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Ignacio Moreno Bustamante presenta a Curro Vázquez y a Oti Rodríguez Marchante - f. j
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«Este documental sirve para reivindicar facetas de mi padre que no se conocían»

Curro Sánchez, hijo de Paco de Lucía, desgrana algunos de los aspectos más íntimos de la vida del genial artista en la película de la que ha hablado este jueves

antonio muñoz de la vega
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El Parador Hotel Atlántico acogió una nueva cita del Ciclo de Diálogos de LA VOZ, patrocinado por los ayuntamientos de Cádiz y El Puerto de Santa María, la Diputación Provincial de Cádiz, Cepsa, ESIC, Fundación Cajasol, Fundación Cruzcampo, Hidralia, Martín Casillas, Unicaja y Zona Franca de Cádiz.

El protagonista absoluto ha sido Curro Sánchez. El joven cineasta, hijo del desaparecido Paco de Lucía, llegaba con la estela de la lluvia de reconocimientos que ha cosechado en los últimos meses tras el estreno en el Festival de Cine de san Sebastián de su documental ‘Paco de Lucía. La búsqueda’.

Durante el diálogo que ha mantenido con el crítico de cine de ABC Oti Rodríguez Marchante, habló de este trabajo y de sus proyectos de futuro. Pero también de su padre. Ser hijo de un genio de la música da para hablar mucho y para no perder detalle de lo que se cuenta.

El numeroso público asistente al acto siguió con muchísimo interés la intervención de Curro Sánchez. Entre los asistentes se encontraban representantes de diversos sectores de la sociedad gaditana. Entre otras personalidades, estuvo presente en el acto la presidenta de ABC, Catalina Luca de Tena.

Curro Sánchez inició su intervención manifestando su «ilusión» por poder hablar de su documental «en la tierra de Paco», tal y como se refirió a él en muchos momentos.

Quizá con ello intentaba recuperar la distancia afectiva con la que explicó, inició su proyecto, con la intención de «no caer en la autocomplacencia de contar la historia de una manera afectiva».

No obstante, el repentino fallecimiento de su padre le hizo cambiar por completo su manera de afrontar la película. Es ahí cuando se decidió por mostrar el relato cercano, vitalista de Paco de Lucía, «un genio que era un hombre normal, con sentido del humor y con una forma de afrontar la vida muy positiva».

Sánchez explicó también que tuvo siempre una intención «didáctica» a la hora de contar esta historia. «Quería que después de verla en el cine los espectadores se pudieran ir a tener una charla con su pareja y le contaran que Paco de Lucía fue el primero que introdujo el cajón en el flamenco, por poner solo un ejemplo».

Oti Rodríguez Marchante destacó respecto al documental la generosidad de su director a la hora de colocarse en un segundo plano, dando un protagonismo absoluta a la historia que cuenta, en contraposición con la postura que suelen adoptar muchos otros cineastas a la hora de ejecutar su primer documental. «Esa desaparición en su primera obra me parece un gran acto de generosidaod», dijo el crítico de ABC.

Rodríguez Marchante le advirtió: «sabes que en tu próxima película te van a machacar». También le dijo que estaba «condenado a la eternidad», por el hecho de haber podido retratar la vida de un genio de la música que pasará a la posteridad.

Sánchez reconoció que más que generosidad, lo que siempre tuvo en el desarrollo de este proyecto fue «mucho respeto». Contó en este sentido una anécdota sucedida el mismo día en que estrenaba la película con la presencia de la Chispa, la viuda de Camarón de la Isla. «Terminó la película y directamente la busqué con la mirada. Entonces ella me dijo que había retratado la historia de mi padre con belleza y generosidad, y eso me dio la tranquilidad que necesitaba».

Sánchez explicó también que este documental «se ha hecho para reivindicar facetas de Paco de Lucía que la gente no conocía y que a mí me parecían fascinantes. Él, siendo muy discreto y muy tímido, tampoco quiso vender mucho aspectos suyos como que era un lector compulsivo. Hace unos meses su viuda nos manó a sus hijos la lista con los últimos libros que había leído.

En ella estaban desde 'Los episodios nacionales', a 'El tango de la guardia vieja', 'La estepa', 'Psicoanalista', 'El profesor', 'Un asunto pendiente', 'Anna Karenina', 'El príncipe'», y así otros muchos títulos de autores como Murakami, Chejov, Pérez-Reverte o Dickens, «al que leía cuando murió». Esta confesión íntima del autor sirvió para dar una visión sobre la naturaleza culta e inquieta de un hombre que apenas se dio a conocer de una manera íntima a su público.

También destacó Curro Sánchez la faceta cinéfila de su padre, «que se quedaba hasta altas horas de madrugada viendo películas». Este episodio, dijo, le marcó profundamente en su vocación como cineasta. Contó Sánchez la afición de su padre por las películas de John Ford o David Lynch.

A partir de ahí, Rodríguez Marchante le animó a hablar de él mismo, de sus aspiraciones en el mundo del cine. Recordó como su padre le recomendó no dedicarse al género documental si se quería ganar la vida con el cine en España. No obstante, Sánchez aseguró que ese es su propósito. «Mi idea es trasladar a España el modelo de cine documental que se hace en Estados Unidos, donde existe un gran respeto por este género en el que se involucran grandes personalidades del mundo de la cultura», dijo.

Todo pasa, según dijo, por adaptar nuevos lenguajes, lejos de los estereotipos heredados de los documentales de animales por todos conocidos. En esa línea, manifestó que está buscando el tipo de documental que le apetece realizar. «Lo que tengo claro es que no voy a hacer ficción», dijo.

Oti Rodríguez Marchante recordó que España es un país «con tradición de grandes documentalistas».

Precisamente Curro Sánchez habló de algunos de ellos, como los Carlos Saura relacionados con el mundo del flamenco, como la fuente de la que ha bebido en los últimos años para poner las bases de su trabajo. Pero no solo eso, también los documentales de género musical producidos en Estados Unidos. Habló de ese cine documental y de las serie s de televisión como sus grandes referencias actuales en el panorama audiovisual. «Es lo que más me ha emocionado en los últimos tiempo, y lo digo con pena por el cine de ficción», reconoció.

Añadió el director que su propósito como documentalista pasa porque «la manipulación inevitable que supone el montaje de unos planos y no otros, no suponga una traición a la realidad, sino que parta de un pacto tácito entre ambos mundos para contar una historia real al espectador».

Giró el diálogo a partir de ese momento en las diferencias vivenciales que producen los géneros documental y de ficción. Ambos contertulios coincidieron en un elemento clave: «dar con ese director que toca tu tecla interior, que te ofrece lo que necesitas en cada momento», como dijo Rodríguez Marchante.

Curro Sánchez habló de su próximo proyecto como de un documental destinado a un amplio público «que te permita vivir, aunque pueda ser mucho más redondo que otros. La diferencia es que en este caso se trata de un proyecto de encargo, no que lo haya buscado yo». Pero también adelantó que trabaja en otros tres guiones «más autorales», entre ellos de un trabajo que girará en torno a un exmilitante del IRA a través del que pretende hacer un reflejo de la complicada relación de un país dividido como Irlanda. También habló de otra historia relacionada con el mundo del toro.

Tuvo ocasión de hablar también de los orígenes gaditanos de su padre y su amor por el Carnaval, que siempre disfrutaba en la ciudad cuando podía. «Tenía mucho cariño al mundo del Carnaval y siempre lo tuvo presente. Incluso a veces después de un concierto ponía en youtube vídeos de agrupaciones de Carnaval», dijo. Un detalle de la vida de un gaditano universal que ha quedado retratado para la posteridad por su hijo. Todo un lujo.