Fernando Parrilla, en pleno desierto dubaití
Fernando Parrilla, en pleno desierto dubaití - l.v.
navidad

Algo de Cádiz en Bangkok, Nueva York o Dubái

La incómoda costumbre de celebrar la Nochevieja a miles de kilómetros de casa

Raúl jiménez
Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Fernando Parrilla es uno de los muchos gaditanos que pasará la Nochevieja lejos de la familia. A casi 6.000 kilómetros de casa, dará la bienvenida al año 2015 a las 21:00 horas españolas en Dubái, a orillas del Golfo Pérsico.

Y no es la primera que le ocurre, pues en los últimos años ya ha tomado las doce uvas en Dublín, Bangkok o Nueva York. Su profesión así lo exige. Es lo que tiene trabajar como parte de la tripulación de un avión, más concretamente como auxiliar de vuelo de la aerolínea Emirates.

Tomando prestado el eslogan de una conocida marca de cerveza, este gaditano de 34 años puede considerarse ciudadano de un lugar llamado mundo. Desde hace casi siete años, el planeta que al común de los mortales se le antoja inmenso, para él queda reducido a una jornada laboral que puede empezar en Londres y acabar en San Francisco.

«Es un estilo de vida atípico, un ritmo diferente al de los demás, pero al que uno acaba acostumbrándose», explica Fernando, que reconoce que cuando llegan una fecha tan señalada como la Navidad se hace un poco más duro estar lejos de la familia.

Aunque el tema de la distancia es algo que parece tener superado, pues desde hace casi tres años ha fijado su residencia en Dubái, uno de los siete emiratos de los Emiratos Árabes Unidos, levantado de la nada en el desierto a golpe de petrodólar.

«Lo que más llama la atención de Dubái son las altas temperaturas –Fernando responde a la entrevista tumbado en la playa en pleno mes de diciembre– y la gran cantidad de gente de todos los rincones del mundo que residen aquí», destaca.

Los casi 6.000 kilómetros que separan Cádiz de Dubái no se le atragantan, pero sí el choque cultural que existe entre Oriente y Occidente. Y es así hasta el punto de que no sólo echa de menos Cádiz, ni siquiera España... sino también Europa.

Y si hablamos de la Navidad, Fernando tiene la suerte o la desgracia, según sin mire, de haber celebrado la Nochevieja en diferentes rincones del planeta en los últimos tres años. Este será el cuarto año que celebra la Nochevieja a miles de kilómetros de Cádiz.

«Durante mi etapa en Ryan Air –compañía para la que trabajó durante cuatro años– pasé varias Navidades en Dublín, aunque en alguna ocasión tuve la suerte de celebrarlas en casa con la familia», explica Fernando.

Recuerda que en su primer año como trabajador de Emirates recibió 2012 en Bangkok, donde la cuenta atrás para dar la bienvenida al año se celebra en el centro comercial Central World, donde se concentran miles de tailandeses.

«El pasado fin de año me tocó en Nueva York. Es impresionante vivir un día tan especial en Times Square disfrutando de los fuegos artificiales y con un ambiente increíble», expone Fernando, que en esta ocasión despedirá el año en Dubái . «Esta vez no tengo vuelo. A ver quién hay por aquí para no tomarme las uvas solo», bromea este gaditano que puede decir que la vida se pasa volando.

Nochebuena en Francfort

A diferencia de la Nochevieja, el calendario laboral de Fernando ha solido ser más benévolo con otra fecha que también está señalada en rojo en cualquier hogar: la Nochebuena.

No obstante, el pasado día 24 no ocurrió así y hubo que improvisar cena navideña en Francfort, donde la tripulación de Emirates con la que Fernando compartió vuelo hasta tierras alemanas se convirtió en su familia de alquiler en la tradicional cena.

Compañeros procedentes de Argentina, Paraguay, Alemania, Croacia, Egipto, Estados Unidos o Serbia compartieron mesa y mantel en el restaurante del hotel germano en el que se alojaron.

Una velada al más puro estilo ONU en el que conversaciones en hasta cinco idiomas se cruzaban de un lado a otro de la mesa durante una cena en la que las tradicionales viandas navideñas que Fernando hubiera saboreado en Cádiz fueron sustituidas por hamburguesas, salchichas y cerveza. Un homenaje gastronómico al más puro estilo alemán.

Ver los comentarios