«El tren sólo pasa una vez y además siempre va lleno de gente»
El diseñador del gastomercado de la estación invita a todos los empresarios gaditanos a participar «porque es para ellos»
Actualizado: GuardarAtravesar la puerta del showroom del diseñador Álvaro Linares es acceder a su universo creador, sorprendente, lujoso y, sobre todo, inesperado en plena Avenida de Cádiz.
Su entrada, premeditadamente oculta, es un pista sobre el juego personal y exclusivo que propone este interiorista de reconocido prestigio internacional, aferrado a su ciudad natal, enamorado de ella.
Sobre la mesa, el último ejemplar de la revista Lifestyle en la que le dedican un reportaje a dos páginas y en su portafolios más ambicioso; convertir la vieja estación de tren de Cádiz en un lugar para el esparcimiento, de ocio del gaditano, a la vez que en un potente atractivo turístico capaz de remendar el deshilachado tejido empresarial de la capital.
–¿Cómo surge el proyecto para dar vida a ese espacio abandonado desde hace tanto tiempo?
–Iba a la estación de tren con mi padre cuando era pequeño, igual que los gaditanos atravesábamos antes el muelle, de forma totalmente natural. Para nosotros entrar en la estación y en el puerto siempre fue algo habitual, normal. Pero la estación me fascinaba especialmente. Me parecía un lugar único y de la mano de los promotores, a los que hay que agradecer siempre su iniciativa, será posible recuperar ese espacio.
–¿Cree que será bien entendida la propuesta por empresarios ya asentados en la zona?
–Espero que sí. Queremos que en este gastromercado, como lo he llamado, participen los empresarios de Cádiz. Todos. Pero especialmente los que tienen un puesto en la plaza de abastos o un pequeño restaurante. Ellos, especialmente, deberían estar aquí, porque saben hacer su trabajo y es aquí por donde pasan millones de personas al año. De ahí que hayamos pensado en pequeños puestos con un alquiler muy bajo, para que puedan entrar. Siempre será con los mejores productos y todo muy cuidado. Tenemos que ofrecer la máxima calidad y respetando una imagen homogénea.
–¿Qué le diría a quienes aún están pensando si merece la pena invertir para participar en este proyecto? Hasta ahora, parece que va lanzado, a un ritmo muy rápido para su envergadura...
–Les diría que el tren sólo pasa una vez, igual que el eslogan que hemos elegido para la campaña de promoción, pero, además, que cada vez que pasa va lleno de gente. Es decir, que si tú no te subes se subirá otro. Si puedes, hay que subirse.
–Habla mucho de recreación, de ambientación, ¿cómo pretende que sea el gastromercado?
–Pretendo que sea un sitio agradable, donde se esté cómodo y preparado también para dar espectáculo, para generar sorpresas. Tenemos unos clientes potenciales que son los cruceristas a los que hay que atraer hasta aquí, algo que no será difícil porque atracan al lado, y que se queden disfrutando del buen ambiente; de chirigotas, de flamenco, de lo que haga falta.
Y sueño con que se desarrolle la zona verde planeada delante de la estación, donde ahora hay un aparcamiento, para que los gaditanos pisemos césped por primera vez en esta ciudad. Serán 65.000 metros cuadrados de jardín. Me imagino un parque vivo, con actuaciones musicales, un jardín botánico y los vecinos disfrutando del buen tiempo en este espacio al aire libre. Hay que tener en cuenta que para nosotros el exterior siempre fue el agua, aquí los locales están sobre arrecifes. Será una agradable novedad.
–Usted desarrolla trabajos por diferentes países, ¿por qué su empeño por realizar proyectos en Cádiz?
–Porque es mi tierra. Aquí soy yo, tal cual. Voy a trabajar a Miami o donde me surja un proyecto interesante pero después vuelvo a Cádiz y estoy en mi casa, a mi aire. Aquí realizo también muchos trabajos en casas privadas, de las que no hablo ni muestro imágenes nunca porque entiendo que forman parte de la intimidad de mis clientes.
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