La vacuna llegará en marzo, con más de un millón de contagiados en el mundo
Aunque se trabaja sin descanso, el antídoto podría no estar a tiempo para evitar el peor de los escenarios previstos por los CDC de Atlanta
Actualizado: GuardarLa vacuna contra el ébola nunca ha interesado demasiado a los laboratorios. «Era un enfermedad de África que se daba en zonas selváticas de muy difícil acceso. Con una alta mortalidad, pero una afección muy limitada. No resultaba interesante para la industria, porque no había margen de negocio», explica la especialista Mar Faraco, vocal de la Sociedad Española de Medicina Tropical y Salud Internacional (Semtsi). En los últimos meses, la situación ha dado un giro radical y los proyectos más avanzados, dos líneas de investigación «bastante modestas», se han convertido en las mayores esperanzas contra la epidemia que devora África Occidental y amenaza al resto del planeta. La Organización Mundial de la Salud ha dado su visto bueno para que los centros de investigación acorten los protocolos al máximo con el fin de que el próximo mes de marzo se disponga de algún medicamento medianamente eficaz. Todo lo que llegue será bienvenido. Pero para entonces, si se cumplen los peores presagios del Centro de Control de las Enfermedades de Atlanta, el número de afectados por la enfermedad superará el millón de personas.
«La epidemia avanza a un ritmo terrible, brutal; y es muy fácil que el número global de víctimas sea para esas fechas espectacular. Aún así, me cuesta creer que vayamos a llegar a semejante escenario, que es el peor de todos», detalla la especialista onubense. Su esperanza se basa en el convencimiento de que la sociedad internacional dispondrá para entonces de la primera vacuna contra el ébola. No será «un prototipo perfecto» por la premura con la que se está trabajando, pero servirá «para lograr el objetivo prioritario» de la carrera investigadora que ha comenzado: poner coto al avance del mal.
El proyecto que más confianza genera entre los profesionales sanitarios lleva el sello de la multinacinal GSK y, de momento, se conoce todavía con el complejo nombre de cAd3-EBOV. Tiene la ventaja de que cuenta con fondos públicos del Gobierno de Estados Unidos, lo que se supone que permitirá «acelerar el proceso» de investigación. Este compuesto utiliza como 'transporte' (vector) un adenovirus de un tipo de catarro de chimpance, que lleva como 'carga' una proteína del ébola. Con ella se busca que el sistema de defensas reaccione y genere anticuerpos contra la fiebre hemorrágica.
Comienza la fabricación
En las próximas semanas, el prototipo se probará con un grupo reducido de personas sanas de Estados Unidos y Reino Unido, con el fin de verificar su capacidad para generar anticuerpos contra el ébola. Si se constata su eficacia, se ensayaría en una fase posterior con un grupo de médicos y enfermeras que luchan contra el ébola en Malí.
Los trabajos comenzaron en septiembre y los primeros resultados se esperan para finales de año. El laboratorio fabricante, confiado en los resultados que se conseguirán, ya ha dado orden de fabricar las primeras 10.000 dosis.
El otro prototipo de vacuna también avanzado lleva la firma de Johnson and Johnson y tiene un mecanismo de acción similar. El vector empleado en este caso son trazas del virus de la estomatitis vesicular, que es una patología tan leve para el ser humano como la anterior. Aunque en ciencia es complicado fijarse calendarios, los especialistas se muestran convencidos de que uno u otro lograrán, al menos, una inmunización parcial. «Curiosamente es más fácil diseñar vacunas contra los virus que medicamentos», confía Mar Faraco. «No es tan complejo como el del sida. Puede conseguirse».
Canadá y Rusia, entre otros, también han iniciado su propia búsqueda de la vacuna. «Estamos ante una emergencia. Se está haciendo lo correcto», rubrica José Luis Cañada, coordinador del grupo de Infecciosas de la asociación de médicos de familia Semergen. «Esto no es la viruela. No lo erradicaremos, porque no podemos acabar con todos los murciélagos, pero estoy seguro de que ganaremos la batalla», confía.