Anomalía en un servicio esencial

Los servicios esenciales sólo parecen tener esa consideración cuando faltan. El suministro de agua potable es uno de ellos y miles de vecinos de la capital gaditana, del entorno de Loreto, lo han perdido dos veces en las últimas semanas. En la primera ocasión, durante los últimos días de septiembre, fueron 24 horas sin abastecimiento porque un fuerte hedor propició las denuncias ciudadanas. Tras unas inspecciones, el suministro quedó restablecido tras algún episodio de tensión y muchas peticiones de explicaciones sin satisfacer. Ahora, es un análisis el que ha detectado la presencia de un nivel de «bacterias» demasido alto en el agua. A la administración municipal hay que reconocerle el cumplimiento de su obligación de velar por la salubridad de los vecinos con pruebas diarias y, además, ayer fue la encargada de anunciar la interrupción del servicio, así como la contratación de una empresa que abastezca con camiones al vecindario desabastecido. Mientras se agotan las reservas de agua mineral en los supermercados de la zona, el Ayuntamiento y la Junta, con la Universidad y Aguas de Cádiz, están en la obligación de ofrecer explicaciones completas a los afectados. Admitir la situación, buscar soluciones y dar a conocer todos esos pasos forman parte del servicio que deben a los vecinos ante la reiteración de unos cortes de suministro que distan de ser una simple avería. Nadie debe caer en el alarmismo ni en la especulación pero la mejor forma de evitarlo es dar la mayor y mejor información en tiempo y forma.