaja en el tipo de IVA, especialmente para las familias.

A nivel institucional promueven administraciones más eficientes, con un control exhaustivo de la gestión pública que devuelva a los ciudadanos la confianza en los políticos. Proponen también listas abiertas y un gran pacto en materia de educación a nivel nacional. En este sentido, defienden que las directrices en educación y sanidad las marquen los profesionales.

Albert Rivera se confesó emocionado, «como profesional constitucionalista», por estar en Cádiz, donde se promulgó la primera Constitución española. Recordó que la misma fue hecha «por gente de muchos lugares de España y del mundo. Fue un pacto entre los ciudadanos para devolverle a los ciudadanos el poder. Aquí pasa algo parecido, la Junta de Andalucía no es del PSOE, es de los andaluces. Nosotros vamos a devolvérsela».

Rivera también se refirió a las declaraciones del delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, respecto a que no quería que Andalucía estuviera gobernada por alguien llamado Albert. El líder de Ciudadanos lanzó un mensaje al candidato del PP a la Junta, Moreno Bonilla, al que se refirió como «paisano, porque es nacido en Barcelona y con la familia en Málaga, como yo».

Le dijo que «no puede defender las palabras de algunos de sus portavoces. Qué ridículo tan absurdo el de este tipo de actitudes. Demuestra que son gente del siglo pasado que no entiende la realidad de España. No puede gobernar un país quien no conoce a su gente».

Por último, se mostró convencido de la fortaleza de Ciudadanos en Andalucía tras las elecciones autonómicas y atacó a «los partidos nuevos con ideas viejas que dicen que todo se ha hecho mal. No hay que romper España, sino arreglarla. Tenemos que defender una España unida y diversa y nunca vamos a pactar con los separatistas que quieren romper España, como han hecho PP y PSOE durante 30 años. Ciudadanos es el cambio sensato y va a ser la gran sorpresa de la noche electoral. Sorpresa para unos y susto para otros».

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