El Pabellón Portillo se pone a la cola

El Ayuntamiento de Cádiz ha considerado que encargar a la empresa municipal de aparcamientos, Emasa, la construcción del Pabellón Fernando Portillo es la mejor opción en este momento. Efectivamente, si no es la mejor es la única, porque el concurso público para la ejecución de este proyecto quedó desierta.

El mismo se celebró después de la rescisión del contrato con la anterior concesionaria, que tuvo que renunciar al proyecto por motivos económicos.

El hecho de que Emasa haya recibido tal encargo obedece a que el equipamiento no será solo deportivo , sino que contará con un aparcamiento subterráneo.

La empresa tiene previsto buscar algún socio inversor para abaratar al máximo los costes de un proyecto que ha ido perdiendo atractivos por el camino.

Su principal problema ha sido el retraso en la construcción de la Ciudad de la Justicia, prevista en la parcela anexa. Esta situación va incluso más allá, y es que ahora la Junta de Andalucía plantea la opción de trasladar este proyecto a otro terreno , el de la antigua factoría de CASA, donde se iba a levantar el nuevo hospital.

Sea como fuere, el caso es que Emasa va a tener que ejecutar con fondos propios o embarcándose en nuevos préstamos bancarios la ejecución de una gran obra. Esto topa además con otros proyectos que maneja la empresa y que se encuentran en el mismo nudo: la búsqueda de financiación.

Esto va a obligar a Emasa a priorizar y, al menos a día de hoy, el Portillo no es la primera preocupación. Tal y como confirma el presidente de la empresa municipal, José Blas Fernández, antes que el Portillo se va a construir el aparcamiento subterráneo de la carretera industrial.

Este proyecto también lleva años atascado en el proceso de búsqueda de socios inversores. Después de años de negociaciones con empresas del sector, el Ayuntamiento optó finalmente porque sea Emasa la que se encargue de la ejecución de la obra.

No es una obra complicada, pero tiene un coste económico elevado que requiere de financiación externa. En este caso, bancaria. Es justo en ese punto en el que está Emasa, tratando de cerrar los préstamos necesarios para llevar a cabo la obra.

El hecho de haber adelantado ya esta negociación y del comienzo de otros proyectos que se verán directamente afectados por la obra hace que en el cronograma de las actuaciones municipales la construcción del parking y la reurbanización de la avenida de Astilleros sea una prioridad.

Actuaciones condicionadas

Esta actuación debe ir en paralelo a los trabajos de otras administraciones para la transformación de la zona.

La Junta de Andalucía ya ha comenzado con la construcción de la nueva estación intermodal en una de las parcelas conlindantes de la propia carretera industrial y necesitará que los accesos a la terminal estén en perfecto estado para su puesta en funcionamiento, previsiblemente, a finales de 2015.

También Adif está a punto de adjudicar de forma definitiva el derribo y posterior retranqueo de la valla que separa los terrenos ferroviarios de la carretera.

Otras obras pendientes de comenzar son la de la gasolinera que se ubicará en un solar frente al parque de Bomberos y la de la nueva Comisaría de la Policía Nacional que se levantará en el otro lado de la avenida y más próxima a la plaza de Sevilla , en este caso en suelo portuario.

Así, la transformación de la carretera industrial en una nueva avenida con cuatro carriles y totalmente renovada a nivel de equipamientos, acerado e iluminación, es urgente.

Y no tendría sentido acometer estos trabajos de reurbanización sin contar con el aparcamiento subterráneo que irá desde la plaza de Sevilla hasta la entrada de la factoría de Navantia.

José Blas Fernández explica además que las características de este suelo permiten realizar el vaciado y volver a asfaltar la carretera para que los trabajos continúen en el subsuelo sin afectar al discurrir de vehículos y peatones por el paso superior.

Será a partir de entonces cuando se vuelva a actuar en el Portillo. Una parte fundamental de la obra está hecha. La dejó lista la anterior empresa encargada, por lo que los trabajos han superado una de sus fases más delicadas.

Otra cuestión es la nueva dirección que toma el proyecto con el ofrecimiento de las plazas de aparcamiento a los residentes de la zona y la búsqueda de un socio comercial para explotar los espacios no deportivos del pabellón.