La Casa de Iberoamérica de Cádiz acogerá medio centenar de obras del Museo del Prado

Cádiz acogerá en junio una exposición integrada por más de cincuenta obras del Museo Nacional del Prado, tal y como anunció el presidente del Patronato del Museo del Prado, José Pedro Pérez-Llorca, en la entrega de los X Premios LA VOZ el pasado mes de octubre.

La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, ha confirmado la firma del acuerdo entre el Ayuntamiento, La Caixa y el Museo del Prado para instalar las obras en la sala Blas de Lezo de la Casa de Iberoamérica en junio.

«El año que viene vendrá a Cádiz parte del Museo del Prado. Más de medio centenar de obras del Museo estarán en Cádiz en 2015. Gracias a las diligencias de la alcaldesa, Teófila Martínez, se llevará a Cádiz la exposición 'Los objetos hablan'», apuntó el insigne gaditano en un mensaje de agradecimiento por el premio entregado por LA VOZ.

El Museo Nacional del Prado incorpora así a Cádiz en la muestra itinerante 'Los objetos hablan', expuesta hasta enero en la sede de Caixaforum de Tarragona. La muestra está organizada por el citado museo y por la Obra Social La Caixa.

La exposición 'Los objetos hablan. Colecciones del Museo del Prado', integrada por más de cincuenta pinturas y objetos, pretende acercarse al significado de los objetos más cotidianos a través de creaciones artísticas de figuras de primer orden dentro del panorama artístico europeo de los siglos XV a XX.

En Cádiz se podrá disfrutar este año, junto a artistas españoles como Juan Van der Hamen, José de Ribera, Francisco de Zurbarán, Diego Velázquez, Bartolomé Esteban Murillo, Francisco de Goya, Vicente López o Joaquín Sorolla, las obras de Jan Brueghel el Viejo, Pedro Pablo Rubens, Luca Giordano, Pompeo Batoni y Antón Rafael Mengs, entre otros artistas internacionales.

La exposición se divide en cuatro secciones temáticas: La clave está en el objeto, Los objetos nos retratan, Un mensaje escondido y El Coleccionismo. El obejtivo de 'Los objetos hablan' es precisamente plantear un diálogo entre visitantes y esos utensilios, tanto los reales o tridimensionales como los representados en la cuidada selección de pinturas que conforman la muestra.

Esos objetos son depósitos de la memoria, tanto individual como colectiva, como las joyas de las reinas retratadas por los mejores autores. Nos informan sobre costumbres y creencias, y también sobre las circunstancias históricas y sociales del momento en que fueron utilizados.

Pero al mismo tiempo sugieren ideas, permiten establecer relaciones entre conceptos muy diversos, despiertan en quienes los contemplan todo tipo de sentimientos e invitan a soñar, a imaginar y a evocar otros lugares o momentos.