Un lujo en la basura
Actualizado:Mientras algunos se tienen que conformar con intentar comer lo que recogen de los contenedores, gran parte de la sociedad despilfarra alimentos que serían perfectamente consumibles, nada menos que 179 kilos al año de medio en Europa, según los datos de la Comisión Europea. Es lo que cada europeo tira a la basura al año.
En el caso de España, cada español tira hasta 163 kilogramos por persona, lo que suman 7,7 millones de toneladas de alimentos según MAGRAMA (Estructura de la cadena alimentaria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente). Es el sexto país que más comida desperdicia después de Alemania (10,3), Holanda (9,4), Francia (9), Polonia (8,9) e Italia (8,7).
La FAO calcula que el mundo desperdicia 1.300 millones de toneladas de alimentos cada año, mientras que 805 millones de personas experimentan desnutrición crónica o hambre. La comida que se desperdicia representa un tercio de la producción actual de alimentos, por lo que la expansión de la producción agrícola no es necesariamente la respuesta.
De hecho, el mundo produce alimentos suficientes para que cada habitante consuma cerca de 2.800 calorías diarias, según los científicos. Pero mientras que algunas personas tienen la posibilidad de desperdiciar la comida, a otras no les alcanza para subsistir.
El tamaño de los envases, la falta de planificación y la fecha de caducidad son algunos de los motivos del derroche. Y es que cuando por ejemplo una fruta u hortaliza no cumple las normas estéticas y de calidad, pese a ser perfectamente comestible, se desecha en la cadena de distribución y nunca llega al consumidor.
Según datos de Hispacoop, las razones principales por los que se tiran tantos alimentos son por tratarse de sobrantes de la comida (86,4%), seguido del deterioro de los productos por mala conservación o exceso de tiempo (63,6%) e incluso de productos caducados (28,5%).
Con estas preocupantes cifras se conmemora este 16 de octubre el Día Mundial de la Alimentación, una jornada que surgió en 1979 por la Conferencia de la Organización de las Nacionales Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Se trata de una fecha señalada en el calendario que, sin ser un motivo de celebración, sirve o debería servir para poner en el foco un problema mundial gravísimo.
Por tipos de alimentos, los que más se desperdician en los hogares españoles son el pan y los cereales (20%); la fruta y las verduras (17%); los lácteos, pasta, arroz y legumbres (13%); las bebidas (7%); las carnes y comidas preparadas (6%); los embutidos y alimentos en conserva (4%); y en último lugar, los pescados, mariscos y huevos (3%).
El papel que juegan los bancos de alimentos resulta fundamental para el aprovechamiento de alimentos descartados. España ocupa "el primer lugar en Europa en actividad de bancos de alimentos: 54 bancos en el país mueven millones de kilos al año", según AECOC. "Al cierre de 2013, habían repartido 120 millones de kilos de alimentos y ayudado a 1,5 millones de personas", confirma en una entrevista Nicolás Palacios Cabero, presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL).